Álex Vásquez y Franz von Bergen
Expertos en el área electoral coinciden en que un alto número de votos en blanco o “nulos” no son motivo de fraude electoral, como argumentó el presidente Nicolás Maduro, ni ameritan una impugnación, como insinuó Jorge Rodríguez.
El abogado constitucionalista Pedro Afonso Del Pino aseguró que los votos nulos se dan en todas las elecciones y que considerarlos motivo de impugnación sería el equivalente a decir que una elección no es válida por una alta abstención. “No equivale a un fraude en absoluto, porque el elector puede equivocarse o incluso decidir votar nulo. No representa afectación de la voluntad del elector ni es causa para impugnar”, indicó.
Vicente Díaz, ex rector del CNE, coincidió en que los votos nulos no pueden considerarse parte de un fraude, pues incluso pueden constituir una opción para los electores. “En el derecho electoral se asume la existencia del sufragio nulo consciente, eso significa que la gente puede votar nulo porque cree en elecciones, pero no comparte la oferta electoral de ningún partido”, expresó.
De igual forma piensa Félix Arroyo, representante electoral de AD ante el CNE, quien sostuvo que los votos nulos no constituyen un fraude y pueden ser un error o hasta una forma de protesta: “En la ley venezolana se quitó la expresión voto en blanco, que denota protesta, y sólo se mantiene el voto nulo, que a veces se usa como forma de protesta. Pero tú no puedes diferenciar un voto nulo por error o a propósito. Mi especulación es que personas que el chavismo obligó a sufragar decidieron votar nulo”.
Aníbal Sánchez, del equipo electoral del Comando Venezuela Unida, coincidió en que parte de los votos nulos pudieran ser una expresión de descontento del electorado que debe reportar su asistencia obligada a la elección, pero no se siente atraído por ninguna opción.
Por su parte, el chavismo ve la situación desde otra perspectiva. En rueda de prensa, a principios de semana, Jorge Rodríguez sembró un atisbo de duda sobre los resultados de todas las elecciones circuitales en los que los votos nulos fueron más que la diferencia entre el candidato ganador y el perdedor. “Yo impugnaría la elección si fuera candidato”, dijo.
¿Cómo serían las impugnaciones?
Pedro Afonso Del Pino explicó que el chavismo podría apoyarse en el Artículo 215, numeral 3, de la Ley Orgánica de Procesos Electorales para justificar una eventual impugnación que, opinó, se daría en pocas circunscripciones para intentar arrebatarle la mayoría calificada a la oposición.
Ese artículo de la Lopre señala que una elección será nula cuando el CNE determine que “no se ha preservado o se hace imposible determinar la voluntad general de los electores”. Sin embargo, Del Pino insistió en que la alta cantidad de votos nulos no afecta la voluntad del elector.
Quien desee impugnar debe ir al CNE, para lo cual dispone de 20 días hábiles. El viernes 11 de diciembre el organismo comenzó sus vacaciones, por lo que desde el 6D han pasado cinco días hábiles. Si el CNE reinicia labores el 11 de enero, comenzarían a contar los 15 días hábiles restantes.
Fuentes políticas han afirmado que, para agilizar el proceso, el PSUV podría acudir al Tribunal Supremo de Justicia. Del Pino dijo que el proceso regular es impugnar ante el CNE, pero que los candidatos afectados podrían acudir a la Sala Constitucional del TSJ a solicitar un amparo constitucional, bajo el argumento de que, ante la inminencia de la instalación de la nueva Asamblea Nacional, se deben corregir las dudas.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, negó que se pueda revertir la elección de algún diputado por los votos nulos. Argumentó que el CNE cerró sus puertas el viernes pasado y hasta ese momento no cursaba ninguna impugnación contra la MUD. “El CNE abre sus puertas el 11 de enero, seis días después de que se instale la Asamblea Nacional. Vayan a llorar al valle. Cada diputado tiene la credencial que lo acredita como representante del pueblo soberano”, expresó.
¿Dónde existen más dudas?
Una fuente del PSUV aseguró que los candidatos de su partido que perdieron en el estado Aragua son los que están evaluando con mayor acuciosidad la posibilidad de impugnar los comicios. En ese estado había 4 circuitos electorales el 6 de diciembre y todos los ganó la MUD. En 3 de ellos, el 2, 3 y 4, el número de votos nulos fue mayor a la diferencia que hubo entre los candidatos de los dos bloques.
Destaca el caso del circuito 3, donde Karim Salanova, de la MUD, venció a Rosa León por 82 votos para convertirse en la diputada 112 del bloque opositor y llegar a la mayoría calificada de dos tercios. La cantidad de votos nulos en ese territorio fue de 15.992: 195 veces la diferencia entre las dos postuladas.
El PSUV podría argumentar que si se evalúa el resultado del voto lista en esa misma circunscripción hay indicios de que el voto nulo pudo haber incidido. El voto por las tarjetas de los partidos lo ganó la tolda de gobierno por 910 sufragios, 11 veces la diferencia que le sacó Salanova a León en el voto nominal. Sin embargo, existe la posibilidad de que parte de esos votos nulos hayan sido en rechazo directo a la candidatura de León, por lo que no se puede asumir que todos fueron equivocaciones.
“El voto nulo es nulo y ya. No se puede determinar si el elector se equivocó o si quería votar por otra opción. No es motivo para repetir la elección, pero sí nos obliga a idear mecanismos para que la situación no se repita en futuras elecciones”, advierte Simón Calzadilla, secretario general del Movimiento Progresista de Venezuela y uno de los candidatos de la MUD que ganó en Aragua, en su caso en el circuito 4.
¿Los votos nulos perjudicaron más a un partido?
Al analizar los resultados de los 87 circuitos, se encuentra que en 33, 37,9% del total, el número de votos nulos fue mayor a la diferencia que existió entre los candidatos de los dos principales bloques. Sin embargo, la situación parece haber afectado de manera muy equilibrada: en 17 de esos casos perdió el PSUV y en 16 la MUD. Más allá de esto, existen indicios de que los votos nulos fueron más en los centros favorables al chavismo que en los opositores, lo que da a entender que el PSUV terminó más afectado por la situación.
Por ejemplo: en los 61 centros de votación que tenían nombres directamente relacionados con el proceso revolucionario, la mayoría de ellos con mención directa a Hugo Chávez, el porcentaje de votos nulos en las listas fue de 6,2%, más de un punto porcentual por encima del 4,8% nacional.
En estos centros ganó el gobierno con 77,3% de los votos contra 20,1% de la MUD. Y estaban diseminados por todo el país, así que su situación no se reduce a un comportamiento atípico de un estado.
Sin embargo, esto no parece indicio suficiente para decir que el chavismo fue perjudicado en los resultados finales, puesto que pudieron haber sido votos nulos conscientes de algunos militantes chavistas desencantados por la situación del país. Así lo explicó Nicmer Evans, politólogo y miembro de Marea Socialista, en una columna escrita recientemente. Explica que los simpatizantes de esa corriente no tenían en muchos estados opciones por las cuales votar debido a que evitaron que inscribieran candidatos, lo que los llevó a optar por el voto nulo.
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