E l maletín de Guido Antonini con
800.000 dólares, los $500 millones que le prestó Pdvsa a
Francisco Illaramendi, las cuentas abiertas en al quebrado banco Espíritu
Santos.
La industria petrolera latinoamericana tiene tres claros ejemplos, de como la ingerencia estatal las ha arruinado, apoderándose de los negocios productivos y endeudándolos a los máximos niveles.
Eso ha sucedido en Petróleos de México, en Petrobras de Brasil y en Petróleos de Venezuela.
Ahora hemos descubierto que el carismático Lula da Silva, había perforado Petrobras, creando una conexión entre gerentes corruptos y empresas de servicios, que inflaban los costos de los contratos y servicios petroleros, para entregar sumas considerables al Partido de los Trabajadores.
No desfalcaban la tesorería, seguían teniendo su estilo de honorables empresarios, brillantes gerentes petroleros, el método era que alteraban los costos de obras y proyectos para que cuadraran los libros y asi el dinero mal habido llegaba a su destino limpio de polvo y paja. Los gobiernos habían superado los viejos métodos y se apoderan de los dineros del Estado para repartirlo entre los más necesitados, que de paso aumentaba su popularidad. No es otra cosa que la teoría de Robin Hood, que robaba para repartirlo entre los pobres.
Ahora, lamentablemente, Petrobras que ha desarrollado las técnicas más sobresalientes buscando petróleo en las profundidades de los mares, ahora se enfrenta a que las agencias de crédito la han descalificado para negociar créditos internacionales, sus acciones han bajado 60% y están vendiendo sus activos.
Un poco tardía aparece una corrección para componer el mal uso de los gobiernos a los dineros de la actividad petrolera, con la decisión que se discute en el alto mando de Petróleos Mexicanos, después de la reciente reorganización de la empresa: eliminarán de la nómina de Pemex a 60.000 trabajadores sindicalizados. México llegó a tener 154.000 trabajadores. Algo parecido ha sucedido a Pdvsa, que su nómina de 45.000 trabajadores, la actual administración la ha elevado a 140.000 trabajadores.
En la industria petrolera estatal venezolana surgió de otra manera. Antes de tomar posesión el actual gobierno en 1999 inició una fuerte campaña de descrédito a Petróleos de Venezuela. El deslave de Vargas sirvió para que el presidente de Pdvsa para esa fecha Hector Ciavaldini, instado por el Gobierno Nacional, ordenará un aporte de 35.000 millones de bolívar para el Plan Simón Bolívar, en favor de los damnificados, y nunca se supo como fue ejecutado.
Las acciones extra petroleras de Petróleos de Venezuela han sido muy variadas y los desembolsos han sido extraordinarios, y el resultado ha sido su flujo negativo de tesorería hace muchos años.
Un dia reseñaron los medios internacionales que el venezolano Guido Antonini, había sido detenido por las autoridades de la aduana de la terminal área de Eseiza, en Buenos Aires, con "una valija que contenía 800.000 dólares" que le fueron incautados, el cual venía en un avión fletado por PDVSA, con otros ejecutivos de la empresa venezolana.
La bolsa de valores de Nueva York anunció que estaba bajo investigación y posteriormente condenado con varios años de cárcel, el ciudadano venezolano Franscico Illaramendi. Durante la investigación tuvo que informar la procedencia del dinero y explico que eran del Fondo de Ahorros de Petróleos de Venezuela. Nunca las autoridades venezolanas iniciaron procedimientos rutinarios legales sobre estos escándalos financieros.
Los depósitos en el banco suizo HSBC y los anteriores en el banco portugués Espiritu Santos, donde Pdvsa había hecho fuertes depósitos, nunca han sido explicados a la opinión pública.
Hay muchos sucesos donde no ha habido una clara información de Pdvsa desvío de fondos de su tesorería de Pdvsa, como las compras de flotillas de aviones a reacción, los alimentos podridos de Pdval y otras muchas inversiones en negocios no petroleros.
