Gustavo Coronel
Fernando Mires continúa arremetiendo contra quienes criticaron
la visita del Papa a Fidel Castro
Ya los había llamado descerebrados en un anterior escrito
y ahora lo repite en este nuevo escrito. No solo descerebrados sino “brutales”,
“vulgares” y otros epítetos impropios de un filósofo. Dice Mires: “la
mayor parte de las críticas al Papa vino esta vez desde los grupos más
radicales de la oposición cubana y venezolana algunos de cuyos exponentes se
desataron en insultos en contra de Francisco. Dos fueron las razones que
motivaron tan vulgares reacciones. La primera, que Francisco no haya recibido a
ningún representante de la oposición cubana. La segunda, que haya visitado a
Fidel Castro en su casa y dedicado a él palabras de amistosa cortesía”.
Me siento aludido por esta destemplada agresión de Mires
porque escribí un par de artículos en los cuales criticaba al Papa su postura
zalamera con el asesino y tirano cubano, opinión basada en principios y valores
éticos universales, que no pasan de moda y que exigen fiel cumplimiento, así
sea uno un Papa, un geólogo o un filósofo.
Continua Mires
diciendo:
“¿Y la visita a Fidel Castro? Podría habérsela ahorrado,
piensan muchos. Eso no está tan claro. Fidel Castro ocupa dentro de la
nomenclatura cubana el rol de alto dignatario simbólico. Si Raúl y el Cardenal
Ortega pidieron a Francisco que visitara a Fidel, difícilmente podría haberse
él negado sin correr el peligro de tensar las relaciones entre la Iglesia y el
Estado en Cuba. Y bien, eso era justamente lo que Francisco quería evitar. Por
lo demás, ningún mandatario visita oficialmente a un país para ganar enemigos.
Todos los papas viajan en son de paz, nunca en son de guerra. Quien no entiende
algo tan elemental, creo que no entiende nada”.
Según Mires, como Raúl y el Cardenal cubano le pidieron a
Francisco algo que es contrario a los valores que defiende la iglesia, él debió
hacerlo para no “tensar las relaciones”. ¿Es que las “relaciones” valen más que
los principios? Parece que sí, para Mires, quien de paso cachetea a quienes no
lo entienden así diciendo que “quien no
entiende algo tan elemental no entiende nada”. Es posible que a Mires le
falte un poco más de inexperiencia, como una vez dijera Berlioz de Saint Saens.
.
Luego Mires
ensaya interpretaciones, como intento de justificación a lo injustificable:
“.. La visita de Francisco a Fidel puede ser
pensada en el marco de la doctrina cristiana del perdón, quizás la más difícil
de asimilar, aún por los cristianos. En ese sentido, un sacerdote, cura párroco
o Papa (da igual) si tiene la oportunidad de visitar a un pecador –y creo que
desde el punto de vista cristiano Fidel lo es con creces- debe hacerlo, del
mismo modo como un médico debe prestar atención a un enfermo si es que se cruza
por su camino”.
Este argumento sería más válido si Francisco hubiera
visitado, en primer lugar, a las víctimas del asesino y tirano Fidel Castro. Alegar
que eso no era posible protocolarmente o que no era “políticamente correcto” significaría
admitir que el papa antepone sus estrategias terrenales a la defensa de los
valores espirituales, su misión medular como representante de la iglesia.
Francisco se fue luego a USA y allí tuvo una visita muy
loable y lo aplaudo sin reservas. Pudo hablar con libertad en un país libre.
Pudo inclusive criticar a sus anfitriones, lo cual Mires dice que era imposible
hacer en Cuba para no “tensar” las relaciones. Trata de justificarle a Francisco
un desdoblamiento inadmisible.
Honestamente, prefiero ser geólogo a ser filósofo a la
Mires.
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