THAYS PEÑALVER| EL UNIVERSAL
jueves 19 de septiembre de 2013 12:00 AM
Al Gobierno le hicieron entender que para comprar la camioneta más barata a precio de lista, un inversionista chino en Venezuela necesita vender al BCV el equivalente a 4 camionetas iguales en Brasil o México. Por eso el presidente de Petrovietnam cuando un periodista en su país le preguntó si también pensaban renunciar a la Faja, respondió: "La Faja queda muy lejos", "la inflación es atroz", "la disparidad entre el dólar oficial y el libre es más de 4 veces", "todavía no se ha marchado ningún inversionista y así haremos nosotros" (tuoitrenews.vn 06/04), pero más tarde, los malasios de Petronas prefirieron perder 1,5 millardos y largarse.
Al eliminar la "Permuta" (que nunca se llamó así legalmente), la inversión extranjera que requería un dólar a través de una casa de bolsa, de pronto necesitó 4 dólares en el BCV, e invertir en Venezuela se hizo 4 veces más caro que otro país, haciendo mucho más barato comprar las arenas bituminosas en Canadá o invertir en la Iraq de la explosiva insurgencia.
Chávez en 2010 sabía perfectamente que la inflación se debía a errores propios, a la crisis mundial y a la caída del petróleo de 150 a 40, pero aconsejado por un falso "informe de inteligencia" que excusaba los errores propios y explicaba que "Obama autorizó el 21 de enero del 2010 la guerra económica contra Venezuela" (24/01/2010), vociferó: "burguesía apátrida, me han declarado la guerra económica" y arrasó demencialmente con la Permuta.
Lo que nunca supo, fue que devastó la confianza económica creando un corralito, mientras los verdaderos responsables, para seguir tapando sus errores ordenaban imprimir un millón de bolívares viejos cada dos minutos, en un festín que terminó devaluando extraoficialmente el bolívar más de 700%. Y arrasaron con las finanzas de inversionistas y Pdvsa que ahora tenía que quemar 4 veces más dólares para pagar la nómina, haciendo impensable la inversión en refinerías y pasmando la Faja, junto con la economía real.
Hoy frente a unos chinos reculando, una lógica rebelión en la Faja, una coyuntura macroeconómica peor que la del 2008 y un ajuste mundial como el de 1983 (un petróleo entre 60 y 70 a finales del 2014), los anteriores ejecutores económicos están negados rotundamente a responsabilizarse de sus errores y más a ajustar, mientras los nuevos recurren al Canje Voldemort (aquel cuyo nombre no debe ser pronunciado como Permuta) que podría, de implementarse bien, estabilizar la economía, aliviar las finanzas de Pdvsa y estimular las inversiones en la Faja.
Pero lamentablemente hay dos gobiernos económicos. Una parte que luce sensata y que llama al diálogo, a la confianza, al turismo así como a la inversión extranjera y otra que no le conviene que Merentes y algunos otros triunfen, saboteándolos agresivamente. En fin, aquellos que destruyeron la economía vuelven a presentar el mismo informe extranjero falso (actualizando fechas) que los excusa de sus errores, en el que Obama igual que en 2010 ha vuelto a ordenar "el colapso económico de Venezuela" y emprenden la misma "lucha contra la guerra económica" que arrasará el programa de Merentes.
Políticamente mientras no se sepa quién lleva los pantalones en la economía, el Canje Voldemort solo será temporalmente eficaz para Pdvsa y terrible para la "burguesía apátrida", porque la confianza económica está en su nivel más bajo, los empresarios e inversionistas están aterrorizados, la banca tiene en depósitos a la vista y ahorros el equivalente a 5 veces las reservas y 4,5 veces las importaciones de Cadivi, la necesidad de repatriación de las transnacionales está en su nivel más alto, las deudas con importadores son 2 veces lo que ofertarán y nadie puede comprar activos (carros, inmuebles, etc.).
La Asociación Bancaria tiene que trabajar con urgencia, "política y legalmente" para blindarse, porque si el canje es controlado o semicontrolado debería hacerlo el Sicad, pero si es libre, antes de la primera operación, la Asamblea debe eliminar la locura de la "bicicleta financiera" como delito, pues todo dólar privado mediante: permuta, canje, arbitraje (o como lo maquillen) de bonos, que altere su valor nominal, es hoy "considerado un delito de lesa patria" y el "culpable de la inflación" en los tribunales de un país, en donde la locura es tal, que el solo hecho de constituir una Junta Directiva es prueba fehaciente de "crimen organizado", sumado a que el TSJ anule unos juicios absurdos que penden como espada de Damocles sobre quien realice la nueva operación.
