José Rafael Revenga
Después de 7 largos meses y 2.500
misiones de ataques aéreos contra los baluartes del ISIS en el norte de Irak y
Siria, el Pentágono da a conocer un informe en el cual estima que se requerirán
por lo menos 25.000 efectivos “pies en tierra” para intentar desalojar los
2.000 militantes del llamado Ejército Islámico ISIS en posesión de la ciudad de
Mosul (Irak) con su millón de habitantes desde junio del 2014.
Lo sorprendente del anuncio, dado
el jueves 19/02 por un oficial vocero del US Central Command a
nombre de su comandante, el general Lloyd J. Austin, es dar a conocer al
público detalles de la operación para la retoma de Mosul con su fecha estimada
de ejecución para abril-mayo de 2015.
La
retoma de Mosul
Mosul
representa no solo la segunda ciudad más importante de Irak sino la
plataforma para ejercer el control sobre toda la franja norte del país y
también de Siria. La información oficial acerca de la ofensiva precisa que en
la actualidad fuerzas estadounidenses entrenan y equipan a 5 brigadas de efectivos
(unos 10.000 combatientes) de las fuerzas armadas iraquíes junto con 3 brigadas
de los combatientespeshmerga kurdos y un apoyo adicional por parte
de los miembros de las milicias chiitas presentes en Irak.
El
objetivo, expresado en términos militares, es “degradar la capacidad de ISIS”
para lo cual también está en preparación el entrenamiento y equipamientos de
fuerzas sirias lo cual significa el cese del apoyo a los insurgentes quienes
han intentado derrocar a Bashar al-Assad durante los últimos 3 años. Las
fuerzas oficiales de Siria han contribuido a recuperar unos 800 kilómetros
cuadrados de territorio en manos del ISIS. Además, hay alguna información en
torno al entrenamiento de rebeldes sirios en Turquía los cuales tenían hasta
hace poco como objetivo el régimen de Al-Assad y ahora las necesidades han
obligado a redirigirlos en una nueva misión con un nuevo blanco: ISIS.
Todas las
consideraciones previas apuntan a la realización que era indispensable
recuperar territorio conquistado por ISIS y negarle el establecimiento de una
especie de zona franca autónoma. Supongo que la participación de Estados
Unidos por más intencionalmente limitada a ISR (Inteligencia,
Supervisión y Reconocimiento) no podrá evadir la presencia directa en el teatro
de operaciones con el riesgo de sufrir bajas o prisioneros lo cual llevaría la
dinámica militar a una nueva escala de intensidad.
Una estrategia llena de interrogantes
La
ejecución de la ofensiva no deja de levantar un número de graves interrogantes:
i)
¿Cuán eficaz ha sido la preparación de las brigadas cuyos integrantes han
tenido una mínima exposición a los rigores del combate?
ii)
¿Cuán intensa será la “nube de la guerra” imposible de evitar entre las
instancias de mando en manos de Estados Unidos y los efectivos iraquíes y
kurdos?
iii)
Existe el riesgo del retraso del inicio de la ofensiva lo cual la llevaría a
colidir con la celebración del Ramadán (se inicia el 17/06) y la colocaría en
medio del tórrido verano desértico.
iv)
El ISIS, ya en pleno conocimiento de las características de la ofensiva por
lanzar no tardaría en desarrollar frentes alternos de combate no solo en la
región sino en el Medio Oriente sin descartar Europa y Estados Unidos.
v)
Es probable que ISIS decida no atrincherarse en la defensa de la ciudad y más
bien proceder a dispersarse en numerosos pueblos vecinos y lanzar
ofensivas a partir de ellos.
vi)
Los aviones caza-bombarderos estadounidenses son clave para el éxito de la
operación pero su eficacia depende de controladores y señaladores de blancos
militares quienes deben operar “pies en tierra” lo cual requiere la presencia
de efectivos de las fuerzas de operaciones especiales para protegerlos.
vii)
Pudiera darse el escenario de la captura, por militantes del ISIS, de un piloto
estadounidense al ser derribado su avión o su helicóptero. De ocurrir,
seguramente el mundo sería testigo de un episodio trágico similar al que tuvo
por víctima a un piloto jordano.
viii)
La Casa Blanca ha querido justificar el preaviso de la puesta en marcha de la
ofensiva acudiendo a una explicación que se trata de una acción propia de las
“operaciones psicológicas” (psyops) a fin de desincentivar al enemigo.
