En: http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/111855/en-el-oficialismo-hay-un-desespero-ante-un-oleaje-favorable-al-cambio-progresista/
Mario Villegas
Aunque el agua se les acerque al cuello, Chávez y el chavismo aún están lejos del ahogo. Decir lo contrario no sería realista. El uso clientelar y chantajista del presupuesto nacional,así como la inescrupulosa manipulación del quinteto de poderes públicos, le conceden al Presidente y a su obediente comparsa roja rojita un margen de maniobra que busca la sobrevivencia en el poder y, si posible, su perpetuación.
Pero si nos atenemos a las sintomáticas pancadas que vienen dando en las últimas horas, particularmente el supremo arrebatón judicial que le hicieron a los partidos Podemos y Patria para Todos, habría que concluir que en las alturas oficialistas hay un cierto desespero ante el evidente crecimiento de las aguas y el oleaje favorables al cambio progresista.
Y no es nada casual que esas maniobras judiciales, claramente teledirigidas desde Miraflores, hayan tenido como blanco los símbolos y las tarjetas de dos partidos alineados en la izquierda democrática y comprometidos con el esfuerzo de unidad nacional que lidera el candidato Henrique Capriles Radonski.
Podemos y el PPT son dos de las fuerzas que constituyeron el Frente Progresista por el Cambio, del que también forman parte la Causa R, Bandera Roja, el MAS, Vanguardia Popular y otras agrupaciones políticas e individualidades que, lamentablemente, no presentaron una precandidatura propia a las primarias de la oposición pero igual le imprimen su particular y auténtico sello progresista al proyecto unitario y a su eventual gestión de gobierno.
El Presidente y los estrategas de su campaña saben que el descontento popular, incluido el que anidó esperanzas en el chavismo, tiene en los partidos del Frente Progresista un conducto natural para desembocar en el océano de venezolanos y venezolanas que quieren un golpe de timón en la conducción del país y de sus instituciones.
Siempre he dicho que Chávez no es bruto sino brutal y esta afirmación queda reflejada en la certera, pero a la vez inescrupulosa, estafa político judicial perpetrada contra Podemos y el PPT.
Habitualmente se escucha decir que en Venezuela no hay estado de derecho. Y con bellaquerías como las cometidas vía TSJ, ya uno casi llega a creer que no hay ni estado ni hay derecho. Ambos han sido copados y suplantados por una mezquina parcialidad que hace y deshace al antojo y conveniencia del comandante.
Pero lo que es del cura va pa’ la iglesia. Así que con o sin los símbolos de Podemos y el PPT, esos votos serán para Capriles. Las aguas del cambio seguirán creciendo y desbordarán el pescuezo del gobierno hasta penetrarle por la boca y demás orificios de entrada. Ya para entonces no habrá pancada que valga.
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