MIGUEL BAHACHILLE M.| EL UNIVERSAL
lunes 16 de septiembre de 2013 12:00 AM
No hay que ser erudito en sociografía ecuménica ni posgraduado en alguna escuela clásica de economía, para vislumbrar la debacle en ciernes y cómo el "camino bolivariano" hunde al país cada día más. Basta revisar parte de la prensa nacional e internacional para ratificar cómo el acelerado deterioro de las finanzas públicas, contrario a lo que piensa Merentes, quebranta nuestra calidad de vida. De hecho "El Foro Económico Mundial" ha señalado a Venezuela como el país menos competitivo de Suramérica y a nivel mundial el N 134 de 148 países evaluados. Veamos algunos titulares en apenas 2 días.
"Compras petroleras a Estados Unidos crecieron 92%; auxilio del BCV a empresas públicas sube 14% en un mes; en Pdval exigen incremento salarial acorde con la inflación; urgencias en clínicas repletas de pacientes emigrados ante el desastre de hospitales públicos; hospital Razetti de Cotiza en crisis por racionamiento de agua; servicios oncológicos del país carecen de los recursos básicos indispensables; universitarios reclaman pago de pasivos laborales instituidos en la Convención Colectiva; seis días sin servicio eléctrico en las costas de Ocumare de la Costa; Venezuela a oscuras por apagón de más de 4 horas; jubilados de Cantv protestan ante el Ministerio del Trabajo; el Estado no logra consolidar une red de concesionarios de vehículos; habitantes de Nueva Tacagua cierran la Avenida Francisco de Miranda por falsas promesas habitacionales; en hora cero se declaran transportistas de todo el país; etc., etc.".
Así pues es prioritario, más que cumplir, encubrir estas noticias "por inconvenientes". En vez de abrir los ojos y corregir las vicisitudes propias de todo sistema democrático, el régimen orienta sus baterías para irrumpir contra los medios que las reflejan o contra "los obscenos saboteadores de la derecha fascista". Los diputados Andrés Velásquez y María Corina Machado (¡por acusadores!) están en la ringlera oficialista para ser despojados de sus curules que lograron por votación libre y democrática. ¡Deberán sufrir el mismo castigo que Mardo! La Constitución poco importa. Lo sustantivo es sacarlos del camino porque perturban los nobles designios de la revolución.
Cuando se produce una crisis autentica, o incluso falsa, se genera una atmósfera frenética e histérica poca propicia para el progreso y el juicio crítico. Ante el constante efecto de urgencia que vive el país debido al montón de compromisos acumulados, al régimen no se le ocurre otra cosa que inventar "Estados Mayores" para cada conflicto como si fuere cuestión de membresías. Todo lo contrario. Esos gazapos evidencian su ineptitud para atender al pueblo a través de instituciones propias de toda Democracia. La gente preferiría un "estado menor" con tal de vislumbrar resultados positivos más allá de palabrerías y denuncias bobas como conspiradores derechistas.
Lo que se busca en el fondo es que "el pueblo" pierda aptitud para discriminar los grados de jerarquía dentro del Estado. Que la mente del ciudadano se convierta en un cedazo por el cual pasan decenas de anuncios por hora que no pueda racionalizar. Esa táctica perversa se aplicó en Cuba al inicio de la era comunista. La mayoría de las noticias, casi todas intrascendentes, buscan que el ciudadano renuncie al proceso de selección de la información como ayuda para conferir significados acordes con sus valores. Para "los enchufados" el único valor es tutelar el poder así sea a costa de la ruina del país.
