RUTH CAPRILES| EL UNIVERSAL
jueves 23 de enero de 2014 12:00 AM
Soluciones para el caos moral creado deliberadamente por los chavistas, no vienen fácil. Pero sin duda las hay como siempre para todos los males humanos. Que jóvenes crecidos en la pobreza indigna, el odio y resentimiento revolucionarios, no disparen a mansalva y sin piedad, no se logra por ordenar pacificación. Que jueces ignorantes, corruptos y sumisos al Ejecutivo apliquen sana justicia, no se logra por hueros llamados presidenciales a la patria. Ni tampoco se depuran las fuerzas policiales por crear comisiones nacionales con vanidosos catedráticos que son llamados sólo para adornar el dominio arbitrario.
Para lograr enmendar el desaguisado moral revolucionario tendría que darse un verdadero propósito de enmienda del modelo y el plan socialista. Más: tendrían los venezolanos que valorarse a sí mismos. Porque el caos ha sido creado deliberadamente por el ideario cubano para someter a los venezolanos bajo el miedo y por autodesprecio y autodestrucción. Tendrían que darse cuenta los gobernantes venezolanos, títeres del gobierno cubano, de la ignominia a la que ellos mismos se han reducido por el dominio extranjero.
Cuando los gobernantes dejen de viajar a Cuba a pedir luces sobre su propio gobierno, cuando dejen de despilfarrar los recursos nacionales para mantener a la meretriz del Caribe, entonces podremos comenzar a vislumbrar las soluciones que nos lleven a un rescate de la dignidad y los valores de bien. En servidumbre y esclavitud no hay valores morales, sólo hay sobrevivencia. Si los gobernantes son ejemplo de deshonor, la sociedad se hunde en la abyección. Si los gobernantes son indignos, corruptos, maleantes y esclavos ¿cómo pueden los más desventurados desarrollar valores de bien?
Hay soluciones para el rescate moral en Venezuela, pero sólo podrá encontrárselas por el camino del auto respeto y valoración. Primero el respeto por nosotros mismos; luego, el respeto por los otros. De allí vendrán las soluciones para un nuevo y necesario pacto de valores en Venezuela.
Para lograr enmendar el desaguisado moral revolucionario tendría que darse un verdadero propósito de enmienda del modelo y el plan socialista. Más: tendrían los venezolanos que valorarse a sí mismos. Porque el caos ha sido creado deliberadamente por el ideario cubano para someter a los venezolanos bajo el miedo y por autodesprecio y autodestrucción. Tendrían que darse cuenta los gobernantes venezolanos, títeres del gobierno cubano, de la ignominia a la que ellos mismos se han reducido por el dominio extranjero.
Cuando los gobernantes dejen de viajar a Cuba a pedir luces sobre su propio gobierno, cuando dejen de despilfarrar los recursos nacionales para mantener a la meretriz del Caribe, entonces podremos comenzar a vislumbrar las soluciones que nos lleven a un rescate de la dignidad y los valores de bien. En servidumbre y esclavitud no hay valores morales, sólo hay sobrevivencia. Si los gobernantes son ejemplo de deshonor, la sociedad se hunde en la abyección. Si los gobernantes son indignos, corruptos, maleantes y esclavos ¿cómo pueden los más desventurados desarrollar valores de bien?
Hay soluciones para el rescate moral en Venezuela, pero sólo podrá encontrárselas por el camino del auto respeto y valoración. Primero el respeto por nosotros mismos; luego, el respeto por los otros. De allí vendrán las soluciones para un nuevo y necesario pacto de valores en Venezuela.
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