TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ| EL UNIVERSAL
domingo 23 de febrero de 2014 12:00 AM
Desde que ocurrieron las manifestaciones a nivel nacional el 12 de febrero en el país se respira otro aire. Las protestas a nivel nacional han revelado una cantidad de elementos tanto dentro del chavismo como dentro de la oposición que ameritan ser analizados detalladamente.
Es inevitable evadir la realidad de estos momentos en Venezuela. La pregunta que nos debemos hacer no es quiénes son las personas que están en la calle protestando sino más bien el porqué están estos venezolanos en las calles. Después de mucho análisis nos daremos cuenta que la respuesta es más bien sencilla: el modelo chavista tal como lo conocemos ha fracasado rotundamente. No es poca cosa defender semejante afirmación, pero para ser didáctico los invito a que veamos los números en algunos asuntos claves.
En seguridad, el gobierno ha ejecutado 20 planes en 15 años, y aun así el saldo de muertos en todo este tiempo ha sido de más de 200.000 personas. Esta cifra escandalosa, cifra de muertos de guerra, evidencia el fracaso de las políticas públicas en este aspecto. Con las expropiaciones del gobierno, los resultados también han demostrado el fiasco de la política pública. No existe ninguna empresa expropiada por el gobierno que produzca hoy más de lo que hacía cuando era privada. No hay que ser ningún gurú para darnos cuenta lo que sucede con el cemento, con las cabillas, con la harina precocida de maíz, con el café, con la leche, en fin, todo lo que expropia el gobierno lo termina prácticamente desapareciendo, al mejor estilo del mago David Copperfield. Ahora, si analizamos de manera general la economía, llegamos a una peor conclusión. Veamos lo siguiente: la devaluación oficial de 47% el año pasado, sumada a la aparición del Sicad I y Sicad II, el reconocimiento de la corrupción en Cadivi, la inflación del 2013 en 56%, la escasez promedio de alimentos del 2013 en 20% y el freno de las importaciones, entre otros aspectos económicos, no hacen sino magnificar el desastre en el plano económico de este gobierno. Podríamos seguir con decenas de ejemplos y llegaremos indudablemente a lo mismo: el modelo del chavismo se agotó y ahora por todos lados se le ven las costuras.
Las personas que están en la calle protestando tienen suficientes razones para estar hartos de lo que se vive en el país. Y cuando lo vemos en perspectiva, lo que parece incomprensible es que hayan opositores que piensen todavía que aquí no está pasando nada. ¡Claro que está pasando! En lo personal llegué al punto en el cual no sé qué me molesta más, si las guarimbas o la pasividad de la gente.
Ahora, si vemos racionalmente la protesta, nos daremos cuenta que trancando calles y avenidas no es la manera más efectiva de sumar personas a la causa. De hecho, produce un efecto adverso, genera un malestar a los nuestros que no nos ayudará en el mediano y largo plazo. Defiendo el derecho de las personas a protestar, simplemente me inclino por meterle estrategia a la misma y que no sea un simple acto visceral e impulsivo.
Las protestas además han generado un gran punto positivo, han producido nerviosismo y preocupación en el gobierno. La gente en la calle ha llamado la atención de medios internacionales y esto indudablemente expone al régimen. Veamos rápidamente cuáles son los elementos del chavismo y su maquinaria que han quedado al desnudo en estos últimos días.
Medios de Comunicación: la televisión en Venezuela da pena. Su silencio los hace cómplice de un régimen que viola el derecho de protesta y viola los derechos humanos de las personas detenidas. A nivel nacional hay un blackout televisivo y una autocensura en medios digitales. Nuestra ventana al exterior, está a punto de cerrarse. Maduro amenazó al canal CNN por su programación y cobertura de las protestas.
Guardia Nacional y policía: La represión de la Guardia Nacional y de la policía ha sido indudablemente desmedida y vergonzosa. Detienen a los venezolanos, los vejan, les pegan, se burlan, les disparan a "quema ropa", en fin, tienen una actuación lamentable. Tanquetas en urbanizaciones privadas, disparos en contra de los edificios, estudiantes muertos con tiros en la cabeza, de todo se ha visto en Venezuela en la última semana.
Estrategia Leopoldo López: si hay algo que dejó en evidencia todo lo referente al caso de Leopoldo, es que el presidente Maduro no estaba al tanto de las decisiones más importantes de la operación. Su alocución pública ese día fue terrible en términos comunicacionales. Reveló detalles errados y sus metidas de patas sólo demostraron que Diosdado fue el cerebro de ese día.
Máquina de Propaganda: mientras escalan las represiones, escalan también los minutos de cadena. El presidente trata a toda costa de demostrar que el país marcha sin ningún problema, firmando acuerdos, decretando leyes e inaugurando parques.
Lo más peligroso de lo que está sucediendo en Venezuela es que se está persiguiendo a todo aquel que se manifiesta en contra del gobierno. Ya no es un tema de la criminalización de la protesta, es un tema de criminalizar a todo aquel que piense diferente. Ayer fue Leopoldo, hoy son los estudiantes, mañana puede ser cualquiera de nosotros.
