TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ| EL UNIVERSAL
domingo 4 de mayo de 2014 12:00 AM
El 17 de febrero de 2013 escribí un artículo en El Universal donde le preguntaba al entonces vicepresidente de la República, Nicolás Maduro, si teníamos o no los dólares para salir de la recesión en la cual nos encontrábamos para ese momento.
Hagamos un poco de memoria y recordemos el contexto de la pregunta.
El PSUV para esa fecha venia de dos importantes victorias electorales en menos de 6 meses, el comandante se encontraba en Cuba por su enfermedad y teníamos más de 70 días sin su presencia en nuestro territorio, la escasez promedio de alimentos se ubicaba en 20%, la inflación del año anterior había cerrado en 20,1% y la devaluación de 46% del bolívar tenía tan sólo algunos días.
A pesar que se tardó 15 largos meses en darme la respuesta a mi pregunta, debo agradecer al ahora señor Presidente porque gracias a la gestión de su eficiente gobierno, mi pregunta quedó respondida de una forma "firme, plena como la luna llena, irrevocable y absoluta".
Señores, Venezuela no tiene los reales que necesita para salir de la crisis.
Debemos contextualizar la respuesta para que entendamos que mi afirmación no es el grito de guerra de un opositor radical, ni un brindis de un adeco de la cuarta, sino más bien el resumen del caos económico que enfrenta este gobierno.
El año 2013 cerró con una inflación de 56.2% según el Banco Central de Venezuela, la escasez general en nuestro país se ubicó este año en 28% el mes de enero y 29,4% el mes de marzo (siendo este último el más alto de la historia), la brecha entre el dólar innombrable y el dólar oficial es superior al 1.000%, la deuda del gobierno nacional con el sector privado es superior a los 13 millardos de dólares (lo que representa el 62% de las reservas internacionales según el BCV), la producción de las empresas públicas se encuentran en números rojos por mala gerencia, falta de divisas y de mantenimiento (ejemplo: las cementeras están produciendo al 50% de su capacidad), y Venezuela tiene un crecimiento estimado de apenas 1,0% este año según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), siendo este la peor perspectiva para la región.
El gobierno no tiene en estos momentos ningún elemento a su alcance que pueda maquillar la nefasta pesadilla económica que estamos viviendo.
Si al análisis económico le sumamos el alto nivel de conflictividad que se está viendo diariamente en el país, seguido de la persecución política importante a distintos líderes de la oposición política, nos damos cuenta que el panorama para los rojos luce cada vez más complicado.
Al igual que hace 15 meses, el señor Nicolás Maduro vuelve a tener el poder de toma de decisiones al alcance de un plumazo. La gran diferencia es que para salir del foso en el cual estamos es inminente un cambio de modelo económico, lo que representaría a los ojos de los asesores y admiradores cubanos, una traición imperdonable a la patria querida...
Hagamos un poco de memoria y recordemos el contexto de la pregunta.
El PSUV para esa fecha venia de dos importantes victorias electorales en menos de 6 meses, el comandante se encontraba en Cuba por su enfermedad y teníamos más de 70 días sin su presencia en nuestro territorio, la escasez promedio de alimentos se ubicaba en 20%, la inflación del año anterior había cerrado en 20,1% y la devaluación de 46% del bolívar tenía tan sólo algunos días.
A pesar que se tardó 15 largos meses en darme la respuesta a mi pregunta, debo agradecer al ahora señor Presidente porque gracias a la gestión de su eficiente gobierno, mi pregunta quedó respondida de una forma "firme, plena como la luna llena, irrevocable y absoluta".
Señores, Venezuela no tiene los reales que necesita para salir de la crisis.
Debemos contextualizar la respuesta para que entendamos que mi afirmación no es el grito de guerra de un opositor radical, ni un brindis de un adeco de la cuarta, sino más bien el resumen del caos económico que enfrenta este gobierno.
El año 2013 cerró con una inflación de 56.2% según el Banco Central de Venezuela, la escasez general en nuestro país se ubicó este año en 28% el mes de enero y 29,4% el mes de marzo (siendo este último el más alto de la historia), la brecha entre el dólar innombrable y el dólar oficial es superior al 1.000%, la deuda del gobierno nacional con el sector privado es superior a los 13 millardos de dólares (lo que representa el 62% de las reservas internacionales según el BCV), la producción de las empresas públicas se encuentran en números rojos por mala gerencia, falta de divisas y de mantenimiento (ejemplo: las cementeras están produciendo al 50% de su capacidad), y Venezuela tiene un crecimiento estimado de apenas 1,0% este año según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), siendo este la peor perspectiva para la región.
El gobierno no tiene en estos momentos ningún elemento a su alcance que pueda maquillar la nefasta pesadilla económica que estamos viviendo.
Si al análisis económico le sumamos el alto nivel de conflictividad que se está viendo diariamente en el país, seguido de la persecución política importante a distintos líderes de la oposición política, nos damos cuenta que el panorama para los rojos luce cada vez más complicado.
Al igual que hace 15 meses, el señor Nicolás Maduro vuelve a tener el poder de toma de decisiones al alcance de un plumazo. La gran diferencia es que para salir del foso en el cual estamos es inminente un cambio de modelo económico, lo que representaría a los ojos de los asesores y admiradores cubanos, una traición imperdonable a la patria querida...
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