Wednesday, July 9, 2025

Laceiba de Ramón Muchacho el 9 de julio

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Saludos,

En un mundo con tanta información disponible, las posibilidades de que la hechos se manipulen, se distorsionen o se ocultan no se reducen: paradójicamente, se multiplican. Dos titulares La Ceiba de hoy lo ilustran claramente.

El primero es el del informe de un viejo informe de inteligencia citado por un medio español. Poco a poco irán saliendo a la luz más detalles sobre el rol que jugaron algunos líderes políticos españoles no solo en casos de corrupción vinculados al chavismo, sino también en el sostenimiento activo del régimen. Que esa verdad emerja tiene mucho que ver con el trabajo de periodistas buenos y tenaces. Sin ellos, muchas piezas clave habrían caído en el olvido y jamás habrían sido conectadas entre sí.

En parte, esto ocurre porque Internet ha cambiado aceleradamente. Hubo un tiempo en que pensamos —con ingenuidad— que la “Red de Redes” sería una especie de papiro indestructible, donde todo quedaría registrado para siempre. Pero no es así. Muchas cosas se evaporan sin dejar rastro. Basta ver cómo ha ido desapareciendo la memoria de los viejos periódicos venezolanos: ya ni siquiera hay archivos en línea donde consultar noticias, no digamos de los años noventa, sino incluso de los últimos años.

Muchos corruptos hoy cuentan con eso: ya hasta hay servicios que se dedican a borrar evidencia comprometedoras para la reputación de enchufados y maleantes. Escibiendo este editorial, intentamos buscar más información en internet sobre la Central Termoeléctrica El Sitio, que es la obra por la cual hay una investigación en España por pago de sobornos. Si no fuera por Wayback Machine, no habríamos encontrado casi nada, y lo que encontramos fue muy poco. Llamativo.

El otro ejemplo tiene que ver con la dificultad creciente de distinguir entre los hechos y el delirio. El caso de la "Lista Epstein" es ilustrativo: una miríada de opinadores la daba por cierta y condenaba a diestra y siniestra a partir de ella… y ahora que el Departamento de Justicia de EEUU y el FBI niegan su existencia, comienzan a surgir serias interrogantes.

¿Se trató de una fantasía colectiva, como el Triángulo de las Bermudas o el Área 51? ¿O estamos frente a una operación de encubrimiento que alimenta la narrativa de quienes necesitan creer todo lo que se ha dicho sobre la Lista Epstein? No tenemos los elementos para zanjar aquí ese debate. Pero lo que sí podemos afirmar en La Ceiba es esto: discernir entre tanta información se está haciendo cuesta arriba. Para preservar las evidencias y ayudarnos a discernir, la labor de periodistas responsables y rigurosos será, cada vez más, no un lujo sino algo indispensable.

Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.

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