EL UNIVERSAL
viernes 11 de octubre de 2013 07:05 AM
Washington.- Un grupo de líderes financieros mundiales llamó este jueves a Estados Unidos a resolver la puja política sobre el presupuesto y el techo de su deuda para evitar efectos nocivos en la economía global, al inicio en Washington de la asamblea del FMI y el Banco Mundial.
Altos funcionarios de China, Europa y Latinoamérica se unieron a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, en activar las alarmas sobre los efectos catastróficos de una posible cesación de pagos de Estados Unidos si el Congreso no levanta el techo de la deuda, informó AFP.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió en Nueva York que un bloqueo durante varios meses o semanas podría "causar severos daños a la economía estadounidense y al mundo".
Por su parte, China, mayor acreedor de la deuda estadounidense en todo el mundo, espera que Washington tenga la "cordura" de encontrar una solución "lo antes posible", dijo el director adjunto del Banco Central chino, Yi Gang.
Mientras la clase política estadounidense barajaba este jueves una posible solución transitoria, Lagarde y Kim advirtieron sobre los peligros sobre la economía global si la crisis continúa.
"Habrá muy, muy negativas consecuencias para la economía de Estados Unidos y habrá muy negativas consecuencias fuera de la economía estadounidense", subrayó Lagarde.
Si Estados Unidos se ve forzado a postergar sus pagos, dijo Kim, "los impactos van a ser severos" en los países emergentes.
Esta crisis sin precedentes desde 1996, que este jueves entró en su décimo día, pone en la mesa la amenaza de una cesación de pagos de Estados Unidos si no se sube el techo de la deuda para el 17 de octubre, lo que alarma a los mercados y a los gobiernos extranjeros.
LATINOAMÉRICA AFECTADA
"Es un problema de Estados Unidos pero en extremo puede matar la recuperación de esta economía y eso significa un efecto muy potente para el resto del mundo", dijo el ministro de Finanzas de Chile, Felipe Larraín.
"Es un tema que nos preocupa a todos" en Latinoamérica, lamentó Larraín, que participó en la mañana en un panel sobre la Alianza del Pacífico.
Si la crisis no se resuelve "sería un golpe muy fuerte" para la economía global y "podría afectar nuestras perspectivas de crecimiento", coincidió el ministro peruano, Luis Miguel Castilla.
"Afecta a todas nuestras economías tremendamente. Cualquier salida positiva será una cosa buena", dijo Karim Wissa, director alternativo de Egipto ante el Banco Mundial.
Luego de diez días, la incapacidad de los demócratas y los republicanos de lograr un acuerdo sobre el presupuesto en el Congreso ha conducido al estado federal a cerrar servicios no esenciales y forzar un paro técnico a cientos de miles de funcionarios públicos.
El tema se espera que continúe no obstante el viernes en la plenaria de los gobernadores del FMI y el BM, y en la reunión de ministros de finanzas del G20, aunque la desaceleración mundial y la elevada volatilidad de los mercados cobrarán su cuota de protagonismo.
El Fondo volvió a recortar sus expectativas de crecimiento global, advirtiendo en su informe que la economía "avanza a marcha lenta, los factores que impulsan la actividad están cambiando y persisten los riesgos a la baja".
El FMI sin embargo espera una recuperación el próximo año, incluyendo el promedio de América Latina.
Los mercados financieros, bajo transfusión de dinero fácil proporcionado por la Fed, (el Banco Central estadounidense), viven desde hace varias semanas en una tensa expectativa, y se interrogan sobre el momento en que el banco central estadounidense cerrará las canillas que mantienen el flujo de liquidez.
Estas inquietudes tienen un impacto importante en los países emergentes, que temen el aumento de los costos de financiamiento.
BRASIL RESISTE
Pero ese tormentoso panorama externo parece no preocupar demasiado a Brasil, indicó el vicepresidente del Banco Central, Luis Pereira.
La economía del gigante suramericano "está muy bien preparada" y tiene "fundamentos sólidos" para enfrentar un período de "transición de la economía global" y recuperar la inversión y el crecimiento, dijo Pereira a periodistas.
En relación con los mercados emergentes en general, "tal vez hubo un exceso de optimismo y ahora vivimos de forma simétrica un exceso de pesimismo, pero en verdad creo que estamos en un término medio", dijo Pereira.
NUEVA CLASE MEDIA PIDE MÁS
Brasil, como otros países de la región que lograron reducir índices de pobreza en los años de bonanza, tiene otro desafío: atender las crecientes demandas de su ensanchada clase media, según el Banco Mundial.
Su presidente, Jim Yong Kim, advirtió que los deseos de la llamada "nueva clase media" por movilidad y oportunidades "representa también una enorme presión" sobre los gobiernos, dijo en una conferencia de prensa.
