VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
sábado 9 de febrero de 2013 08:24 AM
Caracas.- Treinta años después del viernes negro de Luis Herrera Campíns y al igual que entonces, previo al carnaval, Venezuela padece otro viernes de devaluación, solo que ahora la inmersión del bolívar sucede en pleno boom de altos precios del petróleo, con el barril en el récord de 106 dólares.
El ministro de Finanzas, Jorge Giordani, y el presidente del Banco Central, Nelson Merentes, no han tenido más alternativa que admitir las debilidades de la economía y anunciar que el precio de los dólares que distribuye Cadivi aumenta desde 4,30 bolívares hasta 6,30, es decir, un salto de 46,5% que encarecerá el valor de una enorme lista de productos importados y acelerará la inflación.
La medida comenzará a implementarse paulatinamente. Las empresas que solicitaron divisas tres meses antes del 15 de enero de este año y ya les han sido aprobadas, recibirán estos últimos dólares a 4,30 si pertenecen a los sectores de alimentos, comercio, comunicaciones, prensa, electrodomésticos, electrónico, informático, telecomunicaciones y salud.
Las empresas que solicitaron divisas durante los seis meses previos al 15 de enero y les han sido aprobadas, recibirán estos últimos dólares a 4,30 si pertenecen a los sectores automotor, caucho, plástico, construcción, eléctrico, tráfico, librería, útiles escolares, papel, carbón, madera, químicos, veterinaria, servicios, textil, ciencia, tecnología, maquinaria y equipos, minería, metalúrgico y minerales no metálicos.
Reforzando el cerco
La devaluación viene acompañada con un endurecimiento del control de cambio. El Sitme, un sistema donde las empresas que no recibían dólares en Cadivi podían obtener divisas legalmente a través de bonos, ha sido eliminado.
Nelson Merentes admite que la constante emisión de bonos se hizo insoportable. "No tiene sentido en el tiempo largo mantener un sistema que provoca el endeudamiento del país para nutrirlo".
Ante la interrogante de si está planteado crear un nuevo sistema alterno a Cadivi Nelson Merentes es tajante: "estas son las medidas anunciadas".
Además explicó que la estrategia consiste en regresar a lo que ocurría en el período "2004-2005, cuando Cadivi cubría entre 94% y 96% de las importaciones".
Al mismo tiempo, el Gobierno creará un "órgano superior para la optimización del sistema cambiario", constituido por el Banco Central, el Ministerio de Finanzas y Pdvsa.
Este organismo rector estará sobre Cadivi y tendrá amplias facultades para fijar prioridades para la asignación de divisas, supeditar la entrega de dólares al plan de desarrollo, así como orientar la aplicación de los certificados de no producción e insuficiencia.
Al mismo tiempo este organismo creará "un sistema integrado y automatizado entre el Ministerio de Finanzas, Banco Central y Seniat" que fiscalizará el uso de los dólares.
A fin de beneficiar a las empresas que exportan bienes distintos al petróleo, las autoridades han decidido que solo tendrán que vender al Banco Central 6 de cada 10 dólares que reciban en vez de 7.
El desequilibrio
Inmersa en un año clave desde el punto de vista electoral, en 2012 la administración de Hugo Chávez disparó el gasto hasta niveles exorbitantes a fin de lubricar la maquinaria que aseguraría la permanencia en Miraflores, el problema es que la brecha entre ingresos y gastos adquiridos se sitúa, de acuerdo con cálculos de entidades financieras como Barclays Capital, en 19,6% del PIB.
Presionado por este desequilibrio el Gobierno ha optado por devaluar la moneda a fin de recibir más bolívares por cada petrodólar y así cubrir parte de los compromisos.
Aparte de la necesidad de aliviar el déficit fiscal la devaluación de la moneda obedece a una política que se ha hecho insostenible.
En los últimos dos años el precio del dólar se mantuvo fijo mientras que el resto de los productos en la economía se encarecían a un ritmo de 20% anual, de esta forma, el billete verde se transformó en un bien muy barato que disparó las importaciones hasta niveles que presionan las cuentas públicas.
Jorge Giordani deja ver el desajuste mostrándose sorprendido porque el año pasado "tuvimos importaciones por casi 57 mil millones de dólares" y luego llegó a preguntarse "¿por qué tenemos que importar arroz, maíz?".
