La política, aunque a veces no lo parezca, es actividad en permanente fluir y por tanto de espinoso y esquivo secuestro. Anda por todas partes, se transforma, se disimula, no es dócil doncella, y cuando usted trata de retenerla, enamorarla o apropiársela, ella huye, escapa, se difumina ingrávida en indócil edad para reaparecer anfitriona vibrante cuando nadie lo espera.
Es en verdad cierto que los imperios lograron mantenerse durante siglos y siglos; y han existido también dictaduras con aspiraciones de eternidad, y partidos políticos que en periodos de supuesta democracia han querido y logrado sostenerse durante mucho tiempo en el gobierno. Y cuánto les ha dolido a todos separarse del poder que creían imperecedero. Hoy ya son pasado, ruinas o en vías de serlo. Nada es para siempre, y en este particular caso, menos mal......
EN: https://www.elnacional.com/opinion/liderazgo-calle-y-derechos-humanos/
No comments:
Post a Comment