Dos refutaciones se imponen: a) es un error estratégico considerar a los
yihadistas como enemigos convencionales y b) el comunicado presidencial parece
omitir el impacto del parte noticioso sobre el millón de habitantes de Mosul
ahora expuestos a un asedio de parte de tomistas e invasores. Es previsible una
gigantesca crisis humanitaria causada por centenares de miles de personas
conscientes de disponer de solo dos meses para abandonar la ciudad y sus
pertenencias.
La confusión reina en Washington
Mientras
la operación “retoma de Mosul” se encuentra en preparación, un intenso debate
tiene lugar en Washington en torno a la conveniencia del anuncio público. El
recién confirmado secretario de Defensa, Ashton Carter, declara no haber tenido
conocimiento previo del anuncio y los senadores John McCain y Lindsey Graham
envían una carta al presidente Obama el viernes 20/02 en la cual manifiestan su
estupor sobre los riesgos de dar a conocer una operación militar antes de su
ejecución.
Las
hipótesis abundan en los “pasillos del poder” en Washington. Sin embargo, se da
casi por sentado que a nivel del mando militar superior se estimó que el
anuncio podía desencadenar una huida de los efectivos del ISIS y así
facilitar la conquista de la ciudad. En todo caso, es creíble que la Casa
Blanca y el Consejo Nacional de Seguridad no estuvieran enterados de la
iniciativa comunicacional. De ser así, aun antes de su lanzamiento la operación
se encuentra seriamente comprometida al eliminar el “factor sorpresa” y
permitir al enemigo la colocación de miles de explosivos improvisados armados
como trampas.
Otra
hipótesis menos benigna apunta a la estrategia deliberada de Obama de proyectar
la percepción de una postura más agresiva a fin de compensar su supuesto vacío
de liderazgo en relación con el combate contra el terrorismo yihadista.
Sea la
que sea la estratagema en curso, el anuncio público le ha restado piso político
a la operación en cuestión. Cualquier obstáculo, retraso o revés que afecte el
desarrollo de las acciones militares será magnificado al restarle apoyo y
credibilidad en la opinión pública y política como consecuencia de un
“auto-tubazo” comunicacional.
Otro
factor por tomar en cuenta es la entrevista dada el lunes 16/02 a la BBC –tres
días antes del anuncio del Pentágono– por el primer ministro de Irak, Haider
al-Abadi, en la cual el menciona la preparación de una ofensiva por parte de
las Fuerzas Armadas de Irak y de las milicias chiitas con el fin de liberar a
Mosul “en los próximos meses”. Por lo menos, el gobernante iraquí declino
mencionar un marco temporal al argumentar que la fijación de la fecha dependía
de la situación táctica en el terreno y del nivel de entrenamiento de los
efectivos.
Un
anuncio inoportuno y un plan militar que depende del entrenamiento durante tres
meses de dos divisiones armadas cuya mayoría de efectivos carecen de
experiencia de combate, llego a su punto terminal cuando el 24/06 el Pentágono
decide posponer la ofensiva. Parece ser que el primer ministro de Irak, Haider
al-Abadi, no había sido informado de la operación.
El terrorismo empieza por la casa
Mientras
Washington se debate sobre la conveniencia del preaviso y la de la operación
militar en sí, el terrorismo fundamentalista mediático, activado por amenazas
creíbles, irrumpe en el corazón de Estados Unidos al conocerse que uno de los
principales centros comerciales –Mall of the Americas en Bloomington,
Minnesota– y símbolo nacional de dichos establecimientos, es blanco del grupo
Al-Shabab, originario de Somalia y afiliado a Al-Qaeda, según un video
difundido por las redes sociales.
Tanto el
FBI como el Departamento de Departamento de Seguridad de la Patria han tomado
el contenido del video de 75 minutos de duración con toda seriedad y lo han
calificado como “una nueva fase que ha evolucionado en función de la amenaza
terrorista a nivel global”. El grupo que se atribuye el video y su amenaza es
conocido por su ataque al principal centro comercial en Nairobi, Kenia (2013)
en el cual fallecieron 67 personas. El video también menciona como blancos de
las acciones terroristas a Oxford Street en Londres y West Edmonton Mall
en Canadá.
Es
probable que la difusión del video sea una respuesta a la cumbre de tres días
convocada por la Casa Blanca sobre el tema “Contrarrestando
el Extremismo Violento” inaugurada por el presidente Obama el pasado
jueves 19/02.
A pesar
de la importancia y de la actualidad del tema, la cumbre no tuvo mayor impacto
comunicacional ni definió nuevos rumbos de acción. Se limitó a ser un
ejercicio de precisiones conceptuales y no mencionar al “terrorismo islámico”
sino al ISIS o ISIL.
