En: http://www.lapatilla.com/site/2014/12/22/mary-anastasia-ogrady-quien-se-beneficia-si-se-levanta-el-embargo-a-cuba/
María Anastasia O'Grady
En un viaje a La Habana a finales de los años 90, recorrí la
restauración de un convento del siglo XVII con un arquitecto cubano. Me
dijo que el proyecto tenía problemas para obtener las baldosas de
reemplazo debido al embargo estadounidense. Yo sonreí y le dije que no
había un bloqueo de la isla y que las baldosas se podían conseguir en
México. Él me sonrió.
“Bueno, sí”, dijo. “El verdadero problema es que no tenemos dinero para comprarlas”.
Los cubanos están programados desde una edad temprana para quejarse
con cualquiera que esté dispuesto a escuchar que “el bloqueo” es la
causa de la extrema pobreza de la isla. Ellos saben que es una mentira.
Pero repetirlo obedientemente es una habilidad de supervivencia. Eleva
las probabilidades de que el demente dictador no sospeche que uno tiene
pensamientos contrarrevolucionarios, lo despida de su empleo, saque a
sus hijos de la escuela y se lo lleve a la cárcel.
El presidente Obama parecía tratar de demostrar sus propias
credenciales revolucionarias cuando anunció el miércoles nuevas
relaciones diplomáticas con la dictadura militar y planes para hacer que
sea más sencillo que los estadounidenses viajen a la isla y comercien
con los cubanos. En repetidas ocasiones vinculó el aislamiento del
pueblo cubano a la política estadounidense, tal como el régimen les
enseña a los niños cubanos. Se quejó de que el embargo contribuye a
dejar a “Cuba cerrada a un mundo interconectado”. En referencia al
limitado acceso que los cubanos tienen a las telecomunicaciones, dijo
que “nuestras sanciones a Cuba les han negado a los cubanos el acceso a
la tecnología que les ha dado poder a personas alrededor del mundo”.
Incluso el campesino cubano más humilde se reiría a carcajadas si
hubiera oído esas declaraciones, pero ninguno lo hizo porque, hablando
de aislamiento, no tienen acceso a otra cosa que no sea la televisión
estatal cubana. Los cubanos saben que la isla no está aislada de los
extranjeros. Según estadísticas cubanas, en 2013 hubo 2,85 millones de
visitantes a la isla de 11 millones de habitantes. Estos incluyeron
turistas e inversionistas europeos, chinos, latinoamericanos,
canadienses y estadounidenses. En los primeros seis meses de este año,
según The Havana Consulting Group, hubo 327,000 visitantes
estadounidenses a Cuba.
El aislamiento (esta es una noticia para Rand Paul) es causado por el
estado policial, que controla y vigila los movimientos de los
extranjeros, llevando a la mayoría de los visitantes a los resorts. Los
periodistas extranjeros que se oponen abiertamente a la línea del
Partido Comunista no son admitidos en el país.
Más visitantes no harán nada para reducir la pobreza cubana. El
régimen se queda con la moneda fuerte que dejan estos y les paga a los
trabajadores en pesos que no valen nada. Los extranjeros que deciden
premiar a los buenos trabajadores sin la aprobación del Estado pueden
terminar en la cárcel.
Es cierto que el pueblo cubano carece de acceso a la tecnología, pero
la sugerencia de Obama de que se debe al embargo es un error garrafal. Carlos Slim,
el monopolista de telecomunicaciones mexicano y actor global en el
sector; Telefónica, el proveedor español de telecomunicaciones y banda
ancha; Natcom, de Vietnam; Digicel, de Irlanda, e incontables empresas
más pueden hacer negocios en la isla. Sin embargo, no pueden proveer
acceso a Internet en los hogares debido a que el Estado lo prohíbe.
Las compañías de telecomunicaciones estadounidenses están cabildeando
en Washington para poder hacer negocios con el dictador. Por lo tanto,
para vendernos la idea, Obama asegura que este pequeño y atrasado país
caribeño es un enorme mercado de exportación. Una pregunta: ¿cómo es
posible que países como México y España no hayan inundado este paraíso
virgen para los capitalistas y potenciado a la clase media cubana? Tal
vez porque un par de rufianes ha ajustado el juego a su favor. Ellos
deciden quién y qué entra al país, tratan a los cubanos como esclavos,
encarcelan arbitrariamente a emprendedores extranjeros y se quedan con
su propiedad cuando les place.
Algunos delirantes comentaristas promercado creen que el antimercado
Obama está de repente promocionando sus ideas en Cuba. Obama quiere que
creamos que cuando los estadounidenses hagan negocios en Cuba, los
cubanos tendrán más poder. Es gracioso que no se haya sentido de la
misma forma para ayudar a la democrática Colombia cuando su acuerdo de
libre comercio con EE.UU. tenía que ser ratificado. En aquel entonces,
la Casa Blanca estaba preocupada por los derechos de los trabajadores
colombianos. Ahora, bueno, no tiene importancia.
Los Castro están en total pánico debido a que Venezuela, que ha sido
su salvavidas financiero por 15 años, está quebrada. La última vez que
las cosas estuvieron así de mal fue cuando los subsidios soviéticos se
agotaron a principios de los 90 y el régimen se quedó sin dinero, Castro
introdujo el “período especial”.
Se les permitió entonces a los cubanos abrir restaurantes en sus
casas, operar taxis y proveer otros servicios a extranjeros y locales. A
medida que los emprendedores florecieron, el Estado comenzó a perder el
control absoluto del que había dependido desde 1959. Fidel tomó medidas
drásticas apenas se estabilizó Cuba.
Ahora, los mafiosos están de nuevo contra las cuerdas. Si pueden
elevar el número de viajeros estadounidenses a la isla y luego liberar
la financiación multilateral que ahora está bloqueada por EE.UU., quizás
podrían subsistir. Pero si no, la dictadura probablemente se
desmoronará, lo que hace preguntarnos a quién está tratando de ayudar
Obama al intervenir ahora.
Escriba a O’Grady@wsj.com
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