Pompeyo Márquez
Este
cierre de la frontera viene a ser el cuarto que a lo largo de 16 años han
practicado los gobiernos chavomaduristas, y ha demostrado que el cierre de la
frontera no es la solución a los problemas fronterizos. Estoy educado en la
llamada “cultura del error”, que según Openheimer existe una escuela para ello
en "Silicon Valley" en California. Es obvio que no es un crimen
tropezar con la misma piedra, siempre y cuando se tenga una actitud autocrítica
acerca del porqué se ha incurrido en el error.
Hablando
de la cultura del error tuve la dicha de oír dos charlas y leer el libro del
actual presidente de China, en ambos casos se valora lo que es el error, cómo
tratar a quien lo comete, el valor que tiene “un cuadro” que se ha equivocado
con respecto a quien no lo ha hecho. Todo se resume en una frase: "Todo el
que trabaja se puede equivocar, sólo los que no actúan no se equivocan”.
Dicho esto nos volvemos a referir al cierre de fronteras y a la reiteración del
error. Ya esto constituye una visión dogmática de la vida y en el caso
específico de la frontera con Colombia es evidente quelos chavomaduristas no
quieren a la gente de frontera.
Durante
los años que presidí el Consejo Nacional de Fronteras insistíamos en que en la
frontera comienza la Patria, que los problemas fronterizos no son
exclusivamente militares sino además económicos, culturales, sanitarios,
ecológicos, en fin, están cuantificados cerca de 40 temas vinculados a la
frontera y que el expresidente Ramón J. Velásquez, como presidente de la COPAF,
con su poder de convocatoria llegó a movilizar cerca de 200 técnicos de todos
los ministerios avocados al tema fronterizo.
El
poblamiento de la frontera era la visión nuestra hacia esos dos mil y tantos
kilómetros que van en la línea desde Castilletes hasta la Piedra del Cocuy
(Trinfontera Colombia – Brasil – Venezuela). La militarización crea más
problemas que los que soluciona. Imaginémonos tres mil soldados separados de
sus familias, viviendo en un ambiente que no conocen lo que provoca el
descontento de la familia militar.
Es el
diálogo y la diplomacia entre los dos países, y querer al habitante de frontera
(de ambos lados) para buscarle solución, como lo intentamos en el pasado,
anterior a esta conflictividad.
Vía Tal Cual
Que pasa Margarita
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