THAYS PEÑALVER| EL UNIVERSAL
jueves 27 de marzo de 2014 12:00 AM
A los franceses jamás se les habría ocurrido llamar a Víctor Hugo y a Alejandro Dumas para que en una coalición de grandes escritores e intelectuales arreglaran la política francesa. ¿Qué mas notable que aquellos que escribieron Los Miserables o Los Tres Mosqueteros, con sus profundos conocimientos sobre la sociedad francesa pudieran coadyuvar a la solución de sus problemas? Pero no lo habrían hecho jamás porque tanto Hugo como Dumas tenían sus aspiraciones políticas claras, es decir que podían ser genios de la escritura, pero también pequeños políticos, con sus pequeñas miserias políticas o intereses particulares.
Que mas notables pudieran ser Albert Camus, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, pero de haberlos llamado junto con tantos otros intelectuales de la época, Francia hubiera tenido como salida el tufillo comunista. Porque si decidiéramos colocar a los ganadores del premio Nobel de Literatura de los últimos años, con honradas excepciones, desde García Márquez hasta hoy, encontraríamos a una gran mayoría sospechosamente comunista. Así que por más notable que usted sea, la lección es que no estará exento en lo personal de ideologías y posiciones políticas predefinidas. De hecho uno de ellos Czeslaw Milosz, premio Nobel y escritor de un gran libro llamado "La mente cautiva", acerca de los intelectuales comunistas y que fue un bestseller en Yugoslavia llegó a explicar que paradójicamente fueron los notables, los "intelectuales, los responsables de los horrores de Bosnia, puesto que iniciaron las nuevas tendencias nacionalistas en lo que fue Yugoslavia". En fin que una cosa es que sean grandes escritores y otra muy distinta es que no tengan intereses personales o ideológicos. Una cosa es que usted sea un gran intelectual y otra muy diferente a que sus ideas políticas no conduzcan al desastre.
Por eso de cara al "Gran Diálogo Nacional" hay que recordar uno de los episodios más conmovedores y absurdos de la historia de Venezuela, el de los autodenominados "Notables". Conmovedor porque por más que dijeron que fueron los medios los que los llamaron así, en realidad fueron ellos quienes escribían los artículos autodenominándose como "intelectuales". Y si existe algo en Venezuela más peligroso que los bárbaros armados, son precisamente los "intelectuales" que históricamente han avalado y cortejado a cuanto truhán existió jamás como presidente. Fueron los "intelectuales" los que galantearon al tirano Cipriano Castro y los mismos que luego enamoraron al tirano Gómez para traicionar al anterior. Aquellos a los que José Rafael Pocaterra calificó como una "enfermedad" como "el estado mayor de la desvergüenza" los que "carecen de respeto propio y de dignidad" y a los que les bastaba escribir apenas bastaba un "articulo de prensa" para ganarse un consulado o un carguito.
Pero la verdad es que Venezuela nunca convocó a los notables a resolver sus problemas, sino que un grupo de variopintos personajes se auto convocó para destruir la democracia venezolana. Ahora bien, ¿qué tenían estos personajes en común? Pues no eran precisamente sus premios Nobel, ni siquiera eran obras maestras del pensamiento. Sus únicos puntos en común, además de la edad que rondaba en los 80 años, es que todos provenían de las generaciones nacidas y crecidas en dictaduras militares, eran hijos de militares de la dictadura o acompañaron a los dictadores siendo incluso de sus entornos íntimos, y quizás la más evidente, casi todos se habían presentado como candidatos presidenciales contra los partidos de la democracia en distintos momentos y habían perdido abrumadoramente.
Y es así como nos explica nuestra historia que "en río revuelto la ganancia es de autoconvocados" pudiendo observar hoy una inmensa gesta de estos que inundan sospechosamente los medios de comunicación llamando al diálogo y exigiendo el cese de la violencia para que "ellos" puedan dialogar en unas mesas que lucen más de negocios que de diálogo. Integradas en su mayoría por ex funcionarios del chavismo y uno que otro despalomado que habría que preguntarle primero donde estuvo estos últimos 15 años en el país mientras Leopoldo está preso, junto con no pocos alcaldes, María Corina correrá la misma suerte y Capriles nos explica ya sin tapujos que hay extremos tocándose de tal forma que no se sabe quién es quién. En fin, ironía aparte, a veces creo que deberíamos marchar pero no a Miraflores, sino a algunas casas de opositores a exigir explicaciones para saber de qué o de quiénes viven.
