ROBERTO GIUSTI| EL UNIVERSAL
domingo 30 de marzo de 2014 12:49 PM
Si bien desde el 27 de febrero pasó a la clandestinidad porque sobre él pesa una orden de captura por parte de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Carlos Vecchio, coordinador Político de Voluntad Popular, no se resigna a la pasividad y superando las limitaciones a las cuales está sometido, se pronuncia sobre la situación del país ante las preguntas, contenidas en un cuestionario, que respondió por escrito.
-Cómo es tu vida en la clandestinidad? ¿No te arrepientes de haberte metido en la política?
-La clandestinidad es andar siempre en secreto y eso hace tu vida mucho más compleja. Muchas cosas no se pueden decir, precisamente por seguridad. Cuando entré en la política jamás pensé que estaría en esta situación que, ahora, me lleva a recordar, anécdotas de mi madre sobre la dictadura de Pérez Jiménez, "¿Cómo se vivía en dictadura?", le preguntaba y ella me narraba situaciones de conocidos que estuvieron en clandestinidad y de familiares presos. Me duele que en pleno siglo XXI estemos en esta situación. Pero no me arrepiento de estar en la política. Todo lo contrario, pocas personas en el mundo tiene el privilegio de incidir en la vida de su país en momentos tan decisivos para su futuro. Es algo que se lleva en el alma. Una pasión. Le das gracias a la vida por darte la oportunidad de hacer lo que quieres hacer. Entregar tu alma para ver la transformación de un pueblo y, sobre todo, ayudar a quien más necesita. Ahora más que nunca hace falta gente honesta en la política.
-¿No piensas entregarte?
-Todo lo que vamos hacer lo anunciaremos oportunamente. Leopoldo tiene un rol que cumplir. Yo tengo otro como Coordinador Político de Voluntad Popular. Nos complementamos como equipo.
-¿Se puede vivir en una huida permanente?
-Todo tiene su final. Y creo que cada día está más cerca. El modelo que este régimen ha implementado es inviable. Ha roto la convivencia, no da respuesta a los problemas de los venezolanos y restringe la libertad. No hay gobernabilidad porque este modelo excluye a más de la mitad del país. Tengo amigos, en el oficialismo que lo saben. Hemos hablado. El chavismo democrático debe facilitar la transición. La lucha de hoy no es de pueblo contra pueblo, sino de un pueblo que sufre contra una cúpula corrupta. Ese grupito ya no defiende siquiera los intereses genuinos de una parte de la población sino solamente sus privilegios. Es hora que nos encontremos para avanzar sin dejar a nadie atrás. Venezuela tendrá pronto un renacimiento de libertad como siempre lo ha tenido a lo largo de su historia.
-¿Tiene sentido esa opción (la clandestinidad) desde el punto de vista político?
-Todos los métodos democráticos en política son válidos. Y ésta, que no conocía, también es una forma de lucha que nos permite actuar.
-¿No sería mejor, desde la perspectiva de tu papel como dirigente, salir del país y trabajar desde afuera, como lo hicieron, en su momento, quienes luchaban contra la dictadura perezjimenista?
-Por ahora eso no está planteado. Mi lugar, mi lucha, es acá, en mi país.
-¿Languideciendo en la cárcel y esperando, en la pasividad, un cambio político que no se termina de dar?
-El cambio político cada día está más cerca porque el modelo es inviable. Las detenciones que han ocurrido han ayudado a demostrar, nacional e internacionalmente, que acá hay una dictadura. Además, quienes están en la cárcel transfieren el espíritu de lucha a quienes estamos afuera. Como lo dijo Leopoldo, si su encarcelamiento sirve para el despertar de un pueblo, entonces habrá valido la pena. Ellos se convierten en un símbolo de esperanza y de fuerza que nos impulsan para lograr el cambio.
-¿Piensas, como dice Maduro, que hay "un golpe continuado", en el cual involucra a tres generales de la aviación?
