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En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington D.C. / Análisis Libre
Ciertamente, como si el gobierno de Nicolás
Maduro y la asamblea nacional constituyente ilegítima y fraudulenta (ANCIF), con
la asesoría cubana, estuviesen siguiendo el ritmo que aconseja Fonsi en su
famosa canción, poco a poco, dicho organismo viene aplicando un programa
progresivo de medidas para consolidar la dictadura madurista en Venezuela.
Las indicadas medidas incluyen:
destitución y persecución de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega
Díaz; invasión de los predios del Capitolio donde funciona la Asamblea Nacional
(AN); subordinación de los demás poderes públicos a sus instrucciones
(Contraloría General de la República, Fiscalía General de la República,
Defensoría del Pueblo, Tribunal Supremo de Justicia, Consejo Nacional
Electoral…); confiscación y asunción de las funciones que orresponden
constitucionalmente a la AN; y, recientemente, juicio a los diputados de la AN
y dirigentes de la oposición democrática, por supuestamente haber promovido las
sanciones impuestas por Estados Unidos y haber cometido traición a la patria… (https://www.lapatilla.com/site/2017/08/29/constituyente-cubana-aprueba-enjuiciar-por-traicion-a-la-patria-a-la-unidad-venezolana/).
El
desbalance de la lucha interna y externa en contra la ANCIF
Lo que uno observa en las noticias que
llegan es que el peso más importante de la lucha contra la ANCIF lo viene
llevando actualmente la comunidad
internacional. Mientras, hay, por decirlo así, como una situación de
conformidad o de actitud menos activa de la oposición democrática en contra de
la constituyente y sus decisiones, a pesar de que estas últimas se encuentran
viciadas de inconstitucionalidad y son, por tanto, absolutamente nulas.
Manifestaciones evidentes de este
desbalance, lo constituyen en el ámbito externo, entre otros: el escalamiento
en la imposición de sanciones
financieras y los planteamientos para llevar el caso venezolano a las Naciones
Unidas, por parte de Estados Unidos; las reacciones de un número considerable
de países donde desconocen a la ANCIF por ilegítima y califican en tono mayor al
gobierno de Nicolás Maduro Moros como una dictadura; el apoyo recibido por
Luisa Ortega Díaz en los diversos países visitados luego de que debiera salir
intempestivamente del país ante la persecución de que es victima; y el respaldo
obtenido por los magistrados designados por la AN para integrar el nuevo TSJ,
por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros organismos del
sistema interamericano, especialmente los que se ocupan de la defensa de los
derechos humanos.
En cambio, sin desconocer la relevancia
de sus gestiones para promover la mayor participación de la comunidad
internacional en el sentido antes expuesto, las actividades de la unidad
democrática para oponerse a la ANCIF y sus inconstitucionales decisiones en el
ámbito interno, hasta ahora se han limitado
a declaraciones o comunicados de rechazo, que sin dejar de ser valiosos
distan mucho de estar revestidos de la combatividad manifestada en la protesta
popular que se escenificó en el país durante el periodo anterior a la elección
de la constituyente el 30 de julio pasado. Es como si el péndulo de la lucha
democrática se hubiese inclinado de una manera inversamente proporcional a la
mayor gravedad del hecho que representa la instalación y funcionamiento de la
ANCIF. Es decir, la oposición democrática demostró una admirable combatividad
para luchar contra la elección de la ANCIF, pero una vez ésta elegida, instalada y en funcionamiento,
lo cual es mucho más grave, parece haber decidido reducir la combatividad a
niveles que no se corresponden con dicha gravedad….