La historia de devaluaciones en Venezuela indica que aumenta el precio de los productos importados y se acelera la inflación, con lo que el consumo cae y el crecimiento de la economía pierde impulso.
El ministro de Finanzas, Jorge Giordani, y el presidente del Banco Central, Nelson Merentes, no han tenido más alternativa que admitir las debilidades de la economía y anunciar que el precio de los dólares que distribuye Cadivi aumenta desde 4,30 bolívares hasta 6,30, es decir, un salto de 46,5% que encarecerá el valor de una enorme lista de productos importados y acelerará la inflación.
La medida comenzará a implementarse paulatinamente. Las empresas que solicitaron divisas tres meses antes del 15 de enero de este año y ya les han sido aprobadas, recibirán estos últimos dólares a 4,30 si pertenecen a los sectores de alimentos, comercio, comunicaciones, prensa, electrodomésticos, electrónico, informático, telecomunicaciones y salud.
Las empresas que solicitaron divisas durante los seis meses previos al 15 de enero y les han sido aprobadas, recibirán estos últimos dólares a 4,30 si pertenecen a los sectores automotor, caucho, plástico, construcción, eléctrico, tráfico, librería, útiles escolares, papel, carbón, madera, químicos, veterinaria, servicios, textil, ciencia, tecnología, maquinaria y equipos, minería, metalúrgico y minerales no metálicos.
Reforzando el cerco
La devaluación viene acompañada con un endurecimiento del control de cambio. El Sitme, un sistema donde las empresas que no recibían dólares en Cadivi podían obtener divisas legalmente a través de bonos, ha sido eliminado.
Nelson Merentes admite que la constante emisión de bonos se hizo insoportable. "No tiene sentido en el tiempo largo mantener un sistema que provoca el endeudamiento del país para nutrirlo".
Ante la interrogante de si está planteado crear un nuevo sistema alterno a Cadivi Nelson Merentes es tajante: "estas son las medidas anunciadas".
Además explicó que la estrategia consiste en regresar a lo que ocurría en el período "2004-2005, cuando Cadivi cubría entre 94% y 96% de las importaciones".
Al mismo tiempo, el Gobierno creará un "órgano superior para la optimización del sistema cambiario", constituido por el Banco Central, el Ministerio de Finanzas y Pdvsa.
Este organismo rector estará sobre Cadivi y tendrá amplias facultades para fijar prioridades para la asignación de divisas, supeditar la entrega de dólares al plan de desarrollo, así como orientar la aplicación de los certificados de no producción e insuficiencia.
Al mismo tiempo este organismo creará "un sistema integrado y automatizado entre el Ministerio de Finanzas, Banco Central y Seniat" que fiscalizará el uso de los dólares.
A fin de beneficiar a las empresas que exportan bienes distintos al petróleo, las autoridades han decidido que solo tendrán que vender al Banco Central 6 de cada 10 dólares que reciban en vez de 7.
El desequilibrio
Inmersa en un año clave desde el punto de vista electoral, en 2012 la administración de Hugo Chávez disparó el gasto hasta niveles exorbitantes a fin de lubricar la maquinaria que aseguraría la permanencia en Miraflores, el problema es que la brecha entre ingresos y gastos adquiridos se sitúa, de acuerdo con cálculos de entidades financieras como Barclays Capital, en 19,6% del PIB.
Presionado por este desequilibrio el Gobierno ha optado por devaluar la moneda a fin de recibir más bolívares por cada petrodólar y así cubrir parte de los compromisos.
Aparte de la necesidad de aliviar el déficit fiscal la devaluación de la moneda obedece a una política que se ha hecho insostenible.
En los últimos dos años el precio del dólar se mantuvo fijo mientras que el resto de los productos en la economía se encarecían a un ritmo de 20% anual, de esta forma, el billete verde se transformó en un bien muy barato que disparó las importaciones hasta niveles que presionan las cuentas públicas.
Jorge Giordani deja ver el desajuste mostrándose sorprendido porque el año pasado "tuvimos importaciones por casi 57 mil millones de dólares" y luego llegó a preguntarse "¿por qué tenemos que importar arroz, maíz?".
La historia de devaluaciones en Venezuela indica que aumenta el precio de los productos importados y se acelera la inflación, con lo que el consumo cae y el crecimiento de la economía pierde impulso.
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