Editorial de www.analítica.com
Si
el régimen castrocomunista venezolano se sale con la suya y mediante
ardides logra su cometido no nos queda la menor duda que se habrá
impuesto definitivamente en Venezuela el totalitarismo y con él la
muerte, por ahora, de lo poco que quedaba de democracia
Uno de los grandes logros de la
humanidad en el siglo XVIII fue darle forma jurídica a las democracias
como la alternativa necesaria de gobierno que remplazaría a las
autocracias monárquicas basadas en el derecho divino de los reyes y
emperadores.
En ese nuevo espíritu
democrático, además de la consagración de los principios de la libertad,
igualdad y fraternidad, es fundamental el establecimiento de los
parlamentos bicamerales y la división de poderes entre los diversos
órganos del Estado.
Hoy en día esa es la
característica de las principales democracias del mundo, aunque
lamentablemente algunos países, entre otros el nuestro, prefieren seguir
adoptando el modelo anti democrático impuesto por los regímenes
totalitarios del siglo XX, es decir la Italia fascista, el comunismo
soviético y el régimen nacional socialista alemán. En esos regímenes no
existe ni separación de poderes, ni parlamentos bicamerales y el mando
está en manos exclusivas del poder ejecutivo o mejor dicho del jefe del
Estado quien a su vez es la cabeza única del partido de gobierno.
La costumbre aberrante que hoy
en día ha tomado cuerpo en el país de delegar la capacidad legislativa
en el Presidente de la República es una forma de borrar todo vestigio de
democracia representativa. Lo más grave de esta nueva habilitación es
que hoy Maduro pretenda utilizarla para saltarse a la torera las
disposiciones de la Constitución vigente que imponen una mayoría de 2/3
para la designación del CNE, miembros del Tribunal Supremo, Contralor
General de la Republica y Fiscal .
Si el régimen castrocomunista
venezolano se sale con la suya y mediante ardides logra su cometido no
nos queda la menor duda que se habrá impuesto definitivamente en
Venezuela el totalitarismo y con él la muerte, por ahora, de lo poco que
quedaba de democracia.
No comments:
Post a Comment