Posibles
causas de la disminución de la combatividad interna
A distancia, uno puede apenas tejer
hipótesis sobre las causas de la aludida pérdida de combatividad de la
oposición democrática en contra de la ANCIF y el regimen madurista. Veamos
brevemente algunas posibles:
Cansancio/reflexión. Una primera aproximación estaría ligada al cansancio
y/o al convencimiento de la dirigencia de que era necesario hacer un alto para
reflexionar sobre lo actuado, luego de más de cuatro meses de manifestaciones
en la calle, más de 120 víctimas, cientos de heridos e innumerables detenidos provenientes de las filas de la oposición
democrática. Esto podría dar una base razonable a la decisión, aunque luciría
fuera de oportunidad, pues la sensación que se había venido formando era que la
lucha democrática en la calle estaba produciendo resultados palpables, no sólo
reflejados en el ámbito interno por la amplia movilización popular, sino
también en el ámbito internacional, como lo demuestra la actitud adoptada por
variados países tanto dentro como fuera de la región americana para rechazar la
ANCIF y al gobierno de Maduro como una dictadura.
Falta
de plan para actuar frente a la ANCIF.
Es decir, la unidad democrática se habría concentrado en la lucha contra la
elección de la ANCIF y se confió en que podia evitar esta última, bien porque
el gobierno madurista desistiera o bien porque tal desistimiento fuese parte de
una negociación gobierno/oposición. En esta confianza, la oposición democrática
no preparó un plan B que le permitiera reaccionar inmediatamente y con
efectividad frente a la elección, instalación y funcionamiento de la ANCIF. Dos
hechos abonarían a favor de esta hipótesis. En primer término, algunas
declaraciones de voceros de la oposición donde afirman que antes de la elección
de la constituyente el pasado 30 de julio, prácticamente se había logrado un
acuerdo entre el partido de gobierno (PSUV) y la unidad democrática para que se
pusieran controles a la ANCIF (http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=80684).
En segundo lugar, porque posiblemente en ciertos
sectores de la oposición democrática no había claridad sobre el carácter
ilegítimo e inconstitucional de la constituyente madurista, al identificarla
equivocadamente como una copia al carbón de la constituyente chavista de 1999,
como lo demuestra el proyectado acuerdo antes aludido, ya que el mismo hubiese
significado una legitimización de una entidad absolutamente espuria como lo es
en efecto la ANCIF.
Efectos
de un posible diálogo oposición/gobierno. La misma confesión hecha por algunos voceros de la oposición, a que se
aludiera anteriormente, indica a las claras, a pesar de las negativas de otros
voceros, que previo a las elecciones de la ANCIF sí hubo diálogo entre la
unidad democrática y el gobierno madurista, y es posible que el mismo se
mantenga (https://www.lapatilla.com/site/2017/08/30/nicolas-se-encierra-con-zapatero-y-delcy-eloina-en-miraflores-para-continuar-con-el-dialogo/).
Por tanto, luce factible que en el juego
del “do ut des” (doy para que me des) de las negociaciones en cuchipanda, se
hayan logrado acuerdos para, por ejemplo, de parte del gobierno y/o la ANCIF:
llamar a elecciones de gobernadores…, no revocar la inmunidad de los diputados
y someterlos a juicio….; y de parte de la oposición: enfriar la calle y no
convocar manifestaciones o reducir su frecuencia…., concentrarse más bien en la
elección de gobernadores….En caso de que esto sea así, en ausencia de más
información sobre otros términos de la negociación, me parece que la unidad
democrática no ha obtenido mayor beneficio y en cambio ha cedido en lo que
constituye la base fundamental de la lucha democrática, a saber, la protesta
popular en contra de la ANCIF y la dictadura castrocomunista de Maduro.
En efecto, sin desconocer las muy
legítimas aspiraciones de los dirigentes opositores en las diversas regiones
del país, las elecciones para gobernadores, cuya celebración a la hora que se
escribe todavía no cuenta con una fecha cierta fijada por el CNE, no
constituían parte de los objetivos estratégicos de la protesta popular. Más
bien, ésta se proponía, entre otros, lograr la celebración de elecciones
generales para elegir un nuevo Presidente de la República, la liberación de los
presos politicos, establecer canales de ayuda humanitaria a los sectores
necesitados del país, obtener el respeto al ejercicio de las funciones de la AN,…
. De allí que no sea apropiado ver a las elecciones de gobernadores como parte
de un dilema para la oposición.
