Laceiba de Ramón Muchacho el 4 de enero

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Saludos,

Amigos, la creciente crisis política, cuyo epicentro es la ilegitimidad de Maduro, potencia la crisis militar.

Comencemos puntualizando dos cosas:

1. Hasta ahora, los militares han sido parte del problema y no de la solución. Chávez y Maduro acabaron con lo que alguna vez fue la Fuerza Armada Nacional, por lo cual es comprensible que haya escepticismo sobre el rol que puedan jugar los militares en la solución de la crisis.

2. Una cosa es la cúpula militar, básicamente corrupta, enchufada y cooptada por el régimen -algunos de ellos con crímenes de lesa humanidad a cuestas - y otra cosa son los rangos medios y bajos, donde conviven manzanas podridas con soldados institucionales, algunos de los cuales se han rebelado y están presos o muertos. No trataremos de pronosticar aquí cómo se comportarán unos u otros, o si quien actúe lo hará por amor a Venezuela o por sus propias ansias de poder. Sólo apuntar que unos y otros tienen realidades e incentivos distintos.

Así las cosas, la aplastante victoria 70-30 de Edmundo González, y la penosa situación de profunda ilegitimidad en la que dejó a Maduro, cambian la ecuación para los militares: aumentan tanto los costos de sostener a punta de balas al dictador, como los incentivos para ponerse del lado de la Constitución.

La ilegitimidad de Maduro no sólo remueve cualquier obstáculo legal y político para actuar contra él, sino que los obliga a desobedecerle.

Todo esto en un entorno en el cual la familia militar padece las mismas penurias del resto de los venezolanos, las cárceles militares están repletas de soldados institucionales y, muy importante, los militares votaron contra Maduro en mayor proporción que nunca.

Por ejemplo, en la Unidad Educativa Pedro Emilio Coll, muy cerca de Fuerte Tiuna, Edmundo González se impuso a Maduro por un contundente 57% vs. 40%, en la propia mesa electoral en donde votó el ministro de la Defensa Vladimir Padrino López.

Dado lo anterior, es muy difícil que haya normalidad en los cuarteles hoy, y mucho menos después del 10 de enero