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Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
Orden inútil
Extraño momento para divulgar esta decisión del Fiscal del régimen venezolano, de pedirle a Interpol capturar al presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, justo cuando, al mismo tiempo, Maduro pide diálogo y entendimiento a otro presidente electo, el de los Estados Unidos, Donald Trump.
A estas alturas, Maduro debería saber que Interpol no ejecutará esa petición. Interpol no es el Sebin, ni el CICPC o la PNB. En ningún aeropuerto europeo, y tampoco en Estados Unidos, procederán a detener a un presidente electo, solo porque así se lo pide el candidato derrotado, que además está cometiendo el delito de robarse la elección a plena luz del día.
Grandes Ligas
Maduro también sabe que, al emitir esa orden contra Edmundo, se amplía la solidaridad a su favor y se indisponen los posibles interlocutores del diálogo que le está solicitando a Washington.
Y si alguno allí no se ha enterado, pronto lo sabrán, una vez llegue el presidente Milei la próxima semana para reunirse con el presidente electo. Aunque, como dice María Corina, Trump y todos los actores de la región ya conocen perfectamente de qué se trata el conflicto venezolano.
Mientras tanto, en las “grandes ligas” de la geopolítica, el camarada Lula se prepara para recibir en su país a Biden y a Xi Ping el próximo 18 de noviembre. Desde Miraflores verán el asunto con amargura porque, pese a la campaña de desprestigio que le hicieron al brasileño por causa del guayabo de los Brics, el hombre “no se secó” como auguraron los maduristas.
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