Tuesday, October 6, 2015

Qué está pasando con la banca venezolana?

EN: http://prodavinci.com/2015/10/05/economia-y-negocios/que-esta-pasando-con-la-banca-venezolana-por-victor-salmeron/

Víctor Salmerón

El contexto actual

El sistema financiero venezolano ha sabido navegar sobre una economía sumergida en inflación, recesión, incremento acelerado de la liquidez y cambios regulatorios, pero ya el entorno comienza a producir impactos relevantes.
La multiplicación de los fondos, paradójicamente, genera sobresaltos. Para que el Gobierno pueda cubrir una porción importante de sus gastos, el Banco Central de Venezuela emite billetes que ensanchan la cantidad de dinero y por ende aumentan rápidamente los bolívares depositados en las torres financieras, al punto de que entre agosto de este año y agosto de 2014 las captaciones registran un salto de 88%.
El inconveniente es que los bancos colocan estos bolívares en créditos o en bonos, los dos componentes esenciales de sus activos. Y cuando ésta cuenta crece también tienen que aumentar el dinero propio que respalde esas operaciones. Es decir: es obligatorio inyectar fondos al patrimonio para mantener la proporción adecuada.
La Superintendencia de Bancos exige un índice mínimo de patrimonio sobre activos de 9%. Y cumplir con este requerimiento ya no es algo fácil. En agosto de 2013, el sistema financiero como un todo mantenía un índice de 12,05% y para agosto de 2015 el indicador había descendido hasta 10,8%.
El analista financiero Francisco Faraco explica que “hay que tomar en cuenta que las utilidades están cayendo y, por ende, ya no será posible reinvertir las mismas cantidades en aumentos del patrimonio, que es la valla contra los problemas de solvencia”. El descenso de las utilidades obedece a que los bancos han comenzado a pagar más impuestos, en vista de que por los cambios en la ley ya no pueden aplicar el ajuste por inflación, una medida que aún sigue vigente para el resto de las empresas y que, básicamente, busca asegurar que los contribuyentes cancelen impuestos sobre una ganancia real y no ficticia o nominal.
Hasta ahora esta disposición se había traducido en que los bancos cancelaran muy pocos impuestos. Basta con observar que en agosto de 2014 lo cancelado al Seniat sólo representó el 1,87% de las utilidades, pero en agosto de este año, y tras las modificaciones en la ley, la proporción registra un salto hasta 27,4%. “Mientras la liquidez crezca más que las utilidades los índices de solvencia se van a ir encogiendo. Y es entonces cuando surge la posibilidad de malas prácticas, como los autopréstamos para elevar el patrimonio, los ingresos ficticios o la subestimación de gastos”, alerta Francisco Faraco.
Leonardo Buniak, quien también se especializa en el análisis bancario, señala que “buena parte de las entidades financieras están cerca del índice mínimo de patrimonio de 9%, los bancos están intoxicados de bolívares y el patrimonio se viene reduciendo, esto se traduce en una limitación para crecer, para recibir pasivos y colocarlos en activos, a menos que haya un cambio regulatorio”.
Hay que recordar que en noviembre de 2014 la Superintendencia de Bancos dejó sin efecto una resolución que obligaba a los bancos a cumplir con un índice mínimo de patrimonio de 10% desde el 31 de diciembre de ese año.

La cartera

Un aspecto que hay que tomar en cuenta es que el financiamiento a las personas a través de tarjetas de crédito aumenta a paso firme en una economía en la que la inflación merma la capacidad de pago de los clientes. Las estadísticas oficiales indican que los préstamos a través de tarjetas aumentan su participación en el total de créditos desde 11,7% en agosto de 2012 hasta 17,1% en agosto de este año.
Los departamentos de riesgo han tomado nota de un alza muy importante de los clientes que utilizan la tarjeta de crédito para cubrir necesidades básicas. Las cifras oficiales indican que durante el primer trimestre de este año el número de consumos cancelados con tarjetas en supermercados y abastos aumentó 172% con respecto al mismo lapso de 2014, mientras en clínicas y farmacias aumentó 261% y por concepto de avances de efectivo aumentó 350%.
En buena parte, el incremento de la deuda que tienen los venezolanos por el uso de las tarjetas es comprensible. Las regulaciones indican que los bancos no pueden cobrar una tasa de interés superior a 29% mientras que la inflación (según datos extraoficiales, en vista de que el Banco Central de Venezuela no hace pública la cifra) es mayor a 100%. En resumen: el deudor le paga al banco con un dinero que vale menos que cuando recibió el préstamo.
Pero si las empresas que están cerrando plantas por falta de materia prima se ven forzadas a despedir personal o el salario no aumenta lo suficiente como para mantener al día los pagos, los bancos podrían tener problemas para recuperar los créditos. “En una economía enferma, es riesgoso aumentar el activo: los primeros que quiebran son las personas”, dice Francisco Faraco.
Leonardo Buniak indica que las proyecciones de su firma contemplan que la economía caiga entre 5% y 7% este año y repita este comportamiento en 2016. “Consideramos que la calidad de la cartera de crédito va a deteriorarse, esperamos que disminuya la capacidad de pago de los deudores pero los bancos tienen fortaleza para absorber las pérdidas, provisiones y capital”, señala Buniak.
Al cierre de agosto de este año la morosidad es mínima. Los bancos sólo tienen problemas para recuperar 0,39 bolívares por cada 100 concedidos en préstamos. “Esto se debe al castigo en la cartera. Es decir, pasas a pérdida el crédito y los provisionas 100%, con lo que desaparece del balance. Además. como aumenta el total de la cartera en términos nominales, la morosidad baja”, dice Leonardo Buniak.

El Estado

El sector público es un deudor muy importante en la banca. Y también es un gran depositante.
Al cierre de agosto de este año, el Estado tiene depositado en la banca 504 mil 962 millones de bolívares. Y por concepto de bonos vendidos a las torres financieras tiene una deuda de 531 mil 051 millones de bolívares. Francisco Faraco indica que éste es un manejo errático de los fondos públicos: “es como pedir prestado 100 bolívares y dejar un monto similar en la cuenta corriente. Por los depósitos recibes una tasa de interés más baja de la que pagas por el crédito”. Agrega que “al mismo tiempo el Banco Central de Venezuela financia al Gobierno emitiendo dinero inorgánico que dispara la inflación… algo insólito”.

El interbancario

Si bien abundan los bolívares, la liquidez no se reparte de manera equitativa. Por ejemplo: 78 de cada 100 bolívares que el Estado tiene en el sistema están depositados en los bancos públicos. Y cuando a esta concentración de los fondos se le unen pagos de impuestos, algunas entidades financieras se quedan cortas en liquidez.
Entonces, para obtener los recursos que necesitan y operar con normalidad, los tesoreros recurren al mercado interbancario, donde diariamente los bancos que tienen exceso de fondos le prestan a aquellos que necesitan dinero.
En vista de que hay más demanda por los bolívares, la tasa de interés a la que los bancos se prestan entre ellos (conocida como interbancaria) ha registrado un alza importante en las últimas jornadas: en septiembre los bancos se prestaron entre sí a una tasa promedio de 10,35% versus 3,8% en agosto.
Hay otra señal: en agosto diariamente los préstamos se ubicaron en un promedio de 2,6 millardos de bolívares, mientras que en septiembre la cifra saltó hasta 4,2 millardos.

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