Thursday, October 1, 2015

Gobiernos de Latinoamérica inspiran náuseas a sus ciudadanos

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MARIO SZICHMAN/ Nueva York/ Especial para TalCual



De acuerdo a la encuestadora Latinobarómetro, desde Tijuana a Tierra del fuego, los habitantes de la región están hartos de la corrupción y de la incompetencia de sus autoridades, y han perdido fe en sus instituciones cívicas, en los partidos políticos, en sus fuerzas armadas, en la justicia y en el parlamento



América Latina se ha distinguido siempre por dos tipos de industrias extractivas, aquellas que extraen del subsuelo petróleo, hierro, cobre, bauxita, y piedras y metales preciosos, y la industria de extracción que practican sus autoridades en las bóvedas de sus bancos centrales.

En épocas de prosperidad, los buenos precios que obtienen las materias primas permiten atemperar o disimular el saqueo al erario público y los ladrones y atorrantes pasan por estadistas.  Cuando viene la época de las vacas flacas, es imposible aplacar la indignación popular. Hay que echarle a alguien la culpa por el alza en el costo de la vida, por la mala administración de los fondos, por el pésimo funcionamiento de los servicios públicos, por la rampante criminalidad. Y es inevitable que la indignación enfile directamente hacia los previos estadistas, que recuperan mágicamente su condición de malvivientes.

La encuestadora Latinobarómetro informó en su survey anual, que abarca 17 países de América Latina, acerca de la furia de muchos gobernados por sus gobernantes. Tal vez el caso más grave es el de Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff cuenta con una aprobación del 7% en las encuestas.

Como recordarán los lectores, Rousseff fue reelecta el 26 de octubre de 2014 derrotando por estrecho margen a Aécio Neves. En esa ocasión, la actual mandataria brasileña necesitó un 51,6 por ciento de los sufragios para ganarle a Neves. ¿Cómo es posible que en menos de un año haya perdido un 45% del apoyo de la ciudadanía? ¿Cuán ciego podía estar el pueblo brasileño para reelegirla en el 2014? ¿Cuán perspicaz es ahora para repudiarla de esa manera? Es una pregunta interesante, porque ese tipo de colapso en la popularidad generalmente precede a estallidos sociales, o a juicios políticos.

En el caso de Rousseff, la cosa se complica por el escándalo del ente petrolero estatal Petrobrás, el más grande en la historia del país, y porque Brasil, según indicó The Wall Street Journal, enfrenta “la peor contracción económica en 25 años”. Muchos están pidiendo la renuncia de Rousseff, así como su procesamiento.

Según la misma encuesta, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cuenta con 24% del respaldo de los electores. Y aun así, está mucho mejor que el presidente de Perú, Ollanta Humala, cuyo rating de aprobación es de un 13%.

Con respecto al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, alrededor de 25% de sus compatriotas aprueba su gestión. Latinobarómetro dijo que en los dos años desde que asumió el cargo, Maduro bajó un 30% en la preferencia popular. Las principales quejas de los venezolanos son la escasez de alimentos y de otros productos básicos.

En doce de los 17 países en que se realizó la encuesta, el crimen y la acción de bandas armadas es evaluado como el problema más importante.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha ido perdiendo progresivamente su popularidad. No solo Latinobarómetro sino The Pew Research Center señalan la creciente irritación de los mexicanos con su liderazgo. En el 2014, un 51 por ciento de los entrevistados expresaron una opinión favorable del primer magistrado.

En la actualidad, apenas un 44 por ciento manifestaron similar opinión. Las cifras de Pew dijeron que la aprobación del líder del PRI cayó en todas las áreas.

Un 34 por ciento de los encuestados dijo que la economía está en buenas condiciones, una declinación del seis por ciento en relación al año pasado. Y por supuesto, no ha cesado el clamor por la desaparición y probable asesinato de 43 estudiantes.

En Ecuador, el presidente Rafael Correa enfrenta desde hace semanas continuas protestas callejeras, las peores desde que asumió el poder en el 2007.

El “boom” de las materias primas durante la primera década de este siglo favoreció a gobiernos derechistas e izquierdistas. El promedio de aprobación de los jefes de estado fue de un 60 por ciento, señaló Latinobarómetro.

Tanto el conservador Álvaro Uribe, en Colombia, como Hugo Chávez Frías, en Venezuela, e Inacio Lula da Silva, en Brasil, fueron ídolos del pueblo. Ahora, el ranking de aprobación de los mandatarios de la región no supera en promedio el 47 por ciento.

La Comisión para América Latina y el Caribe dependiente de las Naciones Unidas pronosticó para este año un crecimiento regional de apenas 0,5 por ciento. Entre el 2003 y el 2008, el promedio de expansión en América Latina fue de un robusto 4,6 por ciento.
Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, predijo que esta segunda década del siglo será para América Latina, “La década negra de la corrupción, los escándalos, el bajo crecimiento, y la falta de representación”.

La encuesta dice que los habitantes de la región están hartos de la corrupción y de la incompetencia de sus autoridades, y han perdido fe en sus instituciones cívicas, en los partidos políticos, en sus fuerzas armadas, en la justicia y en el parlamento.

Como en las sociedades tribales, los grupos que despiertan más confianza son la familia y los vecinos. Y la única institución que sigue contando con bastante respaldo es la iglesia. Y al parecer, el grito de batalla que empieza a resonar en toda América Latina es “Moderación o muerte”. Quienes se autocalifican de “centristas” han pasado del 42 por ciento en el 2008, al 33 por ciento en la actualidad. Y los “izquierdistas” y “derechistas” han empezado a ganar terreno.

El problema es que los “derechistas” pasan a engrosar con enorme rapidez las filas de los partidarios de una solución militar. Y que los “izquierdistas” no suelen quedarse de brazos cruzados.

La consultoría Capital Economics resumió la situación con esta frase: “los inversionistas deben acostumbrarse a la idea de que los riesgos políticos han regresado a América Latina”.

¡Qué suerte que sigue existiendo la encuestadora Hinterlaces para hacernos creer que seguimos viviendo, como el doctor Pangloss, en el mejor de los mundos posibles!


 Vía Tal Cual 
Que pasa Margarita

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