Editorial Tal Cual
Xabier Coscojuela
De los cuatro representantes
diplomáticos que arribaron a Caracas el pasado viernes dos generaron polémica.
Uno por acción y la otra por omisión. Ambos son colombianos. El secretario
general de la Unasur se llevó las mayores críticas de los sectores opositores
por sus parcializadas opiniones, mientras que la canciller María Ángela
Holguín, fue cuestionada por su silencio ante las posiciones fijadas por su
compatriota.
El señor Samper inició mal su
visita cuando afirmó que en Venezuela hay separación de poderes. Cualquier
persona medianamente informada, y el secretario general de la Unasur está en
ese grupo, sabe que en el país hay un solo poder: el Ejecutivo, que manda y
ordena y los demás obedecen. Ni siquiera el Parlamento se rebela. Menos el
Tribunal Supremo de Justicia.
El CNE ha permitido todos los
abusos gubernamentales en las campañas electorales y ha fijado las fechas de
las elecciones según la conveniencia del PSUV. Tres de sus cinco integrantes
fueron, y son, militantes de ese partido y Tibisay Lucena no está muy lejos de
esa militancia.
Por cierto, el país se entera por
boca del mismo Samper que la presidenta del ente electoral le dio la primicia
de que los comicios legislativos serían en septiembre. ¿Por qué esa deferencia
con el visitante?
Los primeros interesados en
conocer esa fecha somos los venezolanos, a quienes debería haberse informado
con antelación. Muy mal por Lucena.
Luego, el secretario de la Unasur
se permite escoger con quienes de la Mesa de la Unidad se reunía, dejando por
fuera a su secretario ejecutivo, quien calificó la decisión como un intento
para generar división en la entente opositora. No se puede negar que Samper
está cuadrado con la línea de Miraflores.
Además de todo lo anterior hay
algo que no cuadra y es en lo único que Holguín ha diferido, públicamente, de
su compatriota. Según la canciller colombiana la comitiva de Unasur no vino a
Caracas a intentar reabrir el diálogo entre Gobierno y oposición. Ese no era su
cometido, aseguró en Quito.
Sin embargo, Samper en su cuenta
de twitter y reseñado por AVN, la agencia del PSUV, asegura que "Visita de
UNASUR a Venezuela abrió caminos para el diálogo político que se mantenía
cerrado por más de un año".
Esta contradicción es bien grave.
El tiempo dirá quién dice la verdad y sospechamos que es Holguín, pues el
gobierno de Maduro hace rato que ha demostrado no tener interés en dialogar y
que trata de hacer responsable a la oposición de esa falta de diálogo.
Eso puede explicar la afirmación
del secretario de la Unasur, quien en esta materia seguiría al pie de la letra
la estrategia de Maduro. Definitivamente Unasur merece un secretario general
serio.
Vía Tal Cual
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