Decir que en Venezuela hay censura no es noticia que se cierren medios de comunicación o que se prohíban canales o programas televisivos, pero lo que sí debe decirnos mucho sobre el aumento significativo de la represión en el país es el caso ejemplificado por los humildes bomberos de Mérida, Ricardo Antonio Prieto Parra y Carlos Julio Varón Gracia, quienes por un hecho que es un ejercicio cotidiano para cualquier venezolano, esto es, el reírse de sus propias miserias y de los gobernantes que las provocan, hace un mes fueron detenidos con base en la oprobiosa pseudoley contra el odio, y pueden quedar sentenciados a una pena de hasta veinte años de cárcel (artículo 20). Por: Acceso a la Justicia
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