TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ| EL UNIVERSAL
domingo 13 de octubre de 2013 12:00 AM
Los problemas económicos son el principal problema del país. El gobierno lo sabe y por eso ha estado corriendo la arruga. El gobierno necesita llegar a las elecciones del 8 de Diciembre tomando decisiones sin generar un alto costo político. El resto de la población también sabe que la economía es el gran dolor de cabeza y es por eso que el exceso de incertidumbre producto de la falta de decisiones del gobierno nos está volviendo locos.
El presidente Maduro le habló ayer al país para anunciar que el Sicad va a subastar 100 millones de dólares semanales. Con este anuncio el mandatario asumo que pretendía darle cierta calma al país. Ahora bien, dado que el Sicad no ha cumplido su cronograma y en consecuencia se considera un fracaso, ¿usted cree señor Presidente que su nueva promesa va a tener un efecto en la economía?
El reciente informe del Banco Central de Venezuela reveló que la escasez de alimentos del mes de septiembre es de 21.4%, la inflación aumentó en 4,4% y en los primeros nueve meses ya acumula un aumento de 38,7%. Estos números confirman la premisa del artículo: estamos muy mal y toda la atención se la lleva la economía.
Mientras se está complicando cada vez más la situación económica del país, sorprende que muchos líderes opositores se distraigan con bombas de humo del gobierno. El discurso del gobierno en lo político cada vez es más radical pero los líderes de la MUD en lugar de utilizar sus habilidades para centrar la atención en lo que verdadera es crucial, la economía, caen más bien en el juego del gobierno.
En pocas semanas comenzará la campaña oficial para las elecciones del 8 de diciembre y ahí vendrá una etapa crítica para el chavismo. Si los rojos pierden las elecciones en términos de votos absolutos, a pesar de ganar la mayoría de las alcaldías, el escenario para el principio del año 2014 no es nada favorable.
Cualquier medida económica que se tome ahorita no va a tener un efecto positivo en el corto plazo y más bien aumenta el riesgo de que le genere un alto costo político al gobierno para las elecciones municipales.
Veremos quién gana el pulso en la economía venezolana, si los pragmáticos o los radicales, pero mientras tanto sólo nos queda esperar a ver qué sorpresa sale de Miraflores.
El presidente Maduro le habló ayer al país para anunciar que el Sicad va a subastar 100 millones de dólares semanales. Con este anuncio el mandatario asumo que pretendía darle cierta calma al país. Ahora bien, dado que el Sicad no ha cumplido su cronograma y en consecuencia se considera un fracaso, ¿usted cree señor Presidente que su nueva promesa va a tener un efecto en la economía?
El reciente informe del Banco Central de Venezuela reveló que la escasez de alimentos del mes de septiembre es de 21.4%, la inflación aumentó en 4,4% y en los primeros nueve meses ya acumula un aumento de 38,7%. Estos números confirman la premisa del artículo: estamos muy mal y toda la atención se la lleva la economía.
Mientras se está complicando cada vez más la situación económica del país, sorprende que muchos líderes opositores se distraigan con bombas de humo del gobierno. El discurso del gobierno en lo político cada vez es más radical pero los líderes de la MUD en lugar de utilizar sus habilidades para centrar la atención en lo que verdadera es crucial, la economía, caen más bien en el juego del gobierno.
En pocas semanas comenzará la campaña oficial para las elecciones del 8 de diciembre y ahí vendrá una etapa crítica para el chavismo. Si los rojos pierden las elecciones en términos de votos absolutos, a pesar de ganar la mayoría de las alcaldías, el escenario para el principio del año 2014 no es nada favorable.
Cualquier medida económica que se tome ahorita no va a tener un efecto positivo en el corto plazo y más bien aumenta el riesgo de que le genere un alto costo político al gobierno para las elecciones municipales.
Veremos quién gana el pulso en la economía venezolana, si los pragmáticos o los radicales, pero mientras tanto sólo nos queda esperar a ver qué sorpresa sale de Miraflores.
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