REYES THEIS | EL UNIVERSAL
lunes 5 de diciembre de 2011 12:00 AM
El presidente de Ecuador Rafael Correa destaca como uno de los mandatarios que pudo quedar insatisfecho con la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que culminó el sábado en Caracas
Al llegar a Venezuela, Correa arremetió contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y propuso que se debatiera la permanencia y pertinencia del actual sistema interamericano de los derechos humanos. El mandatario venezolano Hugo Chávez también aspiraba que el naciente foro de integración sustituyera a la OEA, no obstante asumió un tono diferente.
"Creo que el presidente de Venezuela tardó tiempo para entender la complejidad de las relaciones internacionales. Lo vimos ponderado, conciliador, negociador en el marco de la Celac. No asumió que tiene la verdad en sus manos y que la historia es inevitable y solo favorece a los miembros del ALBA", opinó el profesor de Estudios Internacionales Félix Arellano.
Considera que al presidente de Ecuador "lo dejaron aislados con las posturas radicales. Ni Cuba está asumiendo las posturas radicales", añadió.
Arellano cree que las posiciones de los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia y Felipe Calderón de México, "fueron las que lograron el mayor consenso" lo que se reflejaría en los resultados de los documentos aprobados.
Para el catedrático, en la cumbre "se logró lo que necesita América Latina: un foro político, para la concertación para el diálogo, para el intercambio de posiciones, para la solución de conflictos".
La cláusula democrática
En la cumbre de la Celac los países acordaron una cláusula democrática que blinda a los gobiernos integrantes contra golpes de estado y deja fuera valores de este sistema como separación de poderes y elecciones libres y transparentes, no obstante el profesor Arellano opina que apenas "están naciendo la organización y se metieron temas muy duros. Ya tenerla (la cláusula) es un primer paso".
Para el embajador de Venezuela ante la organización de Estados Americanos (OEA) , Roy Chaderton, la concreción de esta nueva instancia surge principalmente "como una respuesta a todos los errores, las carencias, las fallas y las exigencias y retos que tanto el pasado como el futuro nos plantean", declaró a AVN.
Destacó que el acercamiento de las subregiones latinoamericanas con el Caribe, planteada dentro de la Celac, crea oportunidades para ver a los territorios insulares "como un socio válido, respetable y democrático dentro de la comunidad".
Según el diplomático, la OEA "no goza de buena salud".
Sin fondo
El exdirector del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, Leandro Area, calificó la cumbre de la Celac como "una verbena decembrina donde no hubo fondo".
Estimó que hay organismos como el Sistema Económico y Latinoamericano del Caribe (SELA) que deberían reactivarse y que la región tendría que enfocar la integración a través de los mecanismos existentes.
"¿Qué otra cosa puede decir esta cumbre que no se pueda decir en otro foro?", se preguntó Area y añadió que la Comunidad "no tiene piso argumental" por lo que no le ve "ninguna importancia sustancial hacia el futuro".
Por su parte, Arellano reitera que la Celac debe ser sobre todo un foro político y que los países deben comprender que el mejor camino son los temas subregionales en un principio y luego ir avanzado a un esquema más amplio "y para eso está Aladi y el SELA".
Por lo pronto la Celac tiene un plan de acción sobre nueve líneas estratégicas cuyo cumplimiento se evaluará en el año 2012 en Chile, que ocupa la Presidencia Pro Tempore.
Al llegar a Venezuela, Correa arremetió contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y propuso que se debatiera la permanencia y pertinencia del actual sistema interamericano de los derechos humanos. El mandatario venezolano Hugo Chávez también aspiraba que el naciente foro de integración sustituyera a la OEA, no obstante asumió un tono diferente.
"Creo que el presidente de Venezuela tardó tiempo para entender la complejidad de las relaciones internacionales. Lo vimos ponderado, conciliador, negociador en el marco de la Celac. No asumió que tiene la verdad en sus manos y que la historia es inevitable y solo favorece a los miembros del ALBA", opinó el profesor de Estudios Internacionales Félix Arellano.
Considera que al presidente de Ecuador "lo dejaron aislados con las posturas radicales. Ni Cuba está asumiendo las posturas radicales", añadió.
Arellano cree que las posiciones de los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia y Felipe Calderón de México, "fueron las que lograron el mayor consenso" lo que se reflejaría en los resultados de los documentos aprobados.
Para el catedrático, en la cumbre "se logró lo que necesita América Latina: un foro político, para la concertación para el diálogo, para el intercambio de posiciones, para la solución de conflictos".
La cláusula democrática
En la cumbre de la Celac los países acordaron una cláusula democrática que blinda a los gobiernos integrantes contra golpes de estado y deja fuera valores de este sistema como separación de poderes y elecciones libres y transparentes, no obstante el profesor Arellano opina que apenas "están naciendo la organización y se metieron temas muy duros. Ya tenerla (la cláusula) es un primer paso".
Para el embajador de Venezuela ante la organización de Estados Americanos (OEA) , Roy Chaderton, la concreción de esta nueva instancia surge principalmente "como una respuesta a todos los errores, las carencias, las fallas y las exigencias y retos que tanto el pasado como el futuro nos plantean", declaró a AVN.
Destacó que el acercamiento de las subregiones latinoamericanas con el Caribe, planteada dentro de la Celac, crea oportunidades para ver a los territorios insulares "como un socio válido, respetable y democrático dentro de la comunidad".
Según el diplomático, la OEA "no goza de buena salud".
Sin fondo
El exdirector del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, Leandro Area, calificó la cumbre de la Celac como "una verbena decembrina donde no hubo fondo".
Estimó que hay organismos como el Sistema Económico y Latinoamericano del Caribe (SELA) que deberían reactivarse y que la región tendría que enfocar la integración a través de los mecanismos existentes.
"¿Qué otra cosa puede decir esta cumbre que no se pueda decir en otro foro?", se preguntó Area y añadió que la Comunidad "no tiene piso argumental" por lo que no le ve "ninguna importancia sustancial hacia el futuro".
Por su parte, Arellano reitera que la Celac debe ser sobre todo un foro político y que los países deben comprender que el mejor camino son los temas subregionales en un principio y luego ir avanzado a un esquema más amplio "y para eso está Aladi y el SELA".
Por lo pronto la Celac tiene un plan de acción sobre nueve líneas estratégicas cuyo cumplimiento se evaluará en el año 2012 en Chile, que ocupa la Presidencia Pro Tempore.
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