EN: http://www.lapatilla.com/site/2015/09/15/jose-machillanda-despues-de-la-carta-un-salto-politico-categorico/
José Machillanda
La sentencia política, -porque sólo fue eso y jamás una sentencia
ajustada a la búsqueda de la justica- termina por ser un detonante
político en dos direcciones: la consolidación de un liderazgo político
del siglo XXI y, a la vez como producto de la carta visionaria y
demandante de una nueva ética, la solicitud para que Venezuela como
grupo y masa social se aproxime a mostrar como cualidad común el amor y
respeto por la democracia, y efectúe un Salta Político Categórico. Salto
Político Categórico que entienda a la democracia y se haga respetar,
teniendo en cuenta que en la democracia el individuo aferrado a la
Constitución está por encima de la Comunidad y del Estado.
La tiranía como régimen ,presidida por Nicolás Maduro que
obscenamente maltrata y ofende al gentilicio venezolano, no es capaz de
comprender que en los venezolanos existe un gen democrático y, que no
obstante la complicidad con la Cúpulas Militares Claudicantes, la
mayoría de los venezolanos rechazamos –pero además despreciamos- el
hiato del comunismo-militarista que ha dado la espalda al sentir
democrático de un país que ha soportado por dieciséis años, de manera
valiente, las atrocidades de un régimen que sólo son posibles ante la
carencia de una clase política. La historia y la sociedad enjuiciarán al
hiato comunistoide y militarista.
La carta encierra, entonces, una demanda al cuerpo societal
venezolano. Esa demanda llama a los venezolanos que sean capaces de
generar una cualidad común, el respeto a la democracia. Esta cualidad
común, a la que debemos atender quienes nos sentimos demócratas, nos
pondrá en el sendero de la participación contendiente para que podamos
hacer un Salto Categórico. Esto quiere decir que como demócratas
confrontemos las falsas promesas de estos dieciséis años de fracasos, y
potenciemos una verdadera conducta de intención ético-política que nos
conduzca con energía direccionada al 6-D. En consecuencia, tiemblen
tiranos y militares comprometidos con esta tiranía.
La cualidad común, el Salto Categórico de la gran masa democrática
actuando de manera integral, facilitará la interacción entre los
venezolanos habida cuenta lo sufrido, iniciando un accionar de nuestras
voluntades alejado de las facciones, pero sí como una energía política
única para negar la falsa ideología comunistoide de un gobierno
militarista nacido en la violencia y respaldado por la desgraciada
acción de la Cúpula Militar Claudicante y Sumisa que ha servido de
sostén y punto de apoyo a una concepción politológica primitiva y
fracasada, el Chavismo y Post-Chavismo, que ha hecho de Venezuela el
centro de una grosera regresión política.
El cuerpo societal venezolano como gran mayoría democrática,
consecuente con el contenido de la carta posterior a la absurda
sentencia, facilitará la interacción para completar y hacer la
diferencia el 6-D. Desde ya muchos nos preguntamos ¿Y sí no hay 6-D? La
respuesta es sencilla. Si hemos entendido la necesidad de construir la
cualidad común como demócratas y estamos haciendo el Salto Categórico
emplearemos la protesta y resistencia civil. Acciones legítimas que
requiere una sociedad frente a la posibilidad que ocurra una maniobra
desalmada, como pudiera ser que no hubiese 6-D. Para ese momento, el
mundo que observa hoy la tiranía que se le ha impuesto a los
venezolanos, comprenderá que los venezolanos no nos acobardamos ante
tanta locura y arbitrariedad y haremos valer nuestros derechos cívicos y
constitucionales.
Como gran mayoría democrática, los venezolanos hoy debemos hacer el
esfuerzo para entender el nuevo rol que dentro de tan grave perturbación
política nos requiere el 6-D. Ese nuevo rol tiene un nuevo código: La
Resistencia pacífica, organizada, permanente, que como energía le
explique no a este régimen, sino al mundo que los venezolanos no estamos
dispuestos a tolerar más la burla, la ofensa, el maltrato y la
persecución, y que por lo tanto recobraremos el respeto que nos
merecemos y estamos dispuestos a reclamarlo.
Este régimen, vergüenza de la historia venezolana, no tiene
legitimidad de origen. Sí la tuvo, la perdió. Inequívocamente no tiene
legitimidad de gestión. No tiene legitimidad de gestión porque ha
construido un hiato perverso del militarismo radical y criminalidad, que
perfila a esta tiranía no ya ante los venezolanos, sino ante al mundo
como un gran fracaso. Tan cierto es esto, que a lo interno de su
organización la deserción, el desmembramiento y las luchas intestinas
muestran un cadáver político, un vacío, una situación repugnante y
ofensiva, que ha hecho que los anteriores acólitos y adherentes hoy sean
los más críticos jueces de una desgracia política que ya alcanza
dieciséis años, como lo demuestra la carta de un hombre que convencido
de que el ejercicio de la política tiene que ver con el ejercicio del
poder, y nunca con el empleo y la maniobra de grupos y facciones en el
gobierno, que hasta ahora sólo han gobernado para satisfacer sus
complejos, apetencias y necesidades insaciables de dolo y corrupción.
El cuerpo societal venezolano está en el camino para realizar el
Salto Categórico. Salto Categórico para expresar como cualidad común la
necesidad de una democracia requerida. Y así junto al nuevo código de
la defensa de la democracia realizar lo que ya se otea, el
restablecimiento de la democracia con lo cual se enterrará un proyecto
nacido en la violencia, el sectarismo y la ignorancia política adosado a
un exponencial corrupción, que avergüenza al venezolano común y forma
parte de uno de los grandes equívocos en el inmediato pasado, cuando
algunos venezolanos creyeron en el neo-militarismo surgido del fracaso
de la partidocracia podía convertirse en poder y gobernar una Nación
decente.
No comments:
Post a Comment