Gustavo Coronel
La
noche del Jueves 10 de Septiembre del 2015 la juez Susana Barreiros se
condenó a sí misma a una cadena perpetua de ignominia y traición a su
profesión, al dictar una condena absurda a Leopoldo López. Esta jinetera
moral tendrá que andar disfrazada para escapar al rechazo de los
venezolanos y dudo que pueda visitar a nación civilizada alguna. Su
nombre será pronunciado con desprecio por los venezolanos honestos y su
vida quedará manchada para siempre.
Susana
Barreiros es un producto de la degradación moral que impera en la
pandilla chavista. Cumplió con la orden dada por La Habana al payaso
corrupto, Nicolás Maduro. Este payaso ya había condenado a Leopoldo al
llamarlo “el Monstruo de Ramo Verde”.
Esta
condena a Leopoldo López coloca al régimen aún más cerca de su
ignominioso final. Y marca a quienes han condenado a un inocente a ser
despreciados por la gente digna, no importa adonde vayan. Susana
Barreiros no tendrá donde esconderse de la censura moral que le dará la
Venezuela de la democracia y de la libertad.
Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Tarek Saab, Tarek El Aissami, Elías Jaua y Rafael Ramírez, quienes forman el núcleo principal de la pandilla del terror, serán castigados por el horrible crimen cometido contra los venezolanos. Donde estén, digan lo que digan, sus nombres ya están inscritos en el libro de la Venezuela de la infamia.
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