A la caza del enemigo nuevo

En: http://www.eluniversal.com/opinion/150124/a-la-caza-del-enemigo-nuevo


MIGUEL SANMARTÍN |  EL UNIVERSAL
sábado 24 de enero de 2015  12:00 AM
La revolución bonita detectó, camarita, un enemigo nuevo (contrario al "hombre nuevo" que pretende forjar el proceso) y que sería, según afirman, un oponente peligrosísimo.  No es extraterrestre pero sí un rival de temer,  tan perturbador como pudiera ser "La Salida".
Este adversario nuevo es considerado por los especialistas en ficciones y tramoyas del estatus-regente como una amenaza peor que el  capitalismo salvaje. Lo catalogan como más corrosivo que la ultraderecha-desestabilizadora. Más nocivo que la oposición golpista-apátrida. Más temible que el etiquetado  "monstruo" de Ramo Verde. Mucho más dañino que el abominable "fracking", esa técnica diabólica usada por el imperio para sacar petróleo de debajo de las piedras con la finalidad de tumbar sus precios en el mercado internacional y afectar con ello el "proceso" bolivariano.
No está del todo claro cuántos y quiénes serían estos enemigos nuevos. Pero lo son, están allí, como amenazas latentes para el monarca, el soberano y la revolución. Informes de la ChPC (Chivatos Patriotas Cooperantes) los describen como presuntos transformers.  Pero pudieran ser King Kong, Godzilla,  Predator o los Muppets.  Acaso zanqueros. Tal vez marsupiales.  A lo mejor mapurites. Quizás pirañacondas. ¿Alguna versión tropicalizada del mitológico Can Cerbero? También sería factible encontrarse con bachaqueros, arrieros, estibadores, manteleros, costaleros o revendedores. ¿Quiénes son?
La más reciente versión emanada de alguno de los comandos estratégicos para la defensa de la economía socialista productiva (fajados en hacer desaparecer las colas de compradores compulsivos a las puertas de supermercados, farmacias, tiendas de ropa y calzado y distribuidores de electrodomésticos, asegura que los susodichos enemigos tienen pinta de ser guarimberos, sifrinitos, oligarcas y pelucones ejerciendo de acaparadores. Lo que quiera que sean, representan un riesgo para la tranquilidad de la  jerarquía escarlata.
Queriendo ponerle el ojo y el guante a ese enemigo nuevo, quitarle la careta y también lo que puedan acopiar en sus recintos u ocultar en sus intenciones, la revolución lanza la "Operación firma del ultimátum de respeto al pueblo de Venezuela y a las leyes"  y, en paralelo, el plan "Fiscalización de distribuidores y mayoristas a nivel nacional".
Listo, camarados y compatriotos. Tras la reciente gira exitosa por Rusia, China, Portugal y varios países de la OPEP y con estas acciones de guerra asimétrica que serán ejecutada contra ese enemigo nuevo (pronto será aplastado por el puño férreo de la revolución) y contando con la participación del ejército de liberación de los Siete Reinos, la corte de quirománticos y hechiceros cubanos, el escuadrón Tacamajaca, las brigadas de guardapuestos en colas, las bandadas de pajaritos trae-mensajes-del-más-allá, las milicias de termitas con bigote y las cuadrillas de cazadores de iguanas, aparecerán de ipso facto y para siempre los alimentos, artículos de aseo personal y del hogar,  medicinas, autopartes y otros productos esenciales retenidos en galpones, subterráneos, cuevas, pasadizos, cobertizos, rellanos, grutas y otros escondrijos por las mafias de mercaderes que, como se sabe, mantienen al país sometido a una guerra económica.
Al despertar de esa realidad virtual creada por los asesores cubanos que atribuye la escasez, las colas, el acaparamiento y la especulación  a un complot de la "oposición-oligarca-golpista" para derrocar al gobierno revolucionario sobresaldrá la cruda realidad: El colapso que hoy padece Venezuela es consecuencia de la imposición de un modelo político, social y económico desfasado que fracasó en todos los países donde se quiso implantar por la fuerza.
La arremetida contra depósitos de mayoristas solo servirá para agravar el desabastecimiento y propiciar la especulación. Los más perjudicados -como siempre- serán los sectores populares que compran en abastos y bodegas de barrio las cuales son abastecidas por esos distribuidores, hoy criminalizados y víctimas de acciones populistas-efectistas de un gobierno fracasado, terco y reaccionario. ¡Dios proveerá!
msanmartin@eluniversal.com