-Tú reclamas porque no encuentras leche y el régimen inmediatamente te dice golpista. Eso es lo que hemos escuchado en 15 años. El mismo cuento. Todo aquel que levante la voz en contra, inmediatamente es etiquetado para restarle fuerza a la protesta. Aquí el golpe continuado y permanente lo tiene un sistema que oprime a un pueblo que no encuentra comida, que asesinan en la calle y al cual los reales no le alcanzan. Y lo más duro: le quitan la libertad de progresar y de salir de la pobreza.
-¿Sostuvieron ustedes (Voluntad Popular) u otros dirigentes, contactos con oficiales de las Fuerzas Armadas antes del 12 de febrero?
-No. En absoluto. A nuestra Fuerza Armada les digo que cumpla con la Constitución. No puede estar al servicio de parcialidad política alguna. A Venezuela le costó mucho formar y profesionalizar a nuestro ejército y ahora pretenden convertirlo en una montonera.
-¿Cómo operaría el cambio político sin la aquiescencia de las Fuerzas Armadas?
-El cambio que hemos promovido desde Voluntad Popular es un cambio democrático, de abajo hacia arriba. Con la gente. Consolidando nuestra mayoría y une gran movimiento social. Sino tienes eso, ningún cambio es posible. Y los mecanismos que hemos propuesto son los que están en la Constitución: Renuncia, enmienda, revocatorio y Constituyente. Esos mecanismos se activan con mucha gente organizada y no con los militares.
--¿No se equivocaron ustedes al plantear "La Salida", en vista de los resultados: una cifra que ronda los 40 muertos, miles de detenidos, cientos de torturados, el descabezamiento de Voluntad Popular, el encarcelamiento de Leopoldo López, así como de dos alcaldes, además de la destitución de María Corina Machado? ¿No desestimaron la posibilidad de que el Gobierno reaccionara, como lo hizo, radicalizando y reprimiendo?
-Nosotros no hemos asesinado, ni detenido, ni torturado a persona alguna. Ha sido la dictadura la que ha provocado y generado la violencia, la detenciones, asesinatos, y torturas. Nuestra lucha es pacífica. No creemos en la violencia porque eso solo beneficia al Gobierno. Desde acá hacemos un llamado para que continuemos con nuestra protesta pacífica. Rechazamos actos vandálicos. La convocatoria levantó la voz de un pueblo que estaba bravo y estaba esperando que alguien los despertara. Las manifestaciones no tienen precedentes. Han sido nacionales, masivas y no se ha convocado desde los medios de comunicación. Había una percepción que todo estaba bien. Y era mentira. Lo que hay es un inmenso descontento porque tenemos la mayor escasez de los últimos tiempos, la inflación más alta del mundo y uno de los países más violentos. ¿Cómo no levantar la voz? Como dirigente político es una obligación moral llamar al despertar de un pueblo que sufre. Eso lo hicimos. Y teníamos razón. Ya vamos para casi 50 días de protestas, la inmensa mayoría de ellas pacíficas.
-Sin embargo, la dirección nacional de tu partido quedó anulada.
-Ninguna organización política había sido atacada tan duro desde la época de Pérez Jiménez. La pregunta sería, entonces, ¿por qué nos atacan tanto? Porque en esta historia, estamos del lado correcto: el de la verdad y de la justicia. ¿Será por qué les ganamos más de 13 alcaldías donde nunca antes había ganado la oposición en 15 años? ¿Será porque tenemos liderazgos sociales a nivel nacional? Me siento orgulloso de formar parte de Voluntad Popular. Y no tengo dudas que de esto saldremos mas fortalecidos como personas y como partido. Desde aquí les digo a mi familia de Voluntad Popular: sigamos en la lucha. Estamos del lado correcto de la historia.
-¿No se redujo, antes que consolidarse, la lucha de una oposición que luce dividida en la realidad de los hechos?
-No creo. A nuestro modo de ver el régimen está golpeado por la situación política, económica y social. En la Unidad entendemos que todos somos necesarios. Puede haber diferencias pero nunca división. Todos quienes hacemos vida en la Unidad entendemos el momento que vivimos y eso nos exige estar a la altura del compromiso. Venezuela no nos perdonaría una división. No se la merece. Desde aquí expreso mi agradecimiento a los partidos de la MUD por el apoyo que nos han dado. En particular a Antonio Ledezma, Ramón Guillermo Aveledo, María Corina, Henrique Capriles, Andrés Velásquez, Roberto Enríquez, Ismael García, Carlos Berrizbetia, Henry Ramos y Simón Calzadilla, por mencionar algunos.
