Thursday, November 21, 2024

Laceiba de Ramón Muchacho el 21 de noviembre

 EN: Recibido por email

Saludos,

Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.


¡Aló, Trump!

Lula con Xi Ping. Boric con Macron. Milei con Meloni… ¿Y Maduro, con quién?

Maduro balbucea. Por ahora, observa y va viendo cómo hace para emular al dinosaurio de Ortega, sin que se le alcen Diosdado y los otros aspirantes que quedan, después que eliminó exitosamente a Ramírez, Jaua, El Aissami y al infanto Arreaza.

Pero a todos ellos los purgó sin tener a cuestas una derrota como la que le propinó Edmundo González Urrutia. La situación de Maduro, hoy, es distinta y por eso teme ser cazado por su propia gente, como suele suceder en las “revoluciones”.

Por eso, lanza una botella al Norte con un mensaje de auxilio. Aunque pegue alaridos contra el imperio, la realidad es que Maduro, por debajito, envía recados y propuestas para intentar agradar a Trump.

A cambio le pide, nada más y nada menos, que se haga el desentendido con el arrebato electoral, que haga caso omiso a la monumental victoria de Edmundo, quien lo duplicó en votos. ¡Una burusa!


Decadencia

Por lo visto, no hay propaganda que oculte la necesidad que tiene Maduro de llegar a un acuerdo con “los gringos”, como él mismo los llama. Es decir, depende del “enemigo histórico”, para seguir saqueando las arcas venezolanas y aplastando a la población.

Mientras a Edmundo y María Corina le llegan mensajes de todas partes, Maduro, por el contrario, es un indeseable.

La decadencia de Maduro es tan protuberante que, pese a la visita al continente de un montón de pesos pesados para la cumbre del G20 en Brasil y la reunión de la APEC en Perú, nadie portó por Miraflores o Maiquetía. Ni siquiera algunos de sus socios, que viajaron a Lima y Brasilia.

Así será la cosa, que hasta el camarada Mujica admite el fraude, confirmando, una vez más, que no hay peor cuña que la del mismo palo.

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