La Revolución de Abril de 1870, también conocida bajo el nombre de Revolución Liberal, fue llevada a cabo por Antonio Guzmán Blanco, caudillo de la Guerra Federal, junto con un grupo de liberales descontentos con el denominado gobierno de los «azules». Guzmán Blanco había regresado al país en 1869, procedente de Europa, cuando ya la fusión entre los liberales y conservadores se había roto a raíz de la muerte del caudillo oriental, general José Tadeo Monagas (16.8.1868). En el país reinaba la anarquía, los liberales se encontraban descontentos ante el predominio de los conservadores en las filas del gobierno y ante la pugna sucesoral entre los herederos de Monagas, de la cual salió airoso José Ruperto Monagas, hijo de José Tadeo. Guzmán Blanco, una vez reinstalado en Caracas, encabezó una de las facciones que le hacían oposición al régimen, junto con un grupo de liberales descontentos. Los periódicos La Opinión Nacional, El Diario de Caracas y la Unión Liberal fueron los voceros de ese grupo opositor, el cual a su vez recibía constantes ataques por parte del núcleo gobernante, a través de los periódicos El Federalista y El Jején, iniciándose una campaña en contra de la persona de Antonio Guzmán Blanco. El 14 de agosto de 1869, este último fue víctima de un atropello por parte de sus opositores, al ser atacada a pedradas su residencia durante la celebración de un baile; el hecho se le atribuyó a la llamada Sociedad de los Lincheros de Santa Rosalía, con el supuesto o real apoyo de algunos personeros del gobierno. Las amenazas continuaron y Guzmán Blanco se tuvo que asilar en la legación norteamericana, de donde salió rumbo a Curazao. El escándalo ocurrido lo favoreció; los liberales, acéfalos desde la renuncia de Juan Crisóstomo Falcón y la muerte de Manuel Ezequiel Bruzual, lo reconocen como máximo líder; y mientras Guzmán Blanco permanece en el exilio, se producen levantamientos armados en distintas regiones del territorio: José Ignacio Pulido, en los llanos de Barinas; Joaquín Crespo, en los llanos centrales; Matías Salazar, en Carabobo; León Colina, en Coro; Joaquín Salazar, en Bolívar; Hermenegildo Zavarce, en Yaracuy; Francisco Linares Alcántara, en Aragua; Andrés Borges y José Félix Mora, en Puerto Cabello. Ante esta situación, surgen 2 tendencias dentro del gobierno de los «azules»: la de llegar a un acuerdo por vía pacífica con los insurrectos y la que exigía se les combatiera por las armas. Jacinto Gutiérrez, comisionado por el ministro del Interior, fue a Curazao a entrevistarse con Guzmán Blanco, pero fracasó en su misión conciliadora. Mientras tanto, el movimiento guzmancista cobró fuerza. Guzmán Blanco apresuró las gestiones para comprar elementos de guerra, con la finalidad de iniciar su movimiento revolucionario, ante el peligro de ser expulsado de Curazao a causa de las gestiones que realizaba el gobierno venezolano al respecto. El 14 de febrero de 1870, invade por la playa de Curamichate, en la región coriana; e inmediatamente, todos los jefes en armas lo reconocen como caudillo de la revolución. Se dirige a San Felipe y lanza un manifiesto a los pueblos, invocando la Constitución de 1864; dirige circulares a los presidentes de los estados y organiza su ejército. Mientras tanto, en Caracas, reina la confusión; se intenta reorganizar el gobierno, pero falta una autoridad que imponga el orden. El 24 de marzo, Guzmán Blanco inicia su marcha hacia la capital por la vía de Barquisimeto, Acarigua, San Carlos y Valencia, acompañado de las distintas fuerzas que reconocen su jefatura. Esto produce gran alarma en el sector pacifista que existía en el Congreso Nacional y se nombra una comisión encargada de buscar una solución conciliadora. El 23 de abril, se realiza -en el sitio de Las Adjuntas- una conferencia: Guzmán Blanco propone que los estados que estuviesen obedeciendo pacíficamente al gobierno sean reconocidos por la revolución; y los que se encontraban en lucha, sean reorganizados, a fin de que cada uno nombrara un plenipotenciario para constituir un nuevo Congreso encargado de fijar los destinos del país. Una vez cumplido ese trato, él saldría de Venezuela, alejándose de la escena pública por lo menos durante un año. Esta propuesta no fue aceptada.
El 26 y 27 de abril de 1870 se realizó entonces la toma de Caracas por los revolucionarios. Estos derrotaron a las fuerzas del general José Ruperto Monagas, quien se asiló en el palacio arzobispal. Inmediatamente, Guzmán Blanco lanza un manifiesto convocando a un Congreso de Plenipotenciarios, declara vigente la Constitución de 1864 y nombra su gabinete. Sin embargo, el país no quedó pacificado de inmediato, pues las tropas de los «azules» continuaron combatiendo hasta el mes de mayo; y los focos de resistencia, particularmente en las regiones de Guayana y Apure, perduraron hasta comienzos de 1872.
Con el triunfo de la Revolución de Abril de 1870, Antonio Guzmán Blanco conquista la jefatura del país, e inicia su período de dominación política, el cual se extenderá hasta 1888......
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