-Cómo es tu vida en la clandestinidad? ¿No te arrepientes de haberte metido en la política?
-La clandestinidad es andar siempre en secreto y eso hace tu vida mucho más compleja. Muchas cosas no se pueden decir, precisamente por seguridad. Cuando entré en la política jamás pensé que estaría en esta situación que, ahora, me lleva a recordar, anécdotas de mi madre sobre la dictadura de Pérez Jiménez, "¿Cómo se vivía en dictadura?", le preguntaba y ella me narraba situaciones de conocidos que estuvieron en clandestinidad y de familiares presos. Me duele que en pleno siglo XXI estemos en esta situación. Pero no me arrepiento de estar en la política. Todo lo contrario, pocas personas en el mundo tiene el privilegio de incidir en la vida de su país en momentos tan decisivos para su futuro. Es algo que se lleva en el alma. Una pasión. Le das gracias a la vida por darte la oportunidad de hacer lo que quieres hacer. Entregar tu alma para ver la transformación de un pueblo y, sobre todo, ayudar a quien más necesita. Ahora más que nunca hace falta gente honesta en la política.
-¿No piensas entregarte?
-Todo lo que vamos hacer lo anunciaremos oportunamente. Leopoldo tiene un rol que cumplir. Yo tengo otro como Coordinador Político de Voluntad Popular. Nos complementamos como equipo.
-¿Se puede vivir en una huida permanente?
-Todo tiene su final. Y creo que cada día está más cerca. El modelo que este régimen ha implementado es inviable. Ha roto la convivencia, no da respuesta a los problemas de los venezolanos y restringe la libertad. No hay gobernabilidad porque este modelo excluye a más de la mitad del país. Tengo amigos, en el oficialismo que lo saben. Hemos hablado. El chavismo democrático debe facilitar la transición. La lucha de hoy no es de pueblo contra pueblo, sino de un pueblo que sufre contra una cúpula corrupta. Ese grupito ya no defiende siquiera los intereses genuinos de una parte de la población sino solamente sus privilegios. Es hora que nos encontremos para avanzar sin dejar a nadie atrás. Venezuela tendrá pronto un renacimiento de libertad como siempre lo ha tenido a lo largo de su historia.
-¿Tiene sentido esa opción (la clandestinidad) desde el punto de vista político?
-Todos los métodos democráticos en política son válidos. Y ésta, que no conocía, también es una forma de lucha que nos permite actuar.
-¿No sería mejor, desde la perspectiva de tu papel como dirigente, salir del país y trabajar desde afuera, como lo hicieron, en su momento, quienes luchaban contra la dictadura perezjimenista?
-Por ahora eso no está planteado. Mi lugar, mi lucha, es acá, en mi país.
-¿Languideciendo en la cárcel y esperando, en la pasividad, un cambio político que no se termina de dar?
-El cambio político cada día está más cerca porque el modelo es inviable. Las detenciones que han ocurrido han ayudado a demostrar, nacional e internacionalmente, que acá hay una dictadura. Además, quienes están en la cárcel transfieren el espíritu de lucha a quienes estamos afuera. Como lo dijo Leopoldo, si su encarcelamiento sirve para el despertar de un pueblo, entonces habrá valido la pena. Ellos se convierten en un símbolo de esperanza y de fuerza que nos impulsan para lograr el cambio.
-¿Piensas, como dice Maduro, que hay "un golpe continuado", en el cual involucra a tres generales de la aviación?
-Tú reclamas porque no encuentras leche y el régimen inmediatamente te dice golpista. Eso es lo que hemos escuchado en 15 años. El mismo cuento. Todo aquel que levante la voz en contra, inmediatamente es etiquetado para restarle fuerza a la protesta. Aquí el golpe continuado y permanente lo tiene un sistema que oprime a un pueblo que no encuentra comida, que asesinan en la calle y al cual los reales no le alcanzan. Y lo más duro: le quitan la libertad de progresar y de salir de la pobreza.
