Alexander Guerrero E.
El Sicad es quizás el mejor ejemplo de lo que ocurre en las finanzas del Gobierno. Las del Gobierno, Pdvsa y sus impactos sobre las reservas internacionales en el Banco Central de Venezuela, estas últimas convertidas en finanzas por vía del masivo financiamiento del déficit fiscal.
Durante más de cinco meses, y finalmente hasta la segunda quincena de julio, entre el Presidente de la República, el presidente del Banco Central de Venezuela y el ministro de Finanzas, alternadamente, nos decían que ya llegarían los dólares, recordamos durante esos meses que el mercado cambiario -Cadivi- se mostraba prácticamente paralizado y la economía viviendo de los inventarios, fenómeno que continúa actualmente.
El Gobierno, a través de su Ministerio de Finanzas anuncia en seguidilla una serie de actos de birlibirloque dirigidos a un público sediento de dólares que es capaz de vender su esperanza, hasta que esta se convierta en desesperanza.
1er acto
Así, primero fueron las cuentas de dólares, la gente no le hizo mayor caso, la desconfianza en un gobierno que ha desmontado el marco jurídico de protección de los derechos de propiedad -ladrón y expropiador- no crea precisamente un entorno jurídico y económico para que el sector privado tenga cuentas en dólares en la banca local y que a través de ellas administre su portafolio en moneda dura.
La prohibición de la convertibilidad, en virtud del control de cambio, es la razón fundamental de la actual situación en el mercado cambiario.
El 2do acto
Lo dirigen los clientes y bancos de inversión que tienen alta exposición en deuda venezolana, que aseguran que los fondos en activos externos del gobierno, Fonden y sus “familia de fondos “, tienen más de 40 mil millones de dólares. ¿Cómo hacer para que la gente lo crea y no se vaya al paralelo a comprarlo por un precio de seis veces más?
La gente y empresas manejan algunos conceptos básicos que en el Gobierno no le dan importancia, el dinero solo existe si está asentado y comprobado en un balance auditado por terceros. De manera que los dólares en fondos externos no existen sino se muestran balances comprobatorios, y una buena explicación del por qué las reservas internacionales han caído a los niveles actuales.
3er acto
El tercer movimiento fue el anuncio del ministro de Finanzas, según el cual, el Gobierno emitiría deuda en dólares para alimentar el mercado cambiario -Sicad- con ese dinero fresco, ello, sin embargo, no luce realista, el mercado internacional está en autos de las dos crisis, la de pagos y la fiscal, Venezuela se convirtió en un país de alto riesgo, ya no son las expropiaciones y la violencia policía, sino también la inestabilidad financiera de los más riesgosos a la par de Argentina, Grecia y Portugal, los certificados de riesgo están por encima de 1.000 pb (puntos básicos).
Y por ahora, el 4to acto de birlibirloque, le tocó al BCV, con una decisión sobre la administración de los activos efectivos tanto en Fonden como en los otros fondos, para reconsiderar como reservas internacionales esos activos líquidos , y según esa decisión, para alimentar el mercado cambiario. Esta decisión del BCV es inmaterial, no implicaciones en cuanto al volumen de divisas disponibles para el mercado cambiario. Si los fondos tuviesen efectos, alguna liquidez internacional, estos estuviesen ofreciéndose en el mercado desde hace tiempo. La crisis de balanza de pagos se registra desde octubre de 2012, periodo en el cual explotó el mercado paralelo, sobre la expectativa en el mercado, la crisis de pagos y fiscal que habían detonado explicaba que el Gobierno estaba corto en dólares, y ello es consecuencia de un flujo de caja negativo de Pdvsa, y que abajo explicamos.
El Gobierno nos tiene ocupados en sus sincréticas y muy barrocas subastas , o lo que ellos denominan subastas ; el ministro de Finanzas como El maravilloso Mago de Oz entre la demagogia, la mentira y el realismo socialista, afirma que vendrán muchas subastas y muchos dólares, aconsejando a los empresarios a no dejarse especular en el paralelo. Viniendo del ministro de Finanzas, hay que tomarle la palabra porque su gestión durante 10 años como ministro y presidente del BCV ha servido un control de cambio basado en la depredación del bolívar -dado los múltiples precios del dólar, con un paralelo cuyo precio multiplica por cuatro el dólar oficial, acumulando simultáneamente una colosal deuda pública, todo en medio de un corral financiero cuya única salida es depredando el precio del dólar y envileciendo el poder de compra del bolívar.
