De las Empresas Básicas Socialistas, del gran Eje de Desarrollo Orinoco, del país industrializado “aguas abajo”, ha quedado como símbolo un tobo rojo, exhibido sin pudor nada menos que en el Círculo de Bellas Artes de Madrid donde cualquiera lo pudo haber confundido con el urinario que mostró Marcel Duchamp en 1917.
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Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.- “No es un tobo cualquiera. El tobo venezolano marca Palma incorpora una novedad muy útil para todo aquel que tiene en su rutina la noble actividad de pasar coleto. El tobo, rojo intenso, viene acompañado de un exprimidor. El componente, también de plástico, aporta al producto una característica útil y un aire moderno. El tobo ha sido exhibido dentro de una cristalera durante los tres días de la feria Venezuela de Verdad ante las miradas inquietas de los visitantes venezolanos y españoles que contemplaban con detenimiento sus características, entre las que destaca su capacidad: 12 litros. Frente a él, un cartel con un mensaje inequívoco: “Es momento de cruzar fronteras”.
Así describía nuestro corresponsal en España, David Placer, semejante descubrimiento. Faltaba para completar la obra del gobierno, una muestra de Mistolín o Pinesol, ésos que ya no existen en el país y sin los cuales pasar coleto se convierte en una actividad tan inútil como el Viceministro de la Felicidad
Aunque sÍ algo hay que reconocer a Bancoex y al gobierno de Maduro es haber titulado la feria como “Venezuela de Verdad”, no fuese a ser que cualquier visitante, culto y desprevenido, creyese que exhibir un pote de champú, una bombona de gas, una botella de ron, una cámara fotográfica y un tobo de plástico, formaban parte de una retrospectiva sobre el movimiento dadaísta. No olvidemos que uno de sus representantes, Marcel Duchamp, envió a New York un urinario ( o mingitorio) que tituló La Fuente, por allá en 1917, obra que fue retirada de la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes pero que se considera hoy un hito importante en el arte del siglo XX. Por lo tanto, cabría inferir que con este tobo rojo socialista pueda pasar lo mismo. Que termine considerado como un hito importante en la producción de la era Chavez-Maduro, todo un ícono de la manera en que se manejó un país, un recipiente -que hasta la forma ya la tiene- donde se pueda recoger toda el agua sucia que ha pasado bajos los puentes en estos quince años de corrupción, despilfarro y desvergüenza. Y sin ensuciarse las manos, como advierte el fabricante.
Del rosario de promesas del Hugo Chávez candidato en 2009,- y su consecuente despilfarro- quedó un tobo de plástico rojo.
“Como es costumbre en época electoral- señalaba un diario de Ciudad Guayana-, el Presidente, que en 10 años no ha aprobado las ampliaciones de Alcasa y Venalum, ofrece invertir en los próximos cuatro un total de 220 mil millones de dólares en diversos proyectos, aproximadamente la cuarta parte de los recursos que ha recibido el país en esta década”
Allí anunció la creación de la Corporación Siderúrgica Nacional, el reinicio de operaciones en el Cerro Bolívar -con financiamiento de la empresa suiza Commodities & Minerals Enterprise (CME)- mientras China invertirá más de 70 millones de dólares en la reactivación de operaciones. Allí anunció también la alianza estratégica entre Petróleos de Venezuela y la Siderúrgica del Orinoco con el propósito de “desarrollar empresas mixtas nacionales de tuberías de acero, piezas para tuberías, vagones y plataformas de gandolas y gabarras, así como una planta de orimatita”. También firmó ese día la financiación de cinco “empresas socialistas” de la Corporación Nacional de Industrias Básicas y aprobó 160,7 millones de bolívares fuertes y 277,3 millones de dólares, del Fondo chino-venezolano y del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), para la Empresa Básica Socialista Cemento Cerro Azul, Empresa Básica Socialista Desmote de Algodón, Empresa Básica Socialista Insumos Básicos para la Construcción, Empresa Básica Socialista Recuperadora de Materias Primas y para la Empresa Básica Socialista Tubos sin Costura. Asimismo, aprobó 77 millones de bolívares fuertes para el año 2009 y 21 millones de bolívares fuertes para el primer trimestre, como recursos adicionales para cubrir gastos de funcionamiento de las nuevas empresas.
De todo ese dineral, quedó un tobo de plástico rojo.
Tres años después, durante el año del “gasto extremo” para su última campaña electoral, el presidente Chávez anunció otro plan, esta vez para formar el Gran Eje de Desarrollo Orinoco, que uniría la Faja Petrolífera con la faja industrial minera de Guayana. ” El estado Bolívar tiene como 600 mil hectáreas de lo mejor para la producción agrícola (…). Lo vamos a llamar el Gran Eje de Desarrollo Orinoco”. Y señaló que el Eje de Desarrollo tenía un gran potencial agrícola, minero, pesquero, industrial, petrolero y petroquímico. “Tendrá unos 100 mil kilómetros cuadrados, cerca de un décimo de la extensión del territorio nacional”
Ese día también anunció que Sidor y Pdvsa firmaron un convenio para garantizar el suministro de productos de acero a la petrolera. “Pdvsa necesita para los próximos cinco años 1 millón 237 mil toneladas de acero (por año). Esto tiene un valor aproximado de 3.600 millones de dólares”, indicó Chávez. Y como Sidor se comprometía a suministrar la referida cantidad de acero a la estatal petrolera, Chávez instó a Pdvsa a aportar un adelanto del capital: “Pdvsa puede perfectamente conseguir mil millones de dólares y luego, con ello, hacer un fondo pagando por adelantado una parte del acero que Sidor le va a suministrar”, expresó.
Nunca sabremos si PDVSA consiguió los mil millones de dólares y se los dió, como adelanto, a Sidor. Y menos si Sidor entregó el millón de toneladas de acero.
Lo que ha quedado visible, exportable, exhibido, ha sido el tobo de plástico rojo.
Dicen los fabricantes del tobo, la empresa Palma Real – aunque hay muchos otros fabricantes de tobos en Venezuela, valga el detalle-, que su tobo contiene “un sistema de limpieza con mopa de microfibra con el cual no necesita exprimir con las manos, no tiene que agacharse. no tiene que doblarse, no tiene que tocar la mopa con las manos y hace una limpieza mas profunda cómoda y práctica”, toda una literatura de venta que parece más bien dirigida a esa gente que no le gusta trabajar, esforzarse en exceso por dejar la casa ordenada y limpia y, sobre todo, no ensuciarse las manos con su propia basura. Quizás por eso el gobierno los eligió a la hora de representar a esa Venezuela que ellos, vaya ironía, han dejado limpia, pero en la peor de sus acepciones.
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