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Amigos, Venezuela va camino a una “tormenta perfecta”, que se fortalecerá a partir del 10 de enero y que solapará y profundizará las múltiples crisis que ya afectan al país, retroalimentándose entre sí. Algunas de ellas son:
En nuestros próximos editoriales escribiremos sobre cada una de ellas, comenzando hoy con la madre de todas las crisis que azotan a Venezuela:
La Crisis Política
La juramentación a la fuerza de Maduro materializará el gigantesco fraude electoral y aumentará exponencialmente la crisis de legitimidad a lo interno del país y también de cara a la comunidad internacional.
Los restos de cualquier cimiento legal e institucional que pudieran quedar en Venezuela serán arrasados y sólo quedará la fuerza bruta para sostener al régimen. Nada más.
La profundización de la crisis política, además, echará gasolina al fuego de las demás crisis:
Profundizará el dilema de los militares, y les aumentará tanto los costos de sostener al dictador como los incentivos para echarlo.
Aumentará las sanciones petroleras, restringirá los ingresos en divisas y disparará el tipo de cambio, pulverizando una vez más al bolívar y dislocando aún más la economía.
Potenciará la “crisis de supervivencia” o de servicios públicos, y hará materialmente imposible sobrevivir fuera de Caracas para quienes no tengan medios económicos para autoabastecerse de todo, desde agua hasta electricidad.
Seguiremos en nuestro editorial de mañana con la crisis militar.