Esas demandas se concentrarán básicamente en los sectores de salud pública y educación. "Esas personas que han salido de la pobreza extrema y ahora se integran a la clase media buscan una oportunidad para sus hijos", señaló.
Altos funcionarios de China, Europa y Latinoamérica se unieron a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, en activar las alarmas sobre los efectos catastróficos de una posible cesación de pagos de Estados Unidos si el Congreso no levanta el techo de la deuda, informó AFP.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió en Nueva York que un bloqueo durante varios meses o semanas podría "causar severos daños a la economía estadounidense y al mundo".
Por su parte, China, mayor acreedor de la deuda estadounidense en todo el mundo, espera que Washington tenga la "cordura" de encontrar una solución "lo antes posible", dijo el director adjunto del Banco Central chino, Yi Gang.
Mientras la clase política estadounidense barajaba este jueves una posible solución transitoria, Lagarde y Kim advirtieron sobre los peligros sobre la economía global si la crisis continúa.
"Habrá muy, muy negativas consecuencias para la economía de Estados Unidos y habrá muy negativas consecuencias fuera de la economía estadounidense", subrayó Lagarde.
Si Estados Unidos se ve forzado a postergar sus pagos, dijo Kim, "los impactos van a ser severos" en los países emergentes.
Esta crisis sin precedentes desde 1996, que este jueves entró en su décimo día, pone en la mesa la amenaza de una cesación de pagos de Estados Unidos si no se sube el techo de la deuda para el 17 de octubre, lo que alarma a los mercados y a los gobiernos extranjeros.
LATINOAMÉRICA AFECTADA
"Es un problema de Estados Unidos pero en extremo puede matar la recuperación de esta economía y eso significa un efecto muy potente para el resto del mundo", dijo el ministro de Finanzas de Chile, Felipe Larraín.
"Es un tema que nos preocupa a todos" en Latinoamérica, lamentó Larraín, que participó en la mañana en un panel sobre la Alianza del Pacífico.
Si la crisis no se resuelve "sería un golpe muy fuerte" para la economía global y "podría afectar nuestras perspectivas de crecimiento", coincidió el ministro peruano, Luis Miguel Castilla.
"Afecta a todas nuestras economías tremendamente. Cualquier salida positiva será una cosa buena", dijo Karim Wissa, director alternativo de Egipto ante el Banco Mundial.
Luego de diez días, la incapacidad de los demócratas y los republicanos de lograr un acuerdo sobre el presupuesto en el Congreso ha conducido al estado federal a cerrar servicios no esenciales y forzar un paro técnico a cientos de miles de funcionarios públicos.
El tema se espera que continúe no obstante el viernes en la plenaria de los gobernadores del FMI y el BM, y en la reunión de ministros de finanzas del G20, aunque la desaceleración mundial y la elevada volatilidad de los mercados cobrarán su cuota de protagonismo.
El Fondo volvió a recortar sus expectativas de crecimiento global, advirtiendo en su informe que la economía "avanza a marcha lenta, los factores que impulsan la actividad están cambiando y persisten los riesgos a la baja".
El FMI sin embargo espera una recuperación el próximo año, incluyendo el promedio de América Latina.
Los mercados financieros, bajo transfusión de dinero fácil proporcionado por la Fed, (el Banco Central estadounidense), viven desde hace varias semanas en una tensa expectativa, y se interrogan sobre el momento en que el banco central estadounidense cerrará las canillas que mantienen el flujo de liquidez.
Estas inquietudes tienen un impacto importante en los países emergentes, que temen el aumento de los costos de financiamiento.
BRASIL RESISTE
Pero ese tormentoso panorama externo parece no preocupar demasiado a Brasil, indicó el vicepresidente del Banco Central, Luis Pereira.
La economía del gigante suramericano "está muy bien preparada" y tiene "fundamentos sólidos" para enfrentar un período de "transición de la economía global" y recuperar la inversión y el crecimiento, dijo Pereira a periodistas.
En relación con los mercados emergentes en general, "tal vez hubo un exceso de optimismo y ahora vivimos de forma simétrica un exceso de pesimismo, pero en verdad creo que estamos en un término medio", dijo Pereira.
NUEVA CLASE MEDIA PIDE MÁS
Brasil, como otros países de la región que lograron reducir índices de pobreza en los años de bonanza, tiene otro desafío: atender las crecientes demandas de su ensanchada clase media, según el Banco Mundial.
Su presidente, Jim Yong Kim, advirtió que los deseos de la llamada "nueva clase media" por movilidad y oportunidades "representa también una enorme presión" sobre los gobiernos, dijo en una conferencia de prensa.
Esas demandas se concentrarán básicamente en los sectores de salud pública y educación. "Esas personas que han salido de la pobreza extrema y ahora se integran a la clase media buscan una oportunidad para sus hijos", señaló.
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