Porque si hay algo que debemos recordar, es que en todos los periodos históricos venezolanos, los "auto convocados" fueron los que ayudaron a destruir a Venezuela y sí bastaría con solo recordar a los "Notables" encompinchados con Hugo Chávez.
Que mas notables pudieran ser Albert Camus, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, pero de haberlos llamado junto con tantos otros intelectuales de la época, Francia hubiera tenido como salida el tufillo comunista. Porque si decidiéramos colocar a los ganadores del premio Nobel de Literatura de los últimos años, con honradas excepciones, desde García Márquez hasta hoy, encontraríamos a una gran mayoría sospechosamente comunista. Así que por más notable que usted sea, la lección es que no estará exento en lo personal de ideologías y posiciones políticas predefinidas. De hecho uno de ellos Czeslaw Milosz, premio Nobel y escritor de un gran libro llamado "La mente cautiva", acerca de los intelectuales comunistas y que fue un bestseller en Yugoslavia llegó a explicar que paradójicamente fueron los notables, los "intelectuales, los responsables de los horrores de Bosnia, puesto que iniciaron las nuevas tendencias nacionalistas en lo que fue Yugoslavia". En fin que una cosa es que sean grandes escritores y otra muy distinta es que no tengan intereses personales o ideológicos. Una cosa es que usted sea un gran intelectual y otra muy diferente a que sus ideas políticas no conduzcan al desastre.
Por eso de cara al "Gran Diálogo Nacional" hay que recordar uno de los episodios más conmovedores y absurdos de la historia de Venezuela, el de los autodenominados "Notables". Conmovedor porque por más que dijeron que fueron los medios los que los llamaron así, en realidad fueron ellos quienes escribían los artículos autodenominándose como "intelectuales". Y si existe algo en Venezuela más peligroso que los bárbaros armados, son precisamente los "intelectuales" que históricamente han avalado y cortejado a cuanto truhán existió jamás como presidente. Fueron los "intelectuales" los que galantearon al tirano Cipriano Castro y los mismos que luego enamoraron al tirano Gómez para traicionar al anterior. Aquellos a los que José Rafael Pocaterra calificó como una "enfermedad" como "el estado mayor de la desvergüenza" los que "carecen de respeto propio y de dignidad" y a los que les bastaba escribir apenas bastaba un "articulo de prensa" para ganarse un consulado o un carguito.
Pero la verdad es que Venezuela nunca convocó a los notables a resolver sus problemas, sino que un grupo de variopintos personajes se auto convocó para destruir la democracia venezolana. Ahora bien, ¿qué tenían estos personajes en común? Pues no eran precisamente sus premios Nobel, ni siquiera eran obras maestras del pensamiento. Sus únicos puntos en común, además de la edad que rondaba en los 80 años, es que todos provenían de las generaciones nacidas y crecidas en dictaduras militares, eran hijos de militares de la dictadura o acompañaron a los dictadores siendo incluso de sus entornos íntimos, y quizás la más evidente, casi todos se habían presentado como candidatos presidenciales contra los partidos de la democracia en distintos momentos y habían perdido abrumadoramente.
Y es así como nos explica nuestra historia que "en río revuelto la ganancia es de autoconvocados" pudiendo observar hoy una inmensa gesta de estos que inundan sospechosamente los medios de comunicación llamando al diálogo y exigiendo el cese de la violencia para que "ellos" puedan dialogar en unas mesas que lucen más de negocios que de diálogo. Integradas en su mayoría por ex funcionarios del chavismo y uno que otro despalomado que habría que preguntarle primero donde estuvo estos últimos 15 años en el país mientras Leopoldo está preso, junto con no pocos alcaldes, María Corina correrá la misma suerte y Capriles nos explica ya sin tapujos que hay extremos tocándose de tal forma que no se sabe quién es quién. En fin, ironía aparte, a veces creo que deberíamos marchar pero no a Miraflores, sino a algunas casas de opositores a exigir explicaciones para saber de qué o de quiénes viven.
Porque si hay algo que debemos recordar, es que en todos los periodos históricos venezolanos, los "auto convocados" fueron los que ayudaron a destruir a Venezuela y sí bastaría con solo recordar a los "Notables" encompinchados con Hugo Chávez.
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