El anuncio lo harán el presidente Barack Obama y su
secretario de Estado, John Kerry
Cuba y
Estados Unidos han llegado a un acuerdo para "restablecer relaciones
diplomáticas y reabrir sus embajadas", el paso más simbólico en el proceso
de normalización de
relaciones iniciado hace algo más de seis meses. Según fuentes estadounidenses,
el anuncio lo harán formalmente este miércoles el presidente Barack Obama desde
Washington y el secretario de Estado, John Kerry, que se encuentra en Viena
participando en las negociaciones nucleares con Irán.
La Habana
mientras tanto ha confirmado que el jefe de la Sección de Intereses de EE UU en
Cuba, Jeffrey DeLaurentis, entregará este miércoles al canciller interino,
Marcelino Medina, “una misiva del presidente Obama al General de Ejército Raúl
Castro”. De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, la carta informará “sobre
el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en
los respectivos países”.
El
anuncio, que se esperaba desde hace semanas, no significa necesariamente una
reapertura inmediata de las embajadas, pero confirma la voluntad de
continuar el proceso de
normalización que iniciaron Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, el 17 de
diciembre.
El
histórico paso ha sido posible tras cuatro rondas de
negociaciones de alto nivel tanto en La Habana como en Washington. Además, Obama y Castro
protagonizaron durante la Cumbre de las
Américas en Panamá en abril un histórico encuentro, el primer cara a cara
formal entre un presidente de EE UU y uno cubano en más de medio siglo.
También
fue clave para llegar a la reapertura de embajadas la salida de Cuba
de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado,
hecho que se consumó a finales de mayo y que constituía una de las principales
demandas de Cuba en el proceso.
Antes de
que se puedan reabrir las embajadas, la ley requiere que el Gobierno de Obama
notifique con al menos 15 días de antelación al Congreso su intención de cambiar
el estatus de una misión diplomática. Como no tiene obligación de hacer público
este paso, por el momento no está claro si ya lo ha efectuado o no.
Entre
otras formalidades, tanto Washington como La Habana deben informar a Suiza,
país bajo cuya protección han mantenido relaciones las últimas décadas.
El
nombramiento de un embajador no debería por el contrario ser un obstáculo
inmediato. Legisladores
como el senador y aspirante presidencial republicano Marco Rubio, que se oponen
firmemente a la normalización de relaciones con Cuba, han amenazado con bloquear
cualquier nominación para el puesto. Pero dado que ya existe un jefe de la
Sección de Intereses en La Habana, este podría continuar por el momento en el
puesto hasta que se logre una confirmación en el Capitolio.
Los
rumores sobre la inminencia del anuncio de la reapertura de embajadas
arreciaron después de que la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que
opera bajo la embajada de Suiza al igual que la estadounidense lo hace en La
Habana, erigiera ceremoniosamente el pasado 10 de junio un mástil en la entrada
del recinto. En las últimas semanas, el histórico edificio, antigua residencia
del embajador cubano en la capital estadounidense, ha acometido también varias
obras de remodelación.
Por su
parte, la Sección de Intereses estadounidense en La Habana había restaurado y
pintado su mástil de nuevo meses atrás.
Uno de
los motivos que se sospecha retrasó el anuncio fue el accidente que
sufrió Kerry en Suiza a finales de mayo y que lo mantuvo alejado de
las actividades oficiales durante varias semanas. El jefe de la diplomacia
estadounidense ha expresado abiertamente su deseo de asistir en persona al
momento en que se vuelva a izar la bandera estadounidense en la antigua
embajada estadounidense en el Malecón de La Habana, que fue cerrada en enero de
1961. Tuvieron que pasar 16 años, hasta 1977, para que el edificio reabriera
como Sección de Intereses, tras un acuerdo con La Habana del Gobierno del
demócrata Jimmy Carter.
Aunque no se ha mencionado
abiertamente, la inminente visita del papa Francisco tanto a Cuba como a EE UU
en septiembre podría haber servido de aliciente para acelerar el cierre del
acuerdo que permitirá la reapertura de embajadas. Al fin y al cabo, el Vaticano fue
un mediador clave durante las largas negociaciones secretas entre Cuba y EE UU. Y la reapertura de embajadas es
la muestra más palpable de ese esfuerzo.
Vía El País. España
Que pasa Margarita
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