Todos los caminos del ISIS conducen a Roma
Los
teatros de operaciones de ISIS no se limitan a Mosul ni a los centros
comerciales en Estados Unidos y Canadá, ni a los actos de terrorismo en
Francia, Bélgica y Dinamarca. Es motivo de máxima preocupación la presencia de
sus efectivos en una Libia anarquizada por guerras tribales que ya fracturaron
al país en dos grandes regiones militarizadas.
La
decapitación de 21 ciudadanos egipcios coptos que laboraban en Libia es
indicativa del aguerrido propósito del Ejército Islámico en Libia. Las
vulnerabilidades frente a un ISIS sin contrapeso militar ni logístico son
múltiples.
En primer
lugar, la destrucción de la infraestructura petrolera ahora casi totalmente en
manos de la ENI italiana con lo cual la capacidad de exportación petrolera se
reduciría al mínimo e Italia se vería en el aprieto de identificar nuevas
fuentes de suministro.
Una
segunda consideración versa sobre la aceleración del éxodo de centenares
de miles de inmigrantes ilegales provenientes de Turquía, Siria y la propia
Libia entre los cuales se disimularían efectivos yihadistas para cruzar una
corta distancia por mar y desembarcar en las costas italianas de Sicilia y
desde allí penetrar el resto de las naciones europeas. Italia ha sido
calificada por el ISIS como “la nación marcada con la sangre de la Cruz”.
El
aterrador escenario impactó de tal manera al primer ministro Matteo Renzi que
lo llevó a proponer una invasión con 5.000 efectivos del Ejército Italiano para
casi de inmediato retroceder y solicitar el respaldo de las Naciones Unidas al
darse cuenta de lo temerario de una aventura militar improvisada frente a los
experimentados fundamentalistas: “No debemos pasar de una indiferencia total a
una preocupación sin razón”. Palabras efectistas pero sin poder para
neutralizar una amenaza casi inimaginable.
Para el
ISIS Italia es su blanco primordial tal como lo enunció en su revista
digital Dabiq hace pocos meses:
“Conquistaremos
a vuestra Roma, romperemos vuestras cruces y esclavizaremos a vuestras mujeres
con el permiso de Ala, el Exaltado. Todo musulmán debe abandonar su casa,
encontrar a un cruzado y asesinarlo…Y así el Estado Islámico permanecerá hasta
que su bandera ondee sobre Roma”.
El
artículo del cual extraigo las frases citadas tiene por título “Reflexiones
sobre la Cruzada Final”. No es necesario insistir que el Vaticano ha
tomado, sottovoce, el asunto con toda seriedad.
La
situación se vuelve aun más compleja e incierta en cuanto a su desarrollo al
tomar el 16/02 la decisión el presidente de Egipto, Abdel-Fattah al-Sissi, de
ordenar el bombardeo de elementos yihadistas en Libia después de la matanza de
los 21 egipcios cristianos.
Actualmente
Libia está dividida en dos fuerzas opositoras una radicada en Tobruk y la
segunda integrada por milicias tribales las cuales controlan la capital
Trípoli. La Hermandad Musulmana, ilegalizada en Egipto, está alineada con este
último grupo lo cual facilitara la conexión con ISIS. Todo esto ocurre a solo
un par de centenares de kilómetros de la costa Italiana en Sicilia lo cual
induce a pensar que Mosul no debería calificar como blanco militar
prioritario.
El
Vaticano ha negado oficialmente la existencia de una amenaza específica contra
el papa. Una clara maniobra comunicacional para minimizar una angustia
justificada por parte de todos.
Quizás
quien mejor ha descrito la incertidumbre reinante es el propio Francisco
el pasado mes de agosto:
“Solo
puedo decir esto: Es licito parar a un agresor injusto. Subrayo el verbo:
parar. No digo bombardear, hacer la guerra. Digo parar de alguna manera. Es
allí que esto debe ser discutido. ¿Existe un agresor injusto? Parecería que sí.
¿Cómo logramos pararlo?”.
Mientras
se activa la búsqueda de la respuesta, efectivos del ISIS han secuestrado a
cerca de 400 sirios cristiano en el pueblo de Tel Tamr en el noreste de Siria.
La toma de Damasco
ISIS ha activado un nuevo teatro
de operaciones el cual permanecía relativamente inerte desde junio del 2014:
Damasco, capital de Siria y sede del gobierno del presidente Al-Assad. La
situación paradójica en desarrollo pudiera conducir al desenlace siguiente: son
los efectivos del ISIS quienes logran deponer al presidente y no el Ejercito
Libre Sirio instrumento de varias potencias occidentales y del Medio Oriente.
Vía El Nacional
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