Gustavo Coronel
La
OEA debe convocar una reunión urgente para considerar la aplicación
inmediata de la Carta Democrática Inter Americana al gobierno forajido
de Nicolás Maduro. Las últimas acciones del régimen forajido son
abiertamente violatorias de la Constitución. Se acaba de suspender
completamente el proceso revocatorio, se han suspendido las elecciones
de Gobernadores, el presupuesto ha sido aprobado por
el mismo Poder Ejecutivo y el podrido Tribunal Supremo de Justicia, a
espaldas de la Asamblea Nacional y aumenta la represión, incluyendo la
prohibición de salida del país de ocho directivos de la Mesa de Unidad
democrática, MUD, incluyendo su Secretario General.
El terror está suelto en Venezuela.
Mientras
tanto, el hampón Nicolás Maduro se apresta para hacer un viaje
“alrededor del mundo”, con la excusa de buscar mejores precios para
el petróleo mientras la empresa estatal de petróleo, PDVSA, está al
borde de la cesación de pagos.
La
Constitución venezolana, pisoteada, tiene al menos dos artículos, 333 y
350, según los cuales se le exige al país levantarse en contra de
un régimen forajido. Esta exigencia es de obligatorio cumplimiento para
la población civil y para la Fuerza Armada, la cual hasta ahora ha
apoyado al régimen forajido. El artículo 333 dice así:
Esta
Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de
fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al
previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o
ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber
de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.
Y
el artículo 350 dice así:
El
pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la
independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen,
legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y
garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.
No
solo tiene el pueblo venezolano, con o sin uniforme, el derecho a la
rebelión en contra del régimen forajido, sino que ello es un deber hasta
ahora no ejercido en su plenitud.
La
OEA debe promover la acción hemisférica en contra del régimen forajido
de Nicolás Maduro. No tenemos dudas de que así lo piensa el secretario
general, Sr. Luis Almagro. Pero ¿como concretar esta acción? No somos
expertos en esos mecanismos pero es urgente actuar para intervenir al
régimen hampón. Podría llegar el momento en el cual sea necesario enviar
fuerzas militares a Venezuela, para impedir
una masacre ciudadana por parte de los hampones civiles y militares que
se han adueñado del poder en Venezuela.
Exhorto
a los países que integran la Organización de Estados Americanos a
actuar vigorosamente para restituir el estado de derecho en Venezuela,
utilizando para ello todos los mecanismos permitidos por los
reglamentos de la organización. Le pido al embajador de Venezuela ante
la OEA que haga un ya tardío gesto de dignidad, poco frecuente entre la
burocracia del régimen, y renuncie en protesta a este
nuevo atropello a la Constitución y leyes de Venezuela. Lo mismo les
pido a los embajadores de Venezuela en el mundo entero, al menos a
aquellos quienes conservan aún una pizca de decoro.
NOTA:
Embajador de Venezuela ante la ONU: este pedido no es para usted. En
base al Informe de la Asamblea Nacional sobre los fraudes en PDVSA
durante su presidencia, Usted debe ir directo a prisión.
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