La industria petrolera latinoamericana tiene tres claros ejemplos, de como la ingerencia estatal las ha arruinado, apoderándose de los negocios productivos y endeudándolos a los máximos niveles.
Eso ha sucedido en Petróleos de México, en Petrobras de Brasil y en Petróleos de Venezuela.
Ahora hemos descubierto que el carismático Lula da Silva, había perforado Petrobras, creando una conexión entre gerentes corruptos y empresas de servicios, que inflaban los costos de los contratos y servicios petroleros, para entregar sumas considerables al Partido de los Trabajadores.
No desfalcaban la tesorería, seguían teniendo su estilo de honorables empresarios, brillantes gerentes petroleros, el método era que alteraban los costos de obras y proyectos para que cuadraran los libros y asi el dinero mal habido llegaba a su destino limpio de polvo y paja. Los gobiernos habían superado los viejos métodos y se apoderan de los dineros del Estado para repartirlo entre los más necesitados, que de paso aumentaba su popularidad. No es otra cosa que la teoría de Robin Hood, que robaba para repartirlo entre los pobres.
Ahora, lamentablemente, Petrobras que ha desarrollado las técnicas más sobresalientes buscando petróleo en las profundidades de los mares, ahora se enfrenta a que las agencias de crédito la han descalificado para negociar créditos internacionales, sus acciones han bajado 60% y están vendiendo sus activos.
Un poco tardía aparece una corrección para componer el mal uso de los gobiernos a los dineros de la actividad petrolera, con la decisión que se discute en el alto mando de Petróleos Mexicanos, después de la reciente reorganización de la empresa: eliminarán de la nómina de Pemex a 60.000 trabajadores sindicalizados. México llegó a tener 154.000 trabajadores. Algo parecido ha sucedido a Pdvsa, que su nómina de 45.000 trabajadores, la actual administración la ha elevado a 140.000 trabajadores.
En la industria petrolera estatal venezolana surgió de otra manera. Antes de tomar posesión el actual gobierno en 1999 inició una fuerte campaña de descrédito a Petróleos de Venezuela. El deslave de Vargas sirvió para que el presidente de Pdvsa para esa fecha Hector Ciavaldini, instado por el Gobierno Nacional, ordenará un aporte de 35.000 millones de bolívar para el Plan Simón Bolívar, en favor de los damnificados, y nunca se supo como fue ejecutado.
Las acciones extra petroleras de Petróleos de Venezuela han sido muy variadas y los desembolsos han sido extraordinarios, y el resultado ha sido su flujo negativo de tesorería hace muchos años.
Un dia reseñaron los medios internacionales que el venezolano Guido Antonini, había sido detenido por las autoridades de la aduana de la terminal área de Eseiza, en Buenos Aires, con "una valija que contenía 800.000 dólares" que le fueron incautados, el cual venía en un avión fletado por PDVSA, con otros ejecutivos de la empresa venezolana.
La bolsa de valores de Nueva York anunció que estaba bajo investigación y posteriormente condenado con varios años de cárcel, el ciudadano venezolano Franscico Illaramendi. Durante la investigación tuvo que informar la procedencia del dinero y explico que eran del Fondo de Ahorros de Petróleos de Venezuela. Nunca las autoridades venezolanas iniciaron procedimientos rutinarios legales sobre estos escándalos financieros.
Los depósitos en el banco suizo HSBC y los anteriores en el banco portugués Espiritu Santos, donde Pdvsa había hecho fuertes depósitos, nunca han sido explicados a la opinión pública.
Hay muchos sucesos donde no ha habido una clara información de Pdvsa desvío de fondos de su tesorería de Pdvsa, como las compras de flotillas de aviones a reacción, los alimentos podridos de Pdval y otras muchas inversiones en negocios no petroleros.
Vía Tal Cual
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