Andrés Pastrana y Jorge Tuto Quiroga, expresidentes
de Colombia y Bolivia respectivamente, han remitido este jueves una misiva al
Papa. Éste es el texto íntegro
Quiroga
Nuestra hermana República
Bolivariana de Venezuela enfrenta una dramática situación económica que está
provocando una angustia social colectiva. Ante este escenario, en lugar de
buscar la concordia y el entendimiento, el Gobierno actual reprimió violentamente
las legítimas protestas populares, criminalizó la oposición política y amordazó
la poca prensa libre, violando todas las convenciones democráticas de las
cuales esta nación es signataria.
La Conferencia Episcopal ha
señalado que Venezuela enfrenta un problema sistémico. Es así y este se origina
en la destrucción del aparato productivo, a través de expropiaciones y
confiscaciones en los últimos años, que hoy han sumido a ese hermano país en
una ciénaga mono-exportadora petrolera, completamente dependiente de las
importaciones para abastecer las necesidades de consumo de sus ciudadanos. La
ineficiencia gubernamental ha reducido la producción de petróleo, que combinada
con la caída del precio internacional, han reducido el ingreso de divisas para
Venezuela, restringiendo la disponibilidad de dólares para importar comida,
medicamentos y suministros básicos.
La respuesta del gobierno fue
establecer un sistema cambiario diferenciado que significa que hoy, como en
ningún lugar del mundo, los que gozan de conexiones e influencia gubernamental
pueden adquirir dólares NO a 100 centavos, sino a 2 o 3 centavos para compras
“esenciales”, o empresarios con acceso al gobierno pueden comprarlos a menos de
50 centavos. Este incentivo perverso, más la circulación masiva de moneda local
para pagar una burocracia parasitaria, permite a los poderosos y conectados
acaparar las escasas divisas, dejando al pueblo expuesto a una escalada de
precios y sin abastecimiento de productos esenciales. Esto genera colas
interminables en los mercados, desata una inflación que devora bolsillos y
carteras, y una zozobra permanente en un pueblo que no tiene harina para los
hambrientos, medicinas para los enfermos ni seguridad contra la delincuencia.
Esta es una tragedia económica y social que ese digno pueblo NO merece.
Una situación como la
sintéticamente descrita, desencadenaría protestas populares en cualquier país
del mundo. En Venezuela también. La respuesta del gobierno no fue buscar
soluciones concertadas, sino buscar a quien culpar y como acallar la
información incómoda. Sólo en el último año y medio murieron decenas de
venezolanos producto de la brutal represión, siguen encarcelados decenas de
opositores por protestar y 22 periodistas están arraigados -sin ser escuchados-
por el delito de reproducir una noticia internacional.
Su Santidad, ¿sería concebible
que en su natal Argentina la opositora Elisa Carrió (como Leopoldo López en
Venezuela) esté bajo arresto en una guarnición militar más de 15 meses? ¿Sería
posible que el alcalde opositor Mauricio Macri (como el alcalde Ledezma de
Caracas o Ceballos de San Cristóbal) esté bajo arresto domiciliario sin
visitas, o en una cárcel inhumana? ¿Sería posible que 22 periodistas vean sus
libertades restringidas por REPRODUCIR y PUBLICAR una noticia de un periódico
español? NO sería posible en su país ni en cualquier democracia plena que se
precie de ser tal. Lo doloroso es que mientras todo esto ocurre en Venezuela,
la comunidad democrática hemisférica y los organismos multilaterales miran,
contemporizan y callan.
Recurrimos a Su Santidad porque después de realizar
una visita humanitaria a Venezuela para ver a los presos políticos, constatamos
que ellos están inaccesibles, en condiciones inhumanas, en huelga de hambre y
que sus vidas están en riesgo"
Ese silencio es cómplice y por
eso recurrimos a usted. Recurrimos a Su Santidad porque Usted es el referente
moral más grande del planeta. Recurrimos a Usted porque después de realizar una
visita humanitaria a Venezuela para ver a los presos políticos, constatamos que
ellos están inaccesibles, en condiciones inhumanas, en huelga de hambre y que
sus vidas están en riesgo; verificamos que sus familiares sufren, la democracia
está al borde del colapso y la libertad secuestrada.
Recurrimos a Usted en nombre de más
de 30 ex-Presidentes que suscribimos las Declaraciones de Panamá y Caracas, las
que adjuntamos a esta misiva. Pero, más importante, recurrimos a Usted en
nombre de Lilian, Mitzy, Patricia –además de sus hijos- y decenas de otras
mujeres que lloran por sus familiares y sufren por su Patria. Recurrimos a
usted porque los presos en huelga de hambre piden algo legítimo, algo que sería
NORMAL en cualquiera de nuestros países: que se fije fecha para las elecciones
parlamentarias programadas para este año; que se cuente con observación
internacional calificada; y que se lleven adelante SIN presos, SIN censura, ni
represión.
Recurrimos a Usted porque es el
único que puede interceder ante el presidente de Venezuela este venidero 7 de
junio, para que el presidente Maduro convoque estos comicios libres y
transparentes, con observación internacional, sin mordaza mediática ni
opositores encarcelados.
Si Su Santidad rompió muros que
por décadas separaron a Estados Unidos y Cuba, acabando con los últimos
vestigios de la Guerra Fría, estamos convencidos que Usted podrá restablecer la
concordia, paz y ar. Españamonía en Venezuela y lograr el milagro que la tierra
de Bolívar recupere la libertad y democracia plena que les legó el Libertador.
Usted siempre pide que “oren por
mí”. Siempre lo hacemos. Este domingo 7 de junio oraremos por Usted y por
nuestra querida Venezuela. Nos despedimos con profunda admiración y respeto
eterno.
Andrés Pastrana es expresidente de Colombia. Jorge
Tuto Quiroga es expresidente de Bolivia
Vía El País- España
Que pasa Venezuela
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