Sunday, November 1, 2015

Guatemala: la solución electoral

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En Guatemala la población protestó hasta que la inmensa presión hizo renunciar a los jefes de la red de corrupción: el presidente de la república y la vice presidenta. Jimmy Morales, que nunca acudió a las manifestaciones se benefició del voto castigo. El país tiene graves problemas sociales y económicos, y muchas son las divergencias internas, pero aprendió con la sangre derramada en décadas de conflicto interno a superar las controversias políticas mediante la solución electoral.


Alejandro Arratia Guillermo
Iberoamericanos (Blog)


Octubre 29, 2015

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En Guatemala, Jimmy Morales, 46 años – cómico de TV durante 15 años, teólogo, economista y doctor en Seguridad Estratégica- cuyos principios rectores son el Temor a Dios, la Familia y el Honor (con mayúsculas), ganó la presidencia en la segunda vuelta, con 69% de los votos; sin partido, o uno hecho para la ocasión -que es lo mismo-, y el lema: "Ni corrupto ni ladrón", pertinente respuesta al sentimiento popular. ¿Éxito de un outsider, triunfo de la anti-política? Sí, pero no podemos quedarnos en los tópicos. La primera vuelta se realizó cuatro días después de la renuncia del presidente, general Otto Pérez Molina, elegido en 2011, y de la vicepresidenta, Roxana Baldetti. Los dos están en prisión preventiva por corruptos, asociación ilícita, defraudación aduanera, cobro de sobornos.

Veamos los fundamentos institucionales. El 12 de diciembre de 2006, el gobierno dio el visto bueno y firmó con la ONU la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), aprobada en 2007 en la Corte Constitucional y ratificada por el Congreso. La Comisión es un organismo internacional independiente de apoyo a las investigaciones y acciones de la fiscalía, la policía nacional y otras instituciones. La Comisión desde el primer momento ha cumplido su función; este año puso al descubierto las tropelías de la presidencia. La población protestó hasta que la inmensa presión hizo renunciar a los jefes de la red de corrupción: el presidente y la vice presidenta. Jimmy Morales, que nunca acudió a las manifestaciones contra el gobierno corrupto, se benefició del voto castigo.

Cero especulaciones y ningún discurso deificando mareas humanas que transforman de un día para otro el establecimiento político. Hubo, es cierto, una multitudinaria protesta, las tropelías del presidente y sus cómplices eran demasiado para una sociedad democrática, por limitada que siga siendo la guatemalteca. Atención a las repuestas de algunos votantes, "si no cumple lo echamos"; la población probó su fuerza y parece dispuesta a continuar usándola. Demos su justo valor a lo siguiente: la denuncia vino de una institución independiente que goza de la mayor credibilidad. Otros intríngulis escapan a nuestro nivel de información. Cuidado, Otto Pérez dejó un Estado quebrado, la baja recaudación augura incumplimiento del pago de los salarios.

Morales, electo el domingo 25 de octubre, ocupará la presidencia el 14 de enero (2016-2020). Tiene solo el 7% de los parlamentarios y tendrá que negociar con una clase política que se reserva hasta el 30% del presupuesto (aún no han aprobado el de 2016) para sus intereses. Está pendiente la Reforma Política y una nueva Ley de Partidos. En estas elecciones se presentaron 29 "partidos" que, en estricto sentido, son grupos en torno a un líder, lo cual facilita que los escaños y corporaciones edilicias se vendan. Falta cumplir con la Reforma Parlamentaria, reduciendo a 80 el número de diputados y disponiendo condiciones para postular candidatos independientes. Así lo exige el Acuerdo de Paz de 1986, pero tiene la oposición del sistema tradicional.

La guerra interna en Guatemala se inició el 17 de noviembre 1960; 36 años, un mes y 16 días de conflicto. La búsqueda de la paz fue un complejo proceso concretado en doce acuerdos, que van de Esquipulas I (29 de diciembre 1996) hasta el "Acuerdo de paz final y duradera" (29 de diciembre 1996), más de una década de negociaciones con activa participación de países y organizaciones internacionales; una violencia terrible con altas cifras de muertos, desplazados y desaparecidos.

Jimmy Morales es el 8º presidente electo desde 1985, cuando se restableció la democracia. El país tiene graves problemas sociales y económicos, y serias divergencias internas, pero aprendió con la

sangre derramada a superar las controversias políticas mediante la solución electoral.

Alejandro Arratia Guillermo. Venezolano, residenciado en Madrid. Sociólogo por la Universidad Central de Venezuela (UCV) y magíster en Comunicación en las Organizaciones de la Universidad Complutense de Madrid. (UCM). Investigador en Ciencias Sociales. Profesor (J) de Estructura y Teoría Social en la Escuela de Psicología (UCV). Experto en gerencia de la administración pública. Jefe de la Oficina Central de Personal (OCP) de la Presidencia de la República de Venezuela (1991-1999). Autor del libro, Ética y Democracia en Fermín Toro. Editorial Monte Ávila, Caracas, 1993. Coautor del cuaderno de formación, ¿Qué es el seguro de paro forzoso? Editores INAESIN. Caracas, 1990 y del libro, Sociología de las Organizaciones Editorial CEATPRO. Caracas, 2003. Ha publicado artículos en revistas especializadas que recogen su amplia experiencia, entre otros: "Introducción al estudio de la noción Organización" (2006), "Anotaciones para el estudio del aparato administrativo público" (2007) y "La ineficaz sabiduría anticorrupción" (2008). Es miembro de la Asociación Madrileña de Sociología (AMS) y del Consejo Académico del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE Libertad). Actualmente se dedica a la investigación y publicación de trabajos acerca de América Latina y el Caribe; además, está coordinando la publicación de un libro sobre la región, en el que participan profesores españoles y venezolanos.


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