Es inevitable evadir la realidad de estos momentos en Venezuela. La pregunta que nos debemos hacer no es quiénes son las personas que están en la calle protestando sino más bien el porqué están estos venezolanos en las calles. Después de mucho análisis nos daremos cuenta que la respuesta es más bien sencilla: el modelo chavista tal como lo conocemos ha fracasado rotundamente. No es poca cosa defender semejante afirmación, pero para ser didáctico los invito a que veamos los números en algunos asuntos claves.
En seguridad, el gobierno ha ejecutado 20 planes en 15 años, y aun así el saldo de muertos en todo este tiempo ha sido de más de 200.000 personas. Esta cifra escandalosa, cifra de muertos de guerra, evidencia el fracaso de las políticas públicas en este aspecto. Con las expropiaciones del gobierno, los resultados también han demostrado el fiasco de la política pública. No existe ninguna empresa expropiada por el gobierno que produzca hoy más de lo que hacía cuando era privada. No hay que ser ningún gurú para darnos cuenta lo que sucede con el cemento, con las cabillas, con la harina precocida de maíz, con el café, con la leche, en fin, todo lo que expropia el gobierno lo termina prácticamente desapareciendo, al mejor estilo del mago David Copperfield. Ahora, si analizamos de manera general la economía, llegamos a una peor conclusión. Veamos lo siguiente: la devaluación oficial de 47% el año pasado, sumada a la aparición del Sicad I y Sicad II, el reconocimiento de la corrupción en Cadivi, la inflación del 2013 en 56%, la escasez promedio de alimentos del 2013 en 20% y el freno de las importaciones, entre otros aspectos económicos, no hacen sino magnificar el desastre en el plano económico de este gobierno. Podríamos seguir con decenas de ejemplos y llegaremos indudablemente a lo mismo: el modelo del chavismo se agotó y ahora por todos lados se le ven las costuras.
Las personas que están en la calle protestando tienen suficientes razones para estar hartos de lo que se vive en el país. Y cuando lo vemos en perspectiva, lo que parece incomprensible es que hayan opositores que piensen todavía que aquí no está pasando nada. ¡Claro que está pasando! En lo personal llegué al punto en el cual no sé qué me molesta más, si las guarimbas o la pasividad de la gente.
Ahora, si vemos racionalmente la protesta, nos daremos cuenta que trancando calles y avenidas no es la manera más efectiva de sumar personas a la causa. De hecho, produce un efecto adverso, genera un malestar a los nuestros que no nos ayudará en el mediano y largo plazo. Defiendo el derecho de las personas a protestar, simplemente me inclino por meterle estrategia a la misma y que no sea un simple acto visceral e impulsivo.
Las protestas además han generado un gran punto positivo, han producido nerviosismo y preocupación en el gobierno. La gente en la calle ha llamado la atención de medios internacionales y esto indudablemente expone al régimen. Veamos rápidamente cuáles son los elementos del chavismo y su maquinaria que han quedado al desnudo en estos últimos días.
Medios de Comunicación: la televisión en Venezuela da pena. Su silencio los hace cómplice de un régimen que viola el derecho de protesta y viola los derechos humanos de las personas detenidas. A nivel nacional hay un blackout televisivo y una autocensura en medios digitales. Nuestra ventana al exterior, está a punto de cerrarse. Maduro amenazó al canal CNN por su programación y cobertura de las protestas.
Guardia Nacional y policía: La represión de la Guardia Nacional y de la policía ha sido indudablemente desmedida y vergonzosa. Detienen a los venezolanos, los vejan, les pegan, se burlan, les disparan a "quema ropa", en fin, tienen una actuación lamentable. Tanquetas en urbanizaciones privadas, disparos en contra de los edificios, estudiantes muertos con tiros en la cabeza, de todo se ha visto en Venezuela en la última semana.
Estrategia Leopoldo López: si hay algo que dejó en evidencia todo lo referente al caso de Leopoldo, es que el presidente Maduro no estaba al tanto de las decisiones más importantes de la operación. Su alocución pública ese día fue terrible en términos comunicacionales. Reveló detalles errados y sus metidas de patas sólo demostraron que Diosdado fue el cerebro de ese día.
Máquina de Propaganda: mientras escalan las represiones, escalan también los minutos de cadena. El presidente trata a toda costa de demostrar que el país marcha sin ningún problema, firmando acuerdos, decretando leyes e inaugurando parques.
Lo más peligroso de lo que está sucediendo en Venezuela es que se está persiguiendo a todo aquel que se manifiesta en contra del gobierno. Ya no es un tema de la criminalización de la protesta, es un tema de criminalizar a todo aquel que piense diferente. Ayer fue Leopoldo, hoy son los estudiantes, mañana puede ser cualquiera de nosotros.
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