-¿Sostuvieron ustedes (Voluntad Popular) u otros dirigentes, contactos con oficiales de las Fuerzas Armadas antes del 12 de febrero?
-No. En absoluto. A nuestra Fuerza Armada les digo que cumpla con la Constitución. No puede estar al servicio de parcialidad política alguna. A Venezuela le costó mucho formar y profesionalizar a nuestro ejército y ahora pretenden convertirlo en una montonera.
-¿Cómo operaría el cambio político sin la aquiescencia de las Fuerzas Armadas?
-El cambio que hemos promovido desde Voluntad Popular es un cambio democrático, de abajo hacia arriba. Con la gente. Consolidando nuestra mayoría y une gran movimiento social. Sino tienes eso, ningún cambio es posible. Y los mecanismos que hemos propuesto son los que están en la Constitución: Renuncia, enmienda, revocatorio y Constituyente. Esos mecanismos se activan con mucha gente organizada y no con los militares.
--¿No se equivocaron ustedes al plantear "La Salida", en vista de los resultados: una cifra que ronda los 40 muertos, miles de detenidos, cientos de torturados, el descabezamiento de Voluntad Popular, el encarcelamiento de Leopoldo López, así como de dos alcaldes, además de la destitución de María Corina Machado? ¿No desestimaron la posibilidad de que el Gobierno reaccionara, como lo hizo, radicalizando y reprimiendo?
-Nosotros no hemos asesinado, ni detenido, ni torturado a persona alguna. Ha sido la dictadura la que ha provocado y generado la violencia, la detenciones, asesinatos, y torturas. Nuestra lucha es pacífica. No creemos en la violencia porque eso solo beneficia al Gobierno. Desde acá hacemos un llamado para que continuemos con nuestra protesta pacífica. Rechazamos actos vandálicos. La convocatoria levantó la voz de un pueblo que estaba bravo y estaba esperando que alguien los despertara. Las manifestaciones no tienen precedentes. Han sido nacionales, masivas y no se ha convocado desde los medios de comunicación. Había una percepción que todo estaba bien. Y era mentira. Lo que hay es un inmenso descontento porque tenemos la mayor escasez de los últimos tiempos, la inflación más alta del mundo y uno de los países más violentos. ¿Cómo no levantar la voz? Como dirigente político es una obligación moral llamar al despertar de un pueblo que sufre. Eso lo hicimos. Y teníamos razón. Ya vamos para casi 50 días de protestas, la inmensa mayoría de ellas pacíficas.
-Sin embargo, la dirección nacional de tu partido quedó anulada.
-Ninguna organización política había sido atacada tan duro desde la época de Pérez Jiménez. La pregunta sería, entonces, ¿por qué nos atacan tanto? Porque en esta historia, estamos del lado correcto: el de la verdad y de la justicia. ¿Será por qué les ganamos más de 13 alcaldías donde nunca antes había ganado la oposición en 15 años? ¿Será porque tenemos liderazgos sociales a nivel nacional? Me siento orgulloso de formar parte de Voluntad Popular. Y no tengo dudas que de esto saldremos mas fortalecidos como personas y como partido. Desde aquí les digo a mi familia de Voluntad Popular: sigamos en la lucha. Estamos del lado correcto de la historia.
-¿No se redujo, antes que consolidarse, la lucha de una oposición que luce dividida en la realidad de los hechos?
-No creo. A nuestro modo de ver el régimen está golpeado por la situación política, económica y social. En la Unidad entendemos que todos somos necesarios. Puede haber diferencias pero nunca división. Todos quienes hacemos vida en la Unidad entendemos el momento que vivimos y eso nos exige estar a la altura del compromiso. Venezuela no nos perdonaría una división. No se la merece. Desde aquí expreso mi agradecimiento a los partidos de la MUD por el apoyo que nos han dado. En particular a Antonio Ledezma, Ramón Guillermo Aveledo, María Corina, Henrique Capriles, Andrés Velásquez, Roberto Enríquez, Ismael García, Carlos Berrizbetia, Henry Ramos y Simón Calzadilla, por mencionar algunos.
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