Gustavo Coronel
Cipriano Castro: inspirador de algunos opositores venezolanos del siglo XXI
En
una Venezuela en la cual a PDVSA le extraen dos mil millones de dólares
para depositarlos en Andorra, se depositan miles de millones de dólares
de manera clandestina en Suiza, se reprime salvajemente a los jóvenes
venezolanos y el régimen se prepara para vender parte del oro de las
reservas internacionales para pagar deudas contraídas por corruptos e
incompetentes, la oposición organizada en partidos políticos
tradicionales guarda un vergonzoso silencio.
Pero,
de repente, esa oposición vuelve a la vida y protesta vigorosamente en
contra de…..Sanciones impuestas por los Estados Unidos en contra de
funcionarios venezolanos corruptos y violadores de los derechos humanos
de los venezolanos. Lo que representa, claramente, un apoyo a la causa
de la democracia venezolana, se convierte – en boca de esos políticos -
en un acto de agresión en contra de la soberanía, blá, blá, blá.
Salta
Henri Falcón a hablar de injerencia extranjera cuando no ha dicho esta
boca es mía ante el tutelaje que ejerce Cuba sobre Venezuela. Brinca
Primero Justicia (Dinorah Figuera) a decir que no está de acuerdo con
ningún tipo de intromisión (al menos habla de todo tipo). Se
escandaliza Roberto Enríquez, presidente del COPEI y dice: "Obama exagera. Venezuela no es peligro para USA” Y tuitea: “No sueño con marines invadiendo Venezuela (...) las medidas unilaterales están condenadas….”.
Y la MUD hace una ambigua declaración, en la cual afirma: “Venezuela no es una amenaza para ningún país”, guabineando entre los dos extremos de aplaudir y rechazar las sanciones. Su comunicado termina diciendo: “Recibimos con aprecio y agradecimiento el apoyo de la comunidad internacional, pero no aspiramos ni admitimos que la comunidad internacional o alguno de sus miembros asuma deberes que son nuestros. Así como rechazamos la grosera injerencia cubana, no propiciamos ni aceptamos ninguna otra. Esta es una lucha de los venezolanos por Venezuela”.
Y la MUD hace una ambigua declaración, en la cual afirma: “Venezuela no es una amenaza para ningún país”, guabineando entre los dos extremos de aplaudir y rechazar las sanciones. Su comunicado termina diciendo: “Recibimos con aprecio y agradecimiento el apoyo de la comunidad internacional, pero no aspiramos ni admitimos que la comunidad internacional o alguno de sus miembros asuma deberes que son nuestros. Así como rechazamos la grosera injerencia cubana, no propiciamos ni aceptamos ninguna otra. Esta es una lucha de los venezolanos por Venezuela”.
Es
decir, la MUD rechaza las medidas estadounidenses, a pesar de que sus
representantes han hecho innumerables viajes a USA a buscar solidaridad y
apoyo en contra del régimen venezolano. El virus de la “planta
insolente del extranjero” que afectó al Cabito Cipriano Castro está vivo
y coleando entre los políticos venezolanos.
Que es lo que les sucede a estos personajes?
Lo
primero es que parecen no saber de qué hablan. No se han informado
bien sobre la naturaleza y el alcance de las medidas que ha tomado el
Presidente Obama. Cuando el presidente de USA firma tales medidas recibe
poderes excepcionales para imponer sanciones económicas, tales como la
congelación de bienes de funcionarios corruptos del país objeto de las
medidas. Existen más de 20 países a los cuales USA les ha
impuesto sanciones parecidas en el pasado: Sudán del Sur, Yemen, Libia,
Somalia, son algunos de ellos. Las medidas no incluyen el uso de la
fuerza militar, para lo cual habría que pedir medidas diferentes. Pero
si incluye el uso de sanciones económicas en contra del país, no
solamente contra sus funcionarios corruptos.
Casi
todos nuestros políticos de oposición han tomado las medidas como un
preludio a una invasión estadounidense a Venezuela. En ello se
equivocan, aunque el caso de Diosdado Cabello comience a parecerse mucho
al de Manuel Noriega. Los Estados Unidos no necesitan utilizar una
opción militar en contra de Venezuela, lo cual -repito- no le ha sido
concedida a Obama en virtud de estas nuevas disposiciones. Los Estados
Unidos poseen suficientes opciones de tipo comercial para poner a Maduro
y su pandilla de rodillas. Para comenzar, sin necesidad de cortar la
compra de petróleo venezolano, podrían aplicarle un impuesto especial,
por lo cual se reducirían significativamente los envíos de petróleo
venezolano a USA, al hacerse no competitivos con crudos provenientes de
otros países. Sería ello un acto de agresión estadounidense, o un acto
de reciprocidad a la política del régimen venezolano, la cual ya tiene
varios años en vigencia, de reducir sus envíos a USA y buscar otros
clientes?
Lo que es igual no puede ser trampa.
Otra
disposición pudiera ser prohibir la exportación de equipos petroleros y
eléctricos desde los Estados Unidos a Venezuela. Entre otras
consecuencias para el régimen, ello terminaría con mucha de la
corrupción instalada en Barivén y en las contratistas tipo “bolichicos”
que solo benefician a sus dueños y a gerentes ladrones en PDVSA,
Corpoelec y CVG, además de a empresas poco honestas basadas en USA.
Los
políticos de oposición argumentan que restricciones de este tipo harían
sufrir a todos los venezolanos. Ello es igual a decir que una operación
quirúrgica sería indeseable por lo dolorosa que resultaría para el
paciente, sin pensar que la operación acortaría significativamente su
tiempo de sufrimiento, el cual ya dura largos años, día tras día, cada
vez en peor situación.
Los
políticos de oposición que critican la decisión de los Estados Unidos
han confundido la naturaleza de las sanciones y la declaración hecha por
el Presidente Obama de considerar a Venezuela como “una amenaza en
contra de los Estados Unidos”. La han interpretado como sinónimo deamenaza militar.
No es ese tipo de amenaza a la cual se refiere el gobierno
estadounidense. No puede un ratón amenazar a un elefante con el uso de
la fuerza bruta. Se refiere a la amenaza en contra de la estabilidad
política regional que representa el régimen forajido de Nicolás Maduro.
Parecería
que mucha de la oposición se ha fusionado de manera insidiosa con el
sistema imperante, llegando a co-existir pacíficamente con él. Cuando
ello sucede esa oposición se convierte en parte del problema, no en
parte de la solución. Por eso se habla de oposiciones en Venezuela, no
de una oposición. Y es por eso que se hace indispensable un Gran Frente
Nacional por la Democracia y la Libertad, integrado por la Sociedad
Civil como un todo.
Como
venezolano amante de la democracia y la libertad celebro las sanciones
de USA al régimen forajido de Nicolás Maduro y las veo, no como una
injerencia, sino como un valioso gesto de solidaridad. Creo que “la
planta insolente del extranjero” aplica a Cuba y a China, mucho más que a
USA.
Inclusive, aplica más a UNASUR y a su narco- corrupto secretario general que al país del norte.
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