Por supuesto que el CNE tomó nota de los errores que cometió el pasado 28 de julio. Identificó los resquicios por donde se metió el Comando Con Venezuela para hacer evidente el triunfo de Edmundo y decidió desmontarlos todos, uno a uno.
Aquel proceso electoral fue adverso para las fuerzas democráticas y con mucha inteligencia y valentía logramos ganar abrumadoramente. No ha habido en la historia un fraude tan minuciosamente documentado. Invitamos a los lectores de La Ceiba a comentar si conocen algún fraude electoral que tenga un repertorio de pruebas tan exhaustivo y contundente. No lo hay.
Los fraudes electorales por lo general los conoce el pueblo en su conciencia, pero este fue milimétricamente retratado y las pruebas reposan en el Banco Nacional de Panamá.
A diferencia de la del 28 de julio, la del 25 de julio no podrá calificarse siquiera como una elección desventajosa o adversa. ¿Por qué? Básicamente porque no tendremos una elección donde se cuenten los votos sino un proceso de selección donde el régimen determinará quiénes serán los gobernadores y los diputados.
Eliminar el Código QR permitirá cambiar las actas y corregir los resultados, no solo para poner a ganar a los candidatos del PSUV sino para dar las plazas mínimas necesarias a factores “opositores” que no tendrán los votos pero que necesitan ser declarados ganadores para que el cuadro final no luzca norcoreano.
Por cierto, mientras la página web del CNE sigue en estado catatónico, los amigos de Macedonia del Norte han lanzado el sitio regionales.macedoniadelnorte.com, por si les da curiosidad saber quiénes se han lanzado de candidatos ¡hasta en la Guayana Esequiba!
Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.