La Asamblea y el TSJ deberían enviar un poderoso mensaje de estímulo a una economía que en realidad "necesita más confianza que dólares", porque si no, el nuevo Permuta colapsará desde el primer día, Merentes y otros junto a sus políticas habrán fracasado y quienes apuestan por esto, volverán con más fuerza y en el 2014 repetirán que: "los banqueros especularon con el dinero del pueblo" y que "la burguesía apátrida es la culpable del desastre económico".
En fin, que guerra (económica) avisada.
Al eliminar la "Permuta" (que nunca se llamó así legalmente), la inversión extranjera que requería un dólar a través de una casa de bolsa, de pronto necesitó 4 dólares en el BCV, e invertir en Venezuela se hizo 4 veces más caro que otro país, haciendo mucho más barato comprar las arenas bituminosas en Canadá o invertir en la Iraq de la explosiva insurgencia.
Chávez en 2010 sabía perfectamente que la inflación se debía a errores propios, a la crisis mundial y a la caída del petróleo de 150 a 40, pero aconsejado por un falso "informe de inteligencia" que excusaba los errores propios y explicaba que "Obama autorizó el 21 de enero del 2010 la guerra económica contra Venezuela" (24/01/2010), vociferó: "burguesía apátrida, me han declarado la guerra económica" y arrasó demencialmente con la Permuta.
Lo que nunca supo, fue que devastó la confianza económica creando un corralito, mientras los verdaderos responsables, para seguir tapando sus errores ordenaban imprimir un millón de bolívares viejos cada dos minutos, en un festín que terminó devaluando extraoficialmente el bolívar más de 700%. Y arrasaron con las finanzas de inversionistas y Pdvsa que ahora tenía que quemar 4 veces más dólares para pagar la nómina, haciendo impensable la inversión en refinerías y pasmando la Faja, junto con la economía real.
Hoy frente a unos chinos reculando, una lógica rebelión en la Faja, una coyuntura macroeconómica peor que la del 2008 y un ajuste mundial como el de 1983 (un petróleo entre 60 y 70 a finales del 2014), los anteriores ejecutores económicos están negados rotundamente a responsabilizarse de sus errores y más a ajustar, mientras los nuevos recurren al Canje Voldemort (aquel cuyo nombre no debe ser pronunciado como Permuta) que podría, de implementarse bien, estabilizar la economía, aliviar las finanzas de Pdvsa y estimular las inversiones en la Faja.
Pero lamentablemente hay dos gobiernos económicos. Una parte que luce sensata y que llama al diálogo, a la confianza, al turismo así como a la inversión extranjera y otra que no le conviene que Merentes y algunos otros triunfen, saboteándolos agresivamente. En fin, aquellos que destruyeron la economía vuelven a presentar el mismo informe extranjero falso (actualizando fechas) que los excusa de sus errores, en el que Obama igual que en 2010 ha vuelto a ordenar "el colapso económico de Venezuela" y emprenden la misma "lucha contra la guerra económica" que arrasará el programa de Merentes.
Políticamente mientras no se sepa quién lleva los pantalones en la economía, el Canje Voldemort solo será temporalmente eficaz para Pdvsa y terrible para la "burguesía apátrida", porque la confianza económica está en su nivel más bajo, los empresarios e inversionistas están aterrorizados, la banca tiene en depósitos a la vista y ahorros el equivalente a 5 veces las reservas y 4,5 veces las importaciones de Cadivi, la necesidad de repatriación de las transnacionales está en su nivel más alto, las deudas con importadores son 2 veces lo que ofertarán y nadie puede comprar activos (carros, inmuebles, etc.).
La Asociación Bancaria tiene que trabajar con urgencia, "política y legalmente" para blindarse, porque si el canje es controlado o semicontrolado debería hacerlo el Sicad, pero si es libre, antes de la primera operación, la Asamblea debe eliminar la locura de la "bicicleta financiera" como delito, pues todo dólar privado mediante: permuta, canje, arbitraje (o como lo maquillen) de bonos, que altere su valor nominal, es hoy "considerado un delito de lesa patria" y el "culpable de la inflación" en los tribunales de un país, en donde la locura es tal, que el solo hecho de constituir una Junta Directiva es prueba fehaciente de "crimen organizado", sumado a que el TSJ anule unos juicios absurdos que penden como espada de Damocles sobre quien realice la nueva operación.
La Asamblea y el TSJ deberían enviar un poderoso mensaje de estímulo a una economía que en realidad "necesita más confianza que dólares", porque si no, el nuevo Permuta colapsará desde el primer día, Merentes y otros junto a sus políticas habrán fracasado y quienes apuestan por esto, volverán con más fuerza y en el 2014 repetirán que: "los banqueros especularon con el dinero del pueblo" y que "la burguesía apátrida es la culpable del desastre económico".
En fin, que guerra (económica) avisada.
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