Monday, July 18, 2016

Un regreso al 2008?

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Mi respuesta es un franco no, pero las turbulencias
en los mercados globales son más serias que cualquier período de volatilidad desde 2009

Nouriel Roubini El País Marzo 7, 2016 http://economia.elpais.com/economia/2016/03/07/actualidad/1457380733_812399.html

La pregunta que me hacen con más frecuencia en estos días es la siguiente: ¿regresamos al 2008 y a otra crisis financiera y recesión global?
Mi respuesta es un franco no, pero aclaro que el reciente episodio de turbulencia del mercado financiero global probablemente sea más serio que cualquier período de volatilidad y comportamiento de aversión al riesgo desde 2009. Esto es porque hoy existen por lo menos siete causas de riesgo de catástrofe global, a diferencia de los factores únicos —la crisis de la eurozona, el episodio del taper tantrum (cuando la Reserva Federal anunció una posible reducción anticipada de sus compras de bonos), una posible salida griega de la eurozona y un aterrizaje económico forzoso en China— que han alimentado la volatilidad en los últimos años.

Primero, los temores sobre un aterrizaje forzoso en China y su potencial impacto en el mercado bursátil y el valor del yuan han regresado con ganas. Si bien es más probable que China tenga un aterrizaje con sacudidas más que forzoso, todavía deben calmarse las preocupaciones de los inversores debido a la desaceleración actual del crecimiento y la continua fuga de capitales.


Segundo, los mercados emergentes están en serios problemas. Enfrentan vientos de frente globales (la desaceleración de China, el fin del superciclo de las materias primas, la salida de la Fed de las
tasas de política monetaria cero). Muchos experimentan
desequilibrios macro, como déficits de cuenta corriente y fiscal
gemelos, y confrontan una creciente inflación y una desaceleración
del crecimiento. La mayoría no han implementado reformas
estructurales para impulsar el débil crecimiento potencial. Y la
debilidad de la moneda aumenta el valor real de billones de dólares
de deuda acumulada en los últimos 10 años.

Tercero, la Fed probablemente se equivocó al abandonar su política
de tasa de interés cero en diciembre. Un crecimiento más débil, una
inflación más baja (debido a una mayor caída de los precios del
petróleo) y condiciones financieras más difíciles (por un dólar más
fuerte, un mercado bursátil corregido y mayores diferenciales de
crédito) ahora amenazan el crecimiento y las expectativas
inflacionarias de EE UU.

Cuarto, muchos riesgos geopolíticos que se cuecen a fuego lento ya
están llegando a un punto de ebullición. Quizá la causa más
inmediata de incertidumbre sea la perspectiva de una guerra fría de
largo plazo -interrumpida por conflictos subsidiarios- entre las
potencias regionales de Oriente Medio, particularmente Arabia
Saudita, chiita, e Irán, sunita.

Quinto, el derrumbe de los precios del petróleo está generando
caídas de las acciones de Estados Unidos y globales y alzas en los
diferenciales de crédito. Esto ahora puede señalar una demanda
global débil —en lugar de una oferta creciente— en tanto se
desacelera el crecimiento en China, en los mercados emergentes y
en EE UU.
Los precios bajos del petróleo también perjudican a los productores
de energía de Estados Unidos, que conforman una porción
importante del mercado accionario de EE UU, e imponen pérdidas
crediticias y potenciales incumplimientos de pago a las economías
que son netas exportadoras de energía, sus deudas soberanas, sus
empresas estatales y las firmas del sector energético. En la medida
que las regulaciones impidan que los creadores de mercado ofrezcan liquidez y absorban la volatilidad de mercado, cada shock fundamental se vuelve más agudo en términos de correcciones de precios de los activos de riesgo.

Sexto, los bancos globales se ven amenazados por los retornos más bajos, debido a las nuevas regulaciones implementadas a partir de 2008, el crecimiento de la tecnología financiera que amenaza con alterar sus modelos de negocios ya en dificultades, el creciente uso de tasas de política monetaria negativas, las pérdidas crediticias en alza por activos de mala calidad (energía, materias primas, mercados emergentes, prestatarios corporativos europeos frágiles) y el movimiento en Europa para que los acreedores de los bancos asuman parte de la deuda, en lugar de rescatarlos con ayuda estatal ahora restringida.

