ERNESTO ALVARENGA| EL UNIVERSAL
miércoles 9 de octubre de 2013 12:00 AM
Un grupo de políticos e intelectuales, a quienes respeto mucho, han señalado que el país "avanza hacia el precipicio". El alto gobierno es responsable de la crisis, al fortalecer la no independencia de poderes públicos, tal como sucede en Cuba, pues, en Venezuela los hermanos Castro deciden todo. La diferencia entre Cuba y nuestro país radica en que allá hay dos dueños indiscutibles, acá, el dueño no está, quedaron los accionistas minoritarios, enfrentados unos contra otros. Cuando hablo de la responsabilidad del alto gobierno, me refiero al Ejecutivo, Legislativo, TSJ, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Poder Electoral y las FAN.
Tenemos un Presidente de sospechosa victoria, que además no presenta su acta de nacimiento. Adicionalmente el nivel de conflictividad crece al pretender gobernar para la mitad del país. El régimen arremete contra la soberanía de la República al ser extremadamente complaciente con los presidentes de Guyana y Colombia, sin dejar de mencionar la subordinación absoluta a los Castro, los chinos y Rusia. Venezuela sufre de escasez, con la inflación más alta de América. Después de Haití y Cuba, somos el país con mayores problemas de producción alimentaria. No puedo pasar por alto la violencia de grupos afectos al régimen y la delincuencia sin control.
En la Asamblea Nacional se impone a los trancazos la agenda del oficialismo. Han sido capaces de suspender el salario a diputados de la oposición y les allanan la inmunidad parlamentaria a quienes se niegan a ser comprados. El Sistema Judicial se ocupa de perseguir la disidencia, hay más de 3.000 luchadores sociales judicializados. El Poder Electoral no tiene credibilidad alguna, funciona como la oficina de asuntos electorales del régimen.
A todo esto debemos agregar el gravísimo tema del narcotráfico. Varios altos oficiales de las FAN aparecen en la lista de narcotraficantes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la DEA, junto a algunos civiles. Dos casos ilustran mi afirmación: el magistrado militar Aponte Aponte y el teniente del 4F y exgobernador Rafael Isea, quien por mucho tiempo fue secretario privado del difunto Presidente. "Las malas lenguas" dicen que canta más que Plácido Domínguez. El país no está próximo a caer, está cayendo.
Tenemos un Presidente de sospechosa victoria, que además no presenta su acta de nacimiento. Adicionalmente el nivel de conflictividad crece al pretender gobernar para la mitad del país. El régimen arremete contra la soberanía de la República al ser extremadamente complaciente con los presidentes de Guyana y Colombia, sin dejar de mencionar la subordinación absoluta a los Castro, los chinos y Rusia. Venezuela sufre de escasez, con la inflación más alta de América. Después de Haití y Cuba, somos el país con mayores problemas de producción alimentaria. No puedo pasar por alto la violencia de grupos afectos al régimen y la delincuencia sin control.
En la Asamblea Nacional se impone a los trancazos la agenda del oficialismo. Han sido capaces de suspender el salario a diputados de la oposición y les allanan la inmunidad parlamentaria a quienes se niegan a ser comprados. El Sistema Judicial se ocupa de perseguir la disidencia, hay más de 3.000 luchadores sociales judicializados. El Poder Electoral no tiene credibilidad alguna, funciona como la oficina de asuntos electorales del régimen.
A todo esto debemos agregar el gravísimo tema del narcotráfico. Varios altos oficiales de las FAN aparecen en la lista de narcotraficantes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la DEA, junto a algunos civiles. Dos casos ilustran mi afirmación: el magistrado militar Aponte Aponte y el teniente del 4F y exgobernador Rafael Isea, quien por mucho tiempo fue secretario privado del difunto Presidente. "Las malas lenguas" dicen que canta más que Plácido Domínguez. El país no está próximo a caer, está cayendo.
No comments:
Post a Comment