MARÍA TERESA ROMERO
| EL UNIVERSAL
miércoles 10 de septiembre de 2014 12:00 AM
Todo mandatario pasa por la
evaluación popular. Ninguno escapa al escrutinio histórico; más aún si
el líder fallece y si se trata de uno que ha fungido de héroe político,
militar, religioso o ideológico. Aunque no siempre la historia sobre una
persona o hecho que sobresale entre otros -para bien o para mal- dice
la verdad, casi siempre termina por imponerse la historia que más se
acerca a la verdad.
Sobre Hugo Chávez y su gestión se ha escrito mucho nacional e internacionalmente. Valdría la pena hacer un registro de los textos a favor y en contra, cuántos se fundamentan en estudios serios y analíticos, cuántos desechan las investigaciones y se nutren de lisonjas.
En esa cuenta no debería faltar el trabajo del historiador estadounidense Ari Chaplin El legado de Chávez: la transformación de una democracia a un Estado mafioso (2013). No es un libro que lo favorece. Para nada. Es un estudio crítico, agudo, que demuestra cómo y porqué el legado chavista es nefasto. Pero lo importante es que se basa en una investigación profunda y sistemática, con argumentos sólidos, y llevada a cabo desde la perspectiva de un catedrático que analiza la realidad del Socialismo del Siglo XXI con la distancia necesaria para ser bien evaluada.
Fernando Mires, uno de los pensadores latinoamericanos más importantes de la actualidad, resume el libro con estas palabras: "Partiendo de la excelente denominación acuñada por Moisés Naím, la de "Estados mafiosos", Chaplin demuestra, combinando la narración historiográfica con el análisis sociológico, cómo detrás de la fachada ideológica del chavismo se esconde un proceso que tiende a la demolición de los valores y de las instituciones políticas los cuales a pesar de algunos deficientes gobiernos que lo precedieron, pervivían en Venezuela. En otras palabras: de acuerdo a Chaplin la contradicción fundamental ya no es en Venezue
Sobre Hugo Chávez y su gestión se ha escrito mucho nacional e internacionalmente. Valdría la pena hacer un registro de los textos a favor y en contra, cuántos se fundamentan en estudios serios y analíticos, cuántos desechan las investigaciones y se nutren de lisonjas.
En esa cuenta no debería faltar el trabajo del historiador estadounidense Ari Chaplin El legado de Chávez: la transformación de una democracia a un Estado mafioso (2013). No es un libro que lo favorece. Para nada. Es un estudio crítico, agudo, que demuestra cómo y porqué el legado chavista es nefasto. Pero lo importante es que se basa en una investigación profunda y sistemática, con argumentos sólidos, y llevada a cabo desde la perspectiva de un catedrático que analiza la realidad del Socialismo del Siglo XXI con la distancia necesaria para ser bien evaluada.
Fernando Mires, uno de los pensadores latinoamericanos más importantes de la actualidad, resume el libro con estas palabras: "Partiendo de la excelente denominación acuñada por Moisés Naím, la de "Estados mafiosos", Chaplin demuestra, combinando la narración historiográfica con el análisis sociológico, cómo detrás de la fachada ideológica del chavismo se esconde un proceso que tiende a la demolición de los valores y de las instituciones políticas los cuales a pesar de algunos deficientes gobiernos que lo precedieron, pervivían en Venezuela. En otras palabras: de acuerdo a Chaplin la contradicción fundamental ya no es en Venezue
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