Por otra parte, las elecciones para
gobernadores e incluso las presidenciales podrían ser pospuestas por el CNE o
la ANCIF, según ya lo declarara el mismo Maduro (http://www.noticierodigital.com/2017/08/maduro-la-anc-puede-cambiar-la-fecha-de-las-elecciones-presidenciales/). En la práctica, entonces, tales elecciones de
gobernadores lo que constituyen es un señuelo del gobierno para atraer la
oposición a la mesa del mentado y reiteradamente fracasado diálogo, apagar la
protesta popular de calle y prolongar indefinidamente la dictadura
castrocomunista de Maduro.
La
tarea planteada por delante a la oposición democrática
Entre las causas de la disminución de la
combatividad de la lucha que tiene planteada la unidad democrática en contra de
la ANCIF y la dictadura castrocomunista de Maduro, me parece que la indicada
arriba en último término tiene el mayor grado de probabilidad, Sinembargo, no
descarto que el cansancio, la necesidad de tomarse un tiempo para reflexionar
sobre lo actuado y la falta de un plan para enfrentar dicha lucha, también
tengan algún grado de influencia. Se trata de hipótesis formuladas a distancia
y con las escasas informaciones que debido a la censura o autocensura se
obtienen en los medios de comunicación venezolanos.
Con la desventaja anterior, un proceso
de reflexión de la dirigencia de la unidad democrática, sobre la necesidad de
establecer un mejor balance entre la lucha interna y externa en contra de la
ANCIF y el regimen dictatorial de Maduro, luciría como indicado, ante las
circunstancias que están operando para producir su desequilibrio en la hora
presente, según se comentara en partes anteriores. Ésto lo decimos sin
desestimar la importancia que pueden tener las elecciones regionales, de
efectivamente llegar a celebrarse, sobre lo cual arrojamos serias dudas, al
menos en lo que falta del año en curso. Al contrario, sería importante vincular
la participación de los candidatos de la oposición en estas eleciones, al
fortalecimiento de la lucha democrática al interior del país, en contra de la
ANCIF y la dictadura de Maduro.
Por lo expuesto, de persistir el actual
clima de desequilibrio antes anotado, se corre el riesgo de que el enfriamiento
de la lucha a nivel interno de lugar no sólo a alimentar la desesperanza de los
millares de venezolanos que ven agravadas su situación como consecuencia de la
crisis que vive el país, sino también a que la comunidad internacional pierda
interés en seguir colaborando para aportar soluciones a dicha crisis y
cooperando en la lucha por lograr el restablecimiento de la democracia y
libertad en Venezuela.
En
pocas palabras, la asamblea nacional constituyente ilegítima y fraudulenta
(ANCIF) viene aplicando un programa progresivo de medidas para consolidar la
dictadura de Nicolás Maduro Moros en Venezuela. Mientras tanto, se observa un
desbalance entre la lucha democrática interna y externa en contra de la ANCIF,
ya que la mencionada en último término se desarrolla con vigor por parte de
variados países y organizaciones multilaterales integrantes de la comunidad
internacional, mientras que la lucha interna se ha reducido considerablemente.
En los párrafos que anteceden se realizan consideraciones sobre las posibles
causas de este desequilibrio y se sugiere un proceso de reflexión de la
dirigencia opositora para coregirlo. Asímismo, se concluye en que de persistir
tal desequilibrio se corre el riesgo de que el enfriamiento de la lucha a nivel
interno de lugar no sólo a alimentar la desesperanza de los millares de
venezolanos que ven agravada su situación como consecuencia de la crisis que
vive el país, sino también a que la comunidad internacional pierda interés en
seguir colaborando para aportar soluciones a dicha crisis y cooperando en la
lucha por lograr el restablecimiento de la democracia y libertad en Venezuela. Veremos…
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