OSWALDO PÁEZ-PUMAR| EL UNIVERSAL
sábado 4 de enero de 2014 12:00 AM
Quince años han transcurrido desde que los golpistas accedieron al poder en una elección presidida por un CSE conformado por una mayoría adversa al candidato triunfador, el golpista hoy difunto, que iniciaría el proceso de control total de los poderes públicos, muy especialmente el electoral transformado en CNE. La de 1998 fue la última de otras proclamaciones adversas al gobierno de turno 1968, 1973, 1978, 1983 y 1993. Seis de nueve.
Quienes detentan el poder desde entonces se recrean llamando golpistas a quienes los adversan; y han desplegado una campaña mediática bajo el lema goebeliano "una mentira cien veces repetida se convierte en verdad" para presentar como verdad lo que no es sino propaganda, publicidad que la radio y la televisión repiten hasta la saciedad y que el columnista Clodovaldo Hernández hace suya en el diario El Universal del viernes 27-12-2013.
Su artículo "¿Vuelven los golpistas?" es elocuente, entre otras razones porque pretende ridiculizar el llamado de algunos dirigentes de la oposición a la presencia en la calle, lo que implica que el régimen chavista persigue hacer de los espacios públicos zonas de uso exclusivo de sus seguidores. Las distintas fuerzas de seguridad que reciben la cooperación de "los colectivos" financiados y armados por el gobierno tienen por misión excluir a los disidentes de los espacios públicos mediante el uso de la fuerza, con garantía de impunidad.
¿Es la repetición del stalinismo, el maoísmo o el castrismo? Sí, por cierto. Pero hay algo más, que he encontrado en la lectura de "El largo camino hacia la libertad" de Nelson Mandela. Es, aunque parezca impensable en la mestiza Venezuela, la implantación del "apartheid". Un "apartheid" que no tiene fundamento en la raza, sino en la ideología. Quienes no comulguen con la ideología del gobierno (poca ideología y mucha mandonería) están excluidos de los espacios públicos. Lo confirmó la prensa, el teniente Cabello ha sido ascendido al grado de capitán, junto a otros de los militares golpistas del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992. Los golpistas no vuelven, están en el gobierno. Alerta: "un luchador por la libertad aprende, por el camino más duro, que es el opresor el que define la naturaleza de la lucha".
Quienes detentan el poder desde entonces se recrean llamando golpistas a quienes los adversan; y han desplegado una campaña mediática bajo el lema goebeliano "una mentira cien veces repetida se convierte en verdad" para presentar como verdad lo que no es sino propaganda, publicidad que la radio y la televisión repiten hasta la saciedad y que el columnista Clodovaldo Hernández hace suya en el diario El Universal del viernes 27-12-2013.
Su artículo "¿Vuelven los golpistas?" es elocuente, entre otras razones porque pretende ridiculizar el llamado de algunos dirigentes de la oposición a la presencia en la calle, lo que implica que el régimen chavista persigue hacer de los espacios públicos zonas de uso exclusivo de sus seguidores. Las distintas fuerzas de seguridad que reciben la cooperación de "los colectivos" financiados y armados por el gobierno tienen por misión excluir a los disidentes de los espacios públicos mediante el uso de la fuerza, con garantía de impunidad.
¿Es la repetición del stalinismo, el maoísmo o el castrismo? Sí, por cierto. Pero hay algo más, que he encontrado en la lectura de "El largo camino hacia la libertad" de Nelson Mandela. Es, aunque parezca impensable en la mestiza Venezuela, la implantación del "apartheid". Un "apartheid" que no tiene fundamento en la raza, sino en la ideología. Quienes no comulguen con la ideología del gobierno (poca ideología y mucha mandonería) están excluidos de los espacios públicos. Lo confirmó la prensa, el teniente Cabello ha sido ascendido al grado de capitán, junto a otros de los militares golpistas del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992. Los golpistas no vuelven, están en el gobierno. Alerta: "un luchador por la libertad aprende, por el camino más duro, que es el opresor el que define la naturaleza de la lucha".
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