EN: https://www.elnacional.com/opinion/24-de-diciembre/
¿Qué pedirle al Niño Dios? Solo hay una cosa que pudiera pedirle al Niño Jesús: LIBERTAD.
Quiero una real y consolidada libertad, para que los venezolanos podamos desarrollar todo nuestro potencial como país y como sociedad.
Libertad para emprender, para crecer, para hacer lo que queramos hacer.
Libertad para volver a ser un gran país –como en alguna ocasión lo fuimos–.
Quiero libertad para los trabajadores; una libertad que esté acompañada de buenos salarios y con calidad de vida para ellos y para toda su familia.
Libertad para los profesionales y puedan ejercer con la capacidad que los caracteriza, sin presiones y con apertura aquello que estudiaron. Una libertad para ejercer y para ser cada vez mejores en lo que hacen.
Quiero un país libre, donde los votos se cuenten, se respeten y se publiquen.
Donde la voz de la gente sea atendida y donde el Estado esté abierto a las sugerencias y sea transparente en el manejo de los dineros públicos.
Quiero una Venezuela libre, donde los venezolanos podamos reencontrarnos; donde la división sea cosa del pasado, donde volvamos a ser una nación de prosperidad, unión y fraternidad.
Donde seamos felices nuevamente.
Un país libre significa, un país sin socialismo; sin presos políticos; sin represión ni acoso. Un país que no esté gobernado por ese modelo que aplicó Chávez y Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales, los Kirchner o Rafael Correa; un país que decida su propio futuro.
Le pido a Dios altísimo que esta Navidad nos dé la alegría de conquistar la libertad.
Que nos ayude a juramentar este próximo 10 de enero al legítimo presidente de todos los venezolanos, Edmundo González Urrutia, con el apoyo de la gran líder de los venezolanos: María Corina Machado.
Que nos permita a todos tener la fuerza, el carácter y la energía de esa mujer que con ahínco, inteligencia y coraje nos ha enseñado el camino hacia la liberación nacional; ella es la gran gestora de la nueva Venezuela.
Este es mi deseo: un país donde podamos ser la gran nación que estamos destinados a formar; un país que vuelva a ser farol de libertades para todo el continente, ejemplo de progreso y de bienestar. Ese es el sueño que poseo y que sé que este año lo vamos a lograr.
La Venezuela que se viene será la mejor, será la Venezuela de la plena libertad, la Venezuela desarrollada y alegre.
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana. ¡Feliz Navidad!