EQUIPO DE CARACAS , EL UNIVERSAL| EL UNIVERSAL
lunes 17 de febrero de 2014 08:03 AM
Fachadas de bancos, edificios públicos y residencias privadas destrozadas, basura en las calles, papeleras arrancadas de los postes en Chacao, alcantarillas levantadas en Los Ruices, paradas de autobuses vandalizadas... cuatro días seguidos de protestas han dejado una huella de desolación en el este de la ciudad.
El propio alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, habló de "cuatro días de violencia y desorden", y condenó la manera como terminaron las protestas, mencionando a elemento ajenos que desvirtuaron su propósito. El sábado en la noche preguntó a través de su cuenta de twitter: "¿No hay algún líder de los manifestantes que denuncie la presencia de infiltrados?", lo que le mereció la respuesta de Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios: "Quienes están causando destrozos no son parte del movimiento estudiantil".
Los propios vecinos de Chacao, que han vivido noches de pesadilla, corroboran en general estas impresiones: "El malandraje se infiltró en esa marcha, no eran estudiantes los que hicieron los destrozos", asegura María Félix Novoa, una profesora de bachillerato que cuenta que muchos de sus estudiantes se dirigían a ella desesperados y le decían: "Esos con gente como de su edad (alrededor de 40 años), profesora, no son estudiantes". Cuenta además que presenció situaciones irregulares, como civiles armados con motos de alta cilindrada recorriendo el municipio.
Ana Albornoz presenció cómo algunos estudiantes más bien intentaban impedir los destrozos: "Eran unos revoltosos, yo no sé de qué bando eran, pero estudiantes no, eso era pillaje, anarquía".
Vecinos en vela
Los habitantes de la calle B y de la avenida principal de Los Ruices llevan cuatro días sin dormir debido a los ataques de la Guardia Nacional contra los estudiantes que se concentraron en varios puntos la noche de este sábado.
"Poco antes de las nueve de la noche. llegaron los uniformados. Algunos se refugiaron en el Edificio Santa Rita (calle B) y comenzaron a lanzar bombas y perdigones a quemarropa contra los muchachos. Los vecinos les decían que los dejaran en paz. Hubo un muchacho que fue arrastrado por toda la calle por parte de un funcionario", dijo una vecina.
Añadió que desde las torres aledañas, algunos vecinos lanzaron botellas contra los uniformados para defender a los jóvenes que corrían desesperados. "A una vecina de 85 años tuvieron que suministrarle pastillas para calmarla y que pudiera dormir tranquila. En vista de la situación algunos padres optaron por mandar a sus hijos a casa de otros familiares para protegerlos y otros durmieron en el piso".
Una tanqueta de la Guardia Nacional se apostó a las puertas del canal Venezolana de Televisión y allí permanece. Muchos vecinos denunciaron que en la terraza del canal había francotiradores y que durante las últimas tres noches decenas de motorizados, miembros de colectivos, han circulado por la zona para amedrentar.
Hayskellmy Bellorín, habitante de Chacao, refirió que anteanoche se encontraba viendo CNN, cuando escuchó las detonaciones y los gritos. "Me asomé y observé cómo a un camarógrafo lo agredieron y fue auxiliado por los estudiantes hasta que llegó una ambulancia de Salud Chacao y se lo llevó. A mi sobrino de cuatro años que sufre de asma tuvimos que ponerle un tapaboca para evitar que se asfixiara por los gases. Desde hace varios días me está preguntando qué pasa y por qué la gente grita".
Otro vecino de Chacao manifestó que los padres, para alejar a sus hijos de los efectos de los gases, los bajaron a los estacionamientos y activaron el aire acondicionado de los vehículos para evitar que el humo los afixiara.
Mario Matta, residente de Altamira, manifestó que tuvo que explicarle sutilmente la situación a su hija de 9 años para que no entrara en pánico por los continuos ataques.
El propio alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, habló de "cuatro días de violencia y desorden", y condenó la manera como terminaron las protestas, mencionando a elemento ajenos que desvirtuaron su propósito. El sábado en la noche preguntó a través de su cuenta de twitter: "¿No hay algún líder de los manifestantes que denuncie la presencia de infiltrados?", lo que le mereció la respuesta de Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios: "Quienes están causando destrozos no son parte del movimiento estudiantil".
Los propios vecinos de Chacao, que han vivido noches de pesadilla, corroboran en general estas impresiones: "El malandraje se infiltró en esa marcha, no eran estudiantes los que hicieron los destrozos", asegura María Félix Novoa, una profesora de bachillerato que cuenta que muchos de sus estudiantes se dirigían a ella desesperados y le decían: "Esos con gente como de su edad (alrededor de 40 años), profesora, no son estudiantes". Cuenta además que presenció situaciones irregulares, como civiles armados con motos de alta cilindrada recorriendo el municipio.
Ana Albornoz presenció cómo algunos estudiantes más bien intentaban impedir los destrozos: "Eran unos revoltosos, yo no sé de qué bando eran, pero estudiantes no, eso era pillaje, anarquía".
Vecinos en vela
Los habitantes de la calle B y de la avenida principal de Los Ruices llevan cuatro días sin dormir debido a los ataques de la Guardia Nacional contra los estudiantes que se concentraron en varios puntos la noche de este sábado.
"Poco antes de las nueve de la noche. llegaron los uniformados. Algunos se refugiaron en el Edificio Santa Rita (calle B) y comenzaron a lanzar bombas y perdigones a quemarropa contra los muchachos. Los vecinos les decían que los dejaran en paz. Hubo un muchacho que fue arrastrado por toda la calle por parte de un funcionario", dijo una vecina.
Añadió que desde las torres aledañas, algunos vecinos lanzaron botellas contra los uniformados para defender a los jóvenes que corrían desesperados. "A una vecina de 85 años tuvieron que suministrarle pastillas para calmarla y que pudiera dormir tranquila. En vista de la situación algunos padres optaron por mandar a sus hijos a casa de otros familiares para protegerlos y otros durmieron en el piso".
Una tanqueta de la Guardia Nacional se apostó a las puertas del canal Venezolana de Televisión y allí permanece. Muchos vecinos denunciaron que en la terraza del canal había francotiradores y que durante las últimas tres noches decenas de motorizados, miembros de colectivos, han circulado por la zona para amedrentar.
Hayskellmy Bellorín, habitante de Chacao, refirió que anteanoche se encontraba viendo CNN, cuando escuchó las detonaciones y los gritos. "Me asomé y observé cómo a un camarógrafo lo agredieron y fue auxiliado por los estudiantes hasta que llegó una ambulancia de Salud Chacao y se lo llevó. A mi sobrino de cuatro años que sufre de asma tuvimos que ponerle un tapaboca para evitar que se asfixiara por los gases. Desde hace varios días me está preguntando qué pasa y por qué la gente grita".
Otro vecino de Chacao manifestó que los padres, para alejar a sus hijos de los efectos de los gases, los bajaron a los estacionamientos y activaron el aire acondicionado de los vehículos para evitar que el humo los afixiara.
Mario Matta, residente de Altamira, manifestó que tuvo que explicarle sutilmente la situación a su hija de 9 años para que no entrara en pánico por los continuos ataques.
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