GERVER TORRES| EL UNIVERSAL
domingo 17 de agosto de 2014 12:00 AM
Mientras la crisis económica se profundiza, continúan las especulaciones, idas y vueltas sobre un viraje y posible programa de ajustes. El optimismo que algunos tuvieron sobre la reorientación del rumbo económico, va cediendo ante las muestras de desorientación y las contradicciones que emanan del régimen. Este vacila temeroso incluso ante las medidas más obvias y elementales que estarían planteadas, como lo es el aumento del precio de la gasolina: "no es un aumento de precios, es un ajuste lo que se quiere hacer y tampoco hay apuro en realizarlo" dice Maduro. La sumatoria de factores que impiden la reorientación de la economía son abrumadoras: taras ideológicas, falta de liderazgo interno, corrupción generalizada, ineptitud burocrática y absoluta falta de credibilidad. Ajustando sus cada vez más disminuidas expectativas, algunos confían en que al menos algunas medidas y aunque sea de manera parcial se ejecuten. Piensan que algo tendrá que hacerse en algún momento y esperan por ello. El problema es que una aproximación parcial, incompleta, incoherente no solo no sirve para aproximarnos a una sanación de la crisis, sino que más bien la agrava. No es que con un pasito hoy y otro mañana, tarde o temprano llegaremos a donde debemos llegar. No, más bien con ese andar irresoluto y contradictorio, la economía se hundirá en desequilibrios más profundos. Al ocurrir esto, los riesgos de que el régimen sencillamente deshaga lo poco que haya andado son todos; los riesgos de que el régimen se pierda en su laberinto aún más de lo que está hoy son enormes.
Por ello, a mi juicio, lo que se perfila en el futuro inmediato son mayores contradicciones en la política económica; marchas y contramarchas, mayores desequilibrios. Lo que se necesita para sacar al país de la presente situación no lo puede hacer el régimen actual. Está estructuralmente impedido para ello. La sanción económica pasa irremediablemente por una sanación política.
Por ello, a mi juicio, lo que se perfila en el futuro inmediato son mayores contradicciones en la política económica; marchas y contramarchas, mayores desequilibrios. Lo que se necesita para sacar al país de la presente situación no lo puede hacer el régimen actual. Está estructuralmente impedido para ello. La sanción económica pasa irremediablemente por una sanación política.
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