¿Qué hay detrás de las constantes denuncias de "golpes de derecha" además de justificar el fracaso gubernativo? Los únicos saboteadores son Nicolás y su grupo quienes conscientemente intentan sabotear el futuro de los venezolanos bajo el eufemismo de revolución. Los cubanos son expertos en ocasionar ruinas con acciones subliminales dirigidas a quebrar conciencias y disminuir el umbral de sensibilidad de la población. Afortunadamente ese proceso cautivante iniciado por Chávez se está revirtiendo. Las encuestas así lo refieren. Ahora es el turno de los ciudadanos. El 8 de diciembre tendremos la ocasión para fortalecer nuestra fe en el país mediante el voto. No hay otra.
"Compras petroleras a Estados Unidos crecieron 92%; auxilio del BCV a empresas públicas sube 14% en un mes; en Pdval exigen incremento salarial acorde con la inflación; urgencias en clínicas repletas de pacientes emigrados ante el desastre de hospitales públicos; hospital Razetti de Cotiza en crisis por racionamiento de agua; servicios oncológicos del país carecen de los recursos básicos indispensables; universitarios reclaman pago de pasivos laborales instituidos en la Convención Colectiva; seis días sin servicio eléctrico en las costas de Ocumare de la Costa; Venezuela a oscuras por apagón de más de 4 horas; jubilados de Cantv protestan ante el Ministerio del Trabajo; el Estado no logra consolidar une red de concesionarios de vehículos; habitantes de Nueva Tacagua cierran la Avenida Francisco de Miranda por falsas promesas habitacionales; en hora cero se declaran transportistas de todo el país; etc., etc.".
Así pues es prioritario, más que cumplir, encubrir estas noticias "por inconvenientes". En vez de abrir los ojos y corregir las vicisitudes propias de todo sistema democrático, el régimen orienta sus baterías para irrumpir contra los medios que las reflejan o contra "los obscenos saboteadores de la derecha fascista". Los diputados Andrés Velásquez y María Corina Machado (¡por acusadores!) están en la ringlera oficialista para ser despojados de sus curules que lograron por votación libre y democrática. ¡Deberán sufrir el mismo castigo que Mardo! La Constitución poco importa. Lo sustantivo es sacarlos del camino porque perturban los nobles designios de la revolución.
Cuando se produce una crisis autentica, o incluso falsa, se genera una atmósfera frenética e histérica poca propicia para el progreso y el juicio crítico. Ante el constante efecto de urgencia que vive el país debido al montón de compromisos acumulados, al régimen no se le ocurre otra cosa que inventar "Estados Mayores" para cada conflicto como si fuere cuestión de membresías. Todo lo contrario. Esos gazapos evidencian su ineptitud para atender al pueblo a través de instituciones propias de toda Democracia. La gente preferiría un "estado menor" con tal de vislumbrar resultados positivos más allá de palabrerías y denuncias bobas como conspiradores derechistas.
Lo que se busca en el fondo es que "el pueblo" pierda aptitud para discriminar los grados de jerarquía dentro del Estado. Que la mente del ciudadano se convierta en un cedazo por el cual pasan decenas de anuncios por hora que no pueda racionalizar. Esa táctica perversa se aplicó en Cuba al inicio de la era comunista. La mayoría de las noticias, casi todas intrascendentes, buscan que el ciudadano renuncie al proceso de selección de la información como ayuda para conferir significados acordes con sus valores. Para "los enchufados" el único valor es tutelar el poder así sea a costa de la ruina del país.
¿Qué hay detrás de las constantes denuncias de "golpes de derecha" además de justificar el fracaso gubernativo? Los únicos saboteadores son Nicolás y su grupo quienes conscientemente intentan sabotear el futuro de los venezolanos bajo el eufemismo de revolución. Los cubanos son expertos en ocasionar ruinas con acciones subliminales dirigidas a quebrar conciencias y disminuir el umbral de sensibilidad de la población. Afortunadamente ese proceso cautivante iniciado por Chávez se está revirtiendo. Las encuestas así lo refieren. Ahora es el turno de los ciudadanos. El 8 de diciembre tendremos la ocasión para fortalecer nuestra fe en el país mediante el voto. No hay otra.
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