Traslado de reservas internacionales: un autoembargo? o una exigencia de los acreedores?

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Editorial De Inmediato
Las reservas internacionales son los recursos financieros en divisas (moneda extranjera) de las cuales dispone un país para garantizar el pago de los bienes que importa, el servicio de la deuda externa (pago de capital e intereses), pago de los dividendos a la inversión extranjera y pago de las remesas al exterior, entre otros.  Esas divisas ingresan al país por concepto de exportaciones (en el caso venezolano el 95% provienen de la exportación petrolera), inversión extranjera, créditos de bancos u organismos financieros internacionales y remesas del exterior, entre otros.
Una sólida posición de las reservas internacionales, fortalece la capacidad de pago externa y atenúa el riesgo soberano, caso contrario ocurre cuando la posición de esas reservas es frágil, encareciendo el rendimiento de los papeles que emita ese país, esto es, aumentando la denominada prima de riesgo.
Las reservas internacionales se clasifican en reservas operativas y no operativas, las primeras son aquéllas que ostentan la cualidad de ser líquidas, estar disponibles inmediatamente o que pueden hacerse rápidamente disponibles, en el caso venezolano representadas  en dólares americanos, euros, libras e instrumentos negociables.  Las segundas, representadas fundamentalmente por oro y  por Derechos Especiales de Giro, DEG (títulos emitidos por el FMI con respaldo en una cesta de divisas).
El total de las reservas internacionales venezolanas al 08 de agosto pasado, es de $ 29.097 millones, de las cuales las reservas operativas representan el 21.6%, esto es, $ 6.284 millones y las reservas no operativas representan el 78.4%, esto es, $ 22.813.
El 67.7% de las reservas operativas se encuentran en dólares americanos, mientras que el 32.3% están representadas en euros y libras esterlinas.  Los países receptores de las reservas operativas son: Suiza (59.17%), Reino Unido (17.90%), Estados Unidos (11.31%), Francia (6,48%), Alemania (0.68%), Panamá (0.67%) y en Venezuela, BCV, (3.79%).
El 80.2% de las reservas no operativas se encuentran en oro, mientras que el 15.7% lo constituyen DEG.  El 57.78% de las reservas en oro se encuentran depositadas en el exterior: Inglaterra, Suiza, Estados Unidos.  El 42.22% de las mismas se encuentran en Venezuela, BCV.
Mediante punto de cuenta preparado por el Ministerio de Planificación y Finanzas y el Banco Central de Venezuela, fuente de los datos antes mencionados, presentado al Presidente de la República, Hugo Chávez,  se le sugirió trasladar las reservas operativas a países amigos: Brasil, China y Rusia, a pesar de que la metodología del BCV no recomendaba a Brasil y Rusia, por no calificar como depositarios de reservas internacionales.
Asimismo se le recomendó trasladar a Venezuela la totalidad de las reservas no operativas en oro, ambas operaciones deberán realizarse dentro de dos meses.
El sustrato de la recomendación de trasladar las reservas operativas a países amigos,  como se señala en el documento antes citado, radica en que todas las tramsacciones electrónicas de movimiento de dólares americanos como sistema de pago, pasan por la cámara de compensación, lo cual es del conocimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que … “puede tener injerencia sobre el destino y propósito” … de la operación y pudieran “congelarse” los recursos en dólares americanos, lo que implica un componente de riesgo y se sugiere para ello, utilizar otras divisas.
Al margen de estas consideraciones, el traslado de las reservas operativas de países receptores de fondos calificados como sólidos, a países, salvo China, señalados por el propio BCV como no calificados para administrar estos fondos,  unido al creciente endeudamiento del país, haría crecer la prima de riesgo venezolana.
Queda evidenciada la falta de autonomía del BCV, cuando a pesar de que sus técnicos no recomiendan a los países eventuales receptores de fondos, salvo China, la propuesta va a contrapelo, con la seguridad de que recibirá la autorización de Chávez, sin importar el mensaje negativo a los mercados internacionales que ello comporta.
Los países seleccionados para el traslado de las reservas son acreedores de Venezuela. ¿Acaso fue una exigencia de éstos? ¿O es un auto embargo? El país demanda explicaciones.