Para ello, su gestión como presidente del BCV completó la dupleta, allí impuso un ritmo de impresión de bolívares sin regla ninguna, excepto la demanda del Gobierno para financiar su déficit fiscal directo desde el BCV y a través las rutas verdes de las empresas públicas, comenzando por Pdvsa. El resultado neto ha sido una pavorosa inflación y un criminal deterioro de la capacidad de compra del bolívar.
1er acto
Así, primero fueron las cuentas de dólares, la gente no le hizo mayor caso, la desconfianza en un gobierno que ha desmontado el marco jurídico de protección de los derechos de propiedad -ladrón y expropiador- no crea precisamente un entorno jurídico y económico para que el sector privado tenga cuentas en dólares en la banca local y que a través de ellas administre su portafolio en moneda dura.
La prohibición de la convertibilidad, en virtud del control de cambio, es la razón fundamental de la actual situación en el mercado cambiario.
El 2do acto
Lo dirigen los clientes y bancos de inversión que tienen alta exposición en deuda venezolana, que aseguran que los fondos en activos externos del gobierno, Fonden y sus “familia de fondos “, tienen más de 40 mil millones de dólares. ¿Cómo hacer para que la gente lo crea y no se vaya al paralelo a comprarlo por un precio de seis veces más?
La gente y empresas manejan algunos conceptos básicos que en el Gobierno no le dan importancia, el dinero solo existe si está asentado y comprobado en un balance auditado por terceros. De manera que los dólares en fondos externos no existen sino se muestran balances comprobatorios, y una buena explicación del por qué las reservas internacionales han caído a los niveles actuales.
3er acto
El tercer movimiento fue el anuncio del ministro de Finanzas, según el cual, el Gobierno emitiría deuda en dólares para alimentar el mercado cambiario -Sicad- con ese dinero fresco, ello, sin embargo, no luce realista, el mercado internacional está en autos de las dos crisis, la de pagos y la fiscal, Venezuela se convirtió en un país de alto riesgo, ya no son las expropiaciones y la violencia policía, sino también la inestabilidad financiera de los más riesgosos a la par de Argentina, Grecia y Portugal, los certificados de riesgo están por encima de 1.000 pb (puntos básicos).
Y por ahora, el 4to acto de birlibirloque, le tocó al BCV, con una decisión sobre la administración de los activos efectivos tanto en Fonden como en los otros fondos, para reconsiderar como reservas internacionales esos activos líquidos , y según esa decisión, para alimentar el mercado cambiario. Esta decisión del BCV es inmaterial, no implicaciones en cuanto al volumen de divisas disponibles para el mercado cambiario. Si los fondos tuviesen efectos, alguna liquidez internacional, estos estuviesen ofreciéndose en el mercado desde hace tiempo. La crisis de balanza de pagos se registra desde octubre de 2012, periodo en el cual explotó el mercado paralelo, sobre la expectativa en el mercado, la crisis de pagos y fiscal que habían detonado explicaba que el Gobierno estaba corto en dólares, y ello es consecuencia de un flujo de caja negativo de Pdvsa, y que abajo explicamos.
El Gobierno nos tiene ocupados en sus sincréticas y muy barrocas subastas , o lo que ellos denominan subastas ; el ministro de Finanzas como El maravilloso Mago de Oz entre la demagogia, la mentira y el realismo socialista, afirma que vendrán muchas subastas y muchos dólares, aconsejando a los empresarios a no dejarse especular en el paralelo. Viniendo del ministro de Finanzas, hay que tomarle la palabra porque su gestión durante 10 años como ministro y presidente del BCV ha servido un control de cambio basado en la depredación del bolívar -dado los múltiples precios del dólar, con un paralelo cuyo precio multiplica por cuatro el dólar oficial, acumulando simultáneamente una colosal deuda pública, todo en medio de un corral financiero cuya única salida es depredando el precio del dólar y envileciendo el poder de compra del bolívar.
Para ello, su gestión como presidente del BCV completó la dupleta, allí impuso un ritmo de impresión de bolívares sin regla ninguna, excepto la demanda del Gobierno para financiar su déficit fiscal directo desde el BCV y a través las rutas verdes de las empresas públicas, comenzando por Pdvsa. El resultado neto ha sido una pavorosa inflación y un criminal deterioro de la capacidad de compra del bolívar.
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