Finalmente, este año la UE y la eurozona podrían ser la zona cero de una turbulencia financiera global. Los bancos europeos están en dificultades. La crisis migratoria podría conducir al fin del Acuerdo Schengen y (junto con otros problemas domésticos) al fin del gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel. Es más, la salida de Gran Bretaña de la UE se está volviendo cada vez más probable. Ahora que el gobierno griego y sus acreedores vuelven a estar en una trayectoria de colisión, el riesgo de una salida de Grecia puede regresar. Los partidos populistas de derecha y de izquierda están ganando fuerza en toda Europa. En consecuencia, Europa cada vez corre más riesgo de desintegrarse. Para colmo de males, su vecindario no es un lugar seguro. Hay guerras no sólo en Oriente Medio sino también en Ucrania, a pesar de los repetidos intentos por parte de la UE de negociar la paz, mientras que Rusia se está volviendo más agresiva en las fronteras de Europa, desde los países bálticos hasta los Balcanes.

En el pasado, los riesgos de catástrofe eran más ocasionales, los temores por el crecimiento terminaban siendo sólo eso y la respuesta en materia de políticas era fuerte y efectiva, lo cual
permitía que los episodios de riesgo elevado fueran breves y que se restablecieran los precios de los activos a sus niveles altos anteriores (si no más altos aún). Hoy, existen siete causas de potencial riesgo de catástrofe global, y la economía mundial está pasando de una expansión anémica (crecimiento positivo que se acelera) a una desaceleración (crecimiento positivo que se desacelera), lo cual derivará en una mayor reducción del precio de los activos de riesgo (acciones, materias primas, crédito) a nivel mundial.

Al mismo tiempo, las políticas que frenaron y revirtieron el ciclo fatal entre la economía real y los activos de riesgo se están quedando sin fuerzas. El mix de políticas no es el adecuado, debido a una excesiva dependencia de la política monetaria y no de la política fiscal. De hecho, las políticas monetarias se están volviendo cada vez menos convencionales, lo que se refleja en la tendencia de varios bancos centrales hacia tasas de interés reales negativas; y estas políticas poco convencionales corren el riesgo de hacer más mal que bien ya que afectan la rentabilidad de los bancos y otras firmas financieras.

Dos meses funestos para los mercados financieros pueden dar lugar en marzo a una recuperación reparadora de activos como las acciones globales, en tanto algunos bancos centrales clave (el Banco Popular de China, el BCE y el Banco de Japón) se vuelven más flexibles, mientras que otros (la Fed y el Banco de Inglaterra) seguirán esperando un tiempo más. Pero repetidas erupciones generadas por algunas de las siete causas de riesgo de catástrofe global harán que el resto de este año —a diferencia de los siete anteriores— sea malo para los activos de riesgo y anémico para el crecimiento global.
© Project Syndicate, 2016. www.project-syndicate.org

Nouriel Roubini (Estambul, 1959). En la actualidad es ciudadano de los Estados Unidos. Es un destacado economista contemporáneo. Obtuvo el doctorado en
economía internacional en la U de Harvard. Profesor de economía en la U de Nueva York y presidente de la consultora RGE Monitor. Ganó notoriedad por sus acertadas predicciones sobre la recesión global detonada por la Crisis de las Hipotecas Subprime por lo cual ganó el apelativo de “Dr. Doom” (Doctor Catástrofe). Inicialmente consideradas pesimistas, sus predicciones demostraron ser precisas conforme se desarrollaba la Crisis Financiera de 2008. Tras la quiebra de Lehman Brothers repitió en su blog del Global EconoMonitor las razones que considera que hacen que ésta sea la peor crisis financiera desde la Gran Depresión y la peor recesión de Estados Unidos en décadas. Nouriel Roubini sostiene que para resolver la crisis es necesario realizar profundos cambios y permanentes en el sistema financiero mundial. Ha propuesto un plan de diez pasos para reducir la carga de la deuda de las familias, basado en la creación de una entidad estatal que absorba gran parte de los impagos. Se le considera uno de los mayores expertos en economía mundial y gran conocedor de las causas de la crisis económica actual pero también de las posibles